Un hombre mata a cuchilladas a su ex y al novio de ésta en un piso de La Rondilla

A. G. Mozo
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El detenido confesó el doble crimen nada más matar a su ex y su mejor amigo. Los tres habían estado juntos toda la noche. Omar O. y Rosa Ana M.F. tenían una hija en común. La mujer tuvo una orden de protección del detenido de 2009 a 2013

Carmen, vecina de puerta del 5ºA en el que se produjo el doble crimen de La Rondilla, en la calle Oración. - Foto: César Minguela

La tormentosa relación existente entre Omar y Rosa Ana acabó la madrugada del domingo al lunes en tragedia. Con ella y su nuevo novio, muertos a cuchilladas y con él, detenido después de confesar a los vecinos y a la Policía el doble crimen.

Eran poco más de las cinco y media en el 5ºA del número 2 de la calle Oración (La Rondilla) en el que Omar (marroquí, de 48 años) y Rosa Ana (española, de 38) llevaban viviendo poco más de ocho meses junto a su hija de 4 años. Ya no eran pareja pero, al parecer, sí hacían vida juntos durante muchos días -él solía llevar a la niña al CEIP León Felipe-, a pesar de que entre los años 2009 y 2013 ella mantuvo una orden de protección de él y de que Omar llegó a ser detenido hasta en dos ocasiones por episodios de violencia de género sobre la joven. Es más, según confirmaron fuentes policiales a El Día de Valladolid, el arrestado entró en la vivienda con sus propias llaves -las llevaba en el bolsillo al ser arrestado- y horas antes de los hechos los tres fueron vistos juntos en diversos bares de la zona y de alguno hasta fueron invitados a salir.

Novio de ella, amigo de él. La Policía confirmó ayer, a través de un comunicado de prensa que remitió la Delegación del Gobierno en Castilla y León, que Rosa Ana y Omar habían sido pareja, pero aún está por aclarar la relación que mantenían con el otro fallecido en este doble crimen: F.J.L.C., de 46 años y de nacionalidad española. Se cree que era el mejor amigo del homicida y que ahora, también, había iniciado una relación con Rosa Ana. Así, todo apunta a los celos como móvil del doble crimen.

Los vecinos del barrio afirman que los tres habían estado juntos, bebiendo, en las horas previas y que, incluso, pasaron por el 5ºA de la calle Oración, montando tal escándalo que al filo de la una de la madrugada ya se personó por primera vez la Policía alertada por los vecinos. Pero la patrulla que acudió no oyó ruidos ni nadie les abrió la puerta del 5ºA porque, al parecer, los tres se habían vuelto a ir de bares por La Rondilla. Pero siempre los tres juntos.

Con un cuchillo de cocina. Por ello, una de las hipótesis que se sostiene es que Omar O. pudo volver al domicilio y sorprender juntos a Rosa Ana M.F. y a F.J.L.C., su amigo, y que eso desembocó en el acuchillamiento de ambos. O, simplemente, reaccionó mal al conocer que había una relación sentimental entre la madre de su hija y su mejor amigo. El cadáver de el hombre apareció en una de las habitaciones, mientras que el de ella, en pijama, se encontró en otra. En el piso también se halló el supuesto arma homicida, un cuchillo de cocina.

Omar no ocultó el arma ni tan siquiera trató de escaparse. Salió del 5ºA y empezó a vocear en el rellano y a aporrear las puertas de varios de los vecinos, confesando el doble crimen -«les he matado, les he matado»- y pidiendo que llamaran a la Policía. Fue Carmen, la vecina de puerta, quién le abrió, mientras otros avisaban a la Sala 091-092 alertando del escándalo. Cuando llegaron los agentes, el marroquí fue claro: «No busquéis a nadie. Les he matado yo». Los agentes le arrestaron y verificaron que, en efecto, en el interior del 5ºA había dos cadáveres, ambos con lesiones de arma blanca.

Los cuerpos sin vida de Rosa Ana M.F. y F.J.L.C. fueron llevados al Instituto Anatómico Forense, mientras que el homicida confeso fue trasladado a la Comisaría de Las Delicias, previo paso por un centro médico porque estaba «muy agresivo».

La niña, con una amiga. Se da la circunstancia de que el día de los hechos, la hija que tenían Omar y Rosa Ana no estaba en el domicilio. Al parecer, se había ido a pasar la noche con una amiga de la madre y bajo su custodia continúa a estas horas, después de que la Policía diese parte a la Fiscalía de Valladolid y aceptase que siguiese con ella.

El subdelegado del Gobierno en Valladolid explicó ayer que los tres antecedentes policiales que tenía Omar O. eran por violencia de género. Uno hacia otra mujer y los otros dos por episodios de maltrato hacia Rosa Ana M.F., lo que había desembocado en que, entre los años 2009 y 2013, se le concediese a la víctima una orden de protección del hombre que ahora dice haberla matado. En ese sentido, José Antonio Martínez Bermejo detalló también que en este momento no existía ninguna orden de alejamiento entre estas dos personas.