La división nacional de la izquierda pasa seria factura a TLP

R.G.R / M.R.I.
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El castigo más duro ha sido en la ciudad, donde solo tiene dos ediles. En la provincia puede gobernar en seis pueblos

Alberto Bustos, María Sánchez y Rocío Anguita, de Valladolid Toma La Palabra. - Foto: @TomaLaPalabraVA

Un fuerte golpe, tanto en la provincia como en la capital. La plataforma ha sido la primera en adoptar medidas tras perder la posibilidad de reeditar el pacto con el PSOE en el Ayuntamiento. Ni María Sánchez ni Alberto Bustos tomarán posesión de su acta de concejales en el Consistorio vallisoletano. 

Los primeros análisis apuntan a que las divisiones de los partidos de izquierdas a nivel nacional han lastrado a las candidaturas localistas, aunque esa división no existía en la capital, y Toma la Palabra no ha podido revalidar sus resultados de 2019. 

Ahora queda por ver si los diferentes partidos que componen Toma la Palabra (IU y Podemos, entre otros) terminan integrándose en Sumar. Y una vez que resuelva esa duda, llegará el momento de elegir a las personas que integran las listas al Congreso y al Senado. Ningún miembro se ha postulado por el momento. Sánchez ha anunciado que deja la política, pero podría abrirse la posibilidad de que encabezara alguno de los dos listados. 

Los resultados en la provincia no han sido nada buenos, perdiendo municipios como Tiedra, y Villanueva de Duero (a expensas de las negociaciones). Son seis las localidades que puede gobernar, aunque puede quedarse en dos. 

En la provincia existe una corriente diferentes a la ciudad, lo que ha creado tensiones en la formación. Mientras que la coordinadora local, Rocío Anguita, apuesta por la confluencia de las distintas formaciones, en la provincia se decantan por una IU en solitario. Los responsables del partido tendrán que solventar esta situación en los próximos meses.