Si Lewandowski lleva tres goles consecutivos en tres partidos, Ferrán Torres (otros tres goles) vive el mejor momento de forma y confianza desde que aterrizó, Lamine Yamal es patrimonio y espectáculo irrenunciable, Joao Felix quiere sonreír y tiene recursos de sobra para hacerlo y Raphinha ha vuelto como un tiro después de sus dos partidos de sanción… ¿Cómo organizar el ataque del Barça? En estas ocasiones, la labor del entrenador va mucho más allá de la táctica: hay que convencer a los futbolistas, habitualmente tipos egocéntricos y caprichosos, de que la temporada es larga y habrá tiempo para todos. Tener problemas 'por exceso' es mucho mejor, sin duda, que tenerlos 'por defecto'.
Sin alma
Lo único que prometió Simeone al llegar fue pasión y trabajo. Y eso contagió al equipo y estableció en LaLiga una especie de 'dinastía':son ya once temporadas en las que el Atlético puede ganar o perder, pero conservando siempre elementos innegociables. Tal vez siempre fue así hasta el sábado, cuando el equipo que compareció en Mestalla (3-0) no tuvo nada que ver con ninguno de los 630 'atletis' anteriores del Cholo. Tal vez sean las lesiones (seis de importancia) o tal vez la llegada de una Champions que es una espina clavada en el corazón rojiblanco desde la nefasta 22/23, pero fue la primera 'incomparecencia' seria del Atlético en muchas temporadas.
La rutina
La victoria como rutina... pero otra vez sufriendo. Y otra vez remontando:tres de los cinco partidos ganados por el Real Madrid este curso han comenzado con derrota momentánea. Después llegaba Bellingham para solucionarlo, pero esta vez no estuvo fino. Las grandes plantillas son así:lesionados tres pilares fundamentales (Courtois, Militao y Vinicius) y 'ausente' el goleador habitual, puede aparecer Valverde para conectar otro obús y Joselu para conectar el cabezazo del 2-1. La Real, que jugó una primera mitad maravillosa, todavía mira el marcador para explicarse lo ocurrido.