Tras el tsunami de las elecciones municipales, que ha cambiado la relación de mayorías en el Ayuntamiento de la capital, llega un nuevo capítulo:las negociaciones para formar un nuevo equipo de Gobierno. Durante los dos últimos mandatos esos acuerdos se fraguaron entre las fuerzas de izquierdas, pero los resultados del pasado domingo, que dieron once concejales al PP y tres a Vox, obligan ahora a caminar juntas a ambas formaciones para sumar la mayoría absoluta necesaria. No hay otra opción para que el candidato popular, Jesús Julio Carnero, sea alcalde, porque una abstención de los de Abascal volvería a dar el bastón de mando al socialista, Óscar Puente, que sumaría entonces mayoría con Valladolid Toma la Palabra.

Una posibilidad que se antoja imposible incluso para el alcalde en funciones, que lo reconoció la propia noche electoral y ya ha acordado con el candidato popular una transición ordenada. De hecho, la buena relación entre ambos, que ha propiciado una campaña electoral de guante blanco, también ha propiciado que Puente han optado por no aprobar esta semana el proyecto de la ciudad deportiva del Real Valladolid para no interferir en los planes de reforma del estadio que Carnero lleva en su programa.

 La buena predisposición entre los dos partidos mayoritarios no evitará que Vox haga valer su fuerza en las negociaciones y pida una representación similar a la que han tenido los ediles de Valladolid Toma la Palabra (VTLP) en estos ocho años. Aunque la negociación la dirigirá desde Madrid el propio Santiago Abascal, según confirmo el líder regional, Juan García-Gallardo. «Vox tiene la voluntad de construir la alternativa con criterios comunes y coherentes en toda España».

La cabeza de lista en la capital, Irene Carvajal también dejó claras sus intenciones nada más conocer los resultados. Y esa misma noche habló ya con Carnero y se emplazaron para dibujar el nuevo Consistorio.  Aunque García-Gallardo, a lo largo de la semana, ha matizado que el acuerdo «depende en gran medida del PP» dado que en su formación tienen claro que «ni regalos ni chantajes» en su negociación con los populares.

regalos. El escenario de la negociación entre ambas formaciones  se antoja más complejo por la distribución de áreas que por los acuerdos programáticos. La comparativa entre el programa electoral de los populares y los puntos claves que ha desgranado Vox ofrece muchas coincidencias. Ambos partidos se han comprometido a ejecutar el soterramiento. Este es el proyecto clave del mandato y la única línea roja que el candidato popular reconoce que hubiera tenido que fijar. También hay coincidencia plena en revertir gran parte de las políticas de movilidad implantadas estos años: desde los carriles bici del paseo de Isabel la Católica y la avenida de Gijón hasta recuperar otros carriles para los vehículos privados en el puente de Poniente. Además, PP y Vox también coinciden en sus propuestas para rebajar la presión fiscal tanto para los vecinos como para los autónomos y empresarios y en la necesidad de un plan de acción para mejorar la limpieza en la capital.

¿Quién se ocupará de estas áreas? Aquí está el grueso de la negociación. Carvajal durante la campaña ha reiterado el mensaje central de «aplicar políticas alejadas del despilfarro público para poder centrarnos en políticas para las personas». Pero el cambio de cromos implica decidir cuántas concejalías tendrá el nuevo equipo de Gobierno y quién dirigirá cada una. En estos mandatos unos y otros han criticado el elevado número de concejalías de los gobiernos de Puente. Incluso, si se vuelve la vista atrás, a la etapa de Javier León de la Riva, su apuesta también era limitar el número. Aunque el exalcalde no gobernó nunca en coalición y no necesitó ceder áreas. 

Ahora esta es una de las incógnitas a despejar porque ni Carnero ni Carvajal se han pronunciado en campaña sobre un futuro esquema, aunque Vox sí apuesta por reducir el «gasto superfluo». En el programa de los populares aparece la creación de dos nuevas concejalías: la de mayores y otras específica para jóvenes, pero nada más. Aunque ambas pueden estar en el objetivo de la formación de Abascal, siguiendo las prioridades fijadas por Carvajal.

La candidata prometió atención para los  mayores, los dependientes y las personas con capacidades especiales. Una línea en la que también incidió Carnero. Lo mismo sucede en el eje económico. Desde Vox apuntan por «recuperar el tejido empresarial, fomentar el comercio local y de proximidad, para tener una ciudad atractiva y amable para la inversión». En este apartado coincide con el popular en la pretensión de desarrollar el parque logístico y agroalimentario, que está previsto junto a la nueva estación de mercancías. Proyectos claves, junto a la implantación de nuevas empresas, que encaran su recta final y que hacen que esas áreas sean golosas en la negociación. Lo mismo sucede con Cultura, donde el desarrollo del centro del vino o la preparación de la gala de los Goya son objeto de deseo. La solución a este puzle deberá estar antes del 17 de junio.

PP. Compromiso de soterrar,  revertir carriles  bici del centro, menos IBI y mejora de la limpieza.

Soterramiento. Crear la Mesa del soterramiento, dependiendo directamente de Alcaldía y exigir al Gobierno que lo asuma como obra pública, con la colaboración de la Junta.

Rebaja de impuestos. Reducir la presión fiscal: rebajar el tipo de gravamen del IBI y el coeficiente del IVTM, bonificación del 50% del ICCIO para instalar puntos de recarga para vehículos eléctricos. Nueva aplicación del sistema de gestión y recaudación.

Eliminar atascos. Revertir carriles bici de Isabel la Católica, la avenida de Gijón y puente de Poniente. Proyecto de transporte y movilidad integral aprovechando la configuración lineal norte-sur, en paralelo al río.

más plazas de parking. Recuperar las plazas y ganar espacio en las calles y plazas reubicando los aparcabicis y las estaciones de bicicletas. Ampliación del parking de Isabel la Católica y uno nuevo en Parquesol.

Mejorar limpieza. Mejorar la limpieza con un plan de choque que modernice la gestión. Plan integral antiplagas y eliminación de las malas hierbas en medianeras y zonas verdes.

Automoción. Apoyar la industria de la automoción, su actividad y empleo, reclamando una transición ordenada. Crear una Mesa Municipal de Automoción junto con los principales fabricantes (Renault, IVECO y Michelín, entre otros), industria auxiliar, los agentes sociales y empresariales de Valladolid, concesionarios, etc. para consensuar e impulsar medidas que preserven el empleo en este sector.

Vox. Apuesta clara por soterrar las vías del tren, revisar políticas de movilidad y  por bajar los impuestos

Soterramiento. Lo ve como un proyecto de equidad y conlleva acabar con los túneles y pasarelas calificados como puntos negros de inseguridad.

Movilidad. Reversión de las medidas que colapsan el tráfico, rechazo de medidas restrictivas de la ZBE, reubicar los carriles- bici y mejorar de la señalización en los puntos negros.

bBjada de impuestos. Eliminar el gasto político innecesario. Bajar impuestos;eliminar plusvalías, congelación del tipo aplicable al IBI y pago fraccionado. Reajuste de la tasa del agua en función del número de usuarios. 

empresas y autónomos. Promocionar el relevo generacional en comercio local y pymes. Adecentar el Polígono San Cristóbal y dotarlo de un punto de recogida de residuos, un centro deportivo y de ocio y videovigilancia. Parque Logístico.

Administración más ágil. Auditoría de los servicios municipales y unificación de funciones transversales, reduciendo redundancia y costes. Tener en cuenta a las asociaciones vecinales para elaborar los presupuestos.

Turismo y cultura. Rutas gastronómicas, religiosas y culturales. Promocionar Semana Santa, Seminci, Pingüinos... y nuevas ofertas. Potenciar los museos locales.

Limpieza. Eliminación de escombreras ilegales. Replanificar el servicio de recogida de papel y cartón; revisar los sistemas de riego; refuerzo del control de plagas. Recuperar las riberas del río Pisuerga como corredor verde.