"A un mes vista no hay plazas en los primeros trenes a Madrid"

D. Núñez
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La nueva presidenta de la Asociación de Usuarios de AVE de Valladolid, tras 11 años viajando a diario, subraya que nunca había sufrido la falta de billetes como hasta ahora. Invierte horas en buscar sitio en los Avant a través de la aplicación

La nueva presidenta de la Asociación de Usuarios de AVE Valladolid, Ana Plaza. - Foto: Jonathan Tajes

La compra de un billete para ir a trabajar o estudiar a la capital de España en Avant es «misión imposible» . Así lo destaca la presidenta de Usuarios de AVE Valladolid, Ana Plaza, que subraya que no viajan por placer, sino para trabajar o estudiar. Acaba de hacerse cargo de la entidad y las demandas que pone sobre la mesa son: un aumento de plazas y también de las frecuencias de los trenes. Subraya que es el medio para fijar población en esta tierra y que la UE está potenciando su uso. También exige mayor control de los abonos y sanciones para quien no los use bien. Además, pide a Renfe que libere plazas de AVE para cogerlas con los abonos, si sus trenes tienen muchas plazas libres a la hora de salir de la estación.

¿Cuál sería el principal problema que se encuentran los usuarios de AVE de Valladolid?

Ahora hay un problema de falta de plazas considerable. Hay días para los que no tengo billetes para ir a trabajar a Madrid. Además, tengo que formalizar los billetes con muchos días de antelación. Ya el 20 de diciembre miré los trenes para enero y no quedaban plazas en los trenes de la mañana del día 17 y el 18 de este próximo mes. Es que a un mes vista no hay plazas en los primeros trenes que van a Madrid. De hecho, el primero que tenía plazas libres a primera hora de la mañana es del día 24 de enero. No son viajes de placer, sino que tenemos que llegar a Madrid para trabajar o para estudiar. 

En Navidad siempre cuesta encontrar billetes, pero para ustedes ¿es una misión imposible en estas fechas o ya da igual el día y el mes?

Es un problema en cualquier fecha del año. Pero es que llevo once años yendo a Madrid a diario y, es verdad, que nunca antes había visto lo que me he encontrado desde mayo, más o menos, que fue cuando empezamos a detectar la falta de plazas en los trenes. 

Pero no solo tenemos problemas en los de ida, sino también en los de vuelta. Imagine que se le complica una reunión o hay un problema en el cercanías y ya no llega al tren. Pues se encuentra con que no tiene plaza para volver. 

Por ello, desde la asociación trabajamos para que haya más plazas en los trenes y salgan con tiempo para generar confianza en el usuario. Porque para una persona que tiene que ir a trabajar y no llega, es su medio de vida y la pueden despedir de su empleo. 

Además, estamos detectando que no hay un buen uso de los abonos. Es verdad, que con los descuentos del Gobierno central y de la Junta de Castilla y León, que agradecemos mucho, se solicitan y los ciudadanos no siempre los usan bien. Por ello, demandamos responsabilidad a los ciudadanos y soluciones a la Administración.  

Precisamente el Gobierno central anunció este miércoles que se mantienen los descuentos en el transporte en el 2024.

Hacemos una valoración positiva como medida estructural que alivia la economía de las familias y ayuda a fijar poblacion. Pero hay que trabajar para lograr la creación del abono laboral, que usaríamos estudiantes y trabajadores, y que afianzaría el uso de una infraestructura muy importante y sostenible, ayudando a territorios como Castilla y León a fijar población.

Pero los abonos, ¿han supuesto más inconvenientes que ventajas para usuarios como ustedes?

No ha sido una desventaja porque el ahorro es considerable. Lo que no es de recibo es que pagáramos unos 600 euros para ir a trabajar. Los abonos están muy bien y no deberían suponer una desventaja. 

Se trata de una medida que se pone en marcha para fomentar el uso de este transporte que es sostenible y que ayuda a fijar población. Yo no voy a Madrid por capricho, sino a trabajar. Si me trasladara allí, movería a mi familia numerosa que ahora vive en el pueblo. Habría un problema si me fuera de la provincia porque arrastraría conmigo a mi núcleo familiar y a los abuelos. 

El tren ayuda a fijar población y no solo se habla de la persona que viaja en él, sino de toda la familia que le rodea. Por ello, los políticos deben tomarse este tema en serio. Y una posible solución sería implantar el abono laboral. Esperamos que sea una realidad en 2024.

¿En qué consistiría ese abono?

Un abono laboral debería ser con un viaje de ida y otro de vuelta. Es un tipo de bono que ya existe en los trenes de cercanías en los de tipo mensual. Pero para ello, debe mejorar el sistema y la aplicación para confirmar las plazas.  

Deberían habilitar un botón de cambio también. Actualmente con los abonos no puedes cambiar un billete, sino que debes cancelar uno y luego formalizar otro. Pero ante la falta de plazas, la gente no anula, porque corre el riesgo de no encontrar otro billete. Sin embargo, si existiera la opción de cambio, se vería esta opción de otra forma. 

En diversos países de Europa funciona este tipo de abono, como Francia o Portugal. Sería una buena medida. Y con ello, también me refiero a abonos para estudiantes. La idea es cubrir a todas las personas que por obligación tienen que ir a Madrid y que se podría justificar con el contrato o certificado de trabajo o la matrícula de la universidad.

¿El principal problema del abono actual es que no se cancelan billetes y luego no hay opción a que ocupe esa plaza otra persona?

Hay diferentes problemáticas. Si una persona tiene una reunión sin hora de finalización o sabe que puede tener problemas con el cercanías, puede formalizar varios billetes para ese día. O bien, se les puede hacer tarde para cancelar el billete. Y es que hay un periodo corto de tiempo para hacer esa cancelación. También puede ser que alguien piense de forma egoísta y no cancele para evitar que alguien pueda optar a esa plaza. Pero ahí no se fastidia a Renfe, sino al resto de usuarios de tren. Por todo ello, hay que hacer un uso responsable de los abonos, al margen de reivindicar más frecuencias de trenes y plazas a la Administración. 

Asimismo, solicitamos más controles. Si se sabe que una persona hace mal uso de los abonos, que la penalicen. Yo llevo yendo once años a Madrid y nunca me han preguntado mi nombre en el vagón. No hay otra forma de comprobar si soy la dueña del billete con el que viajo. Creo que con un control más riguroso, se evitarían también problemas.

¿Se han encontrado trenes con muchas plazas vacías?

Una vez que hicimos la prueba vimos que había 27 plazas sin ocupar en mi composición (conjunto de cuatro vagones) y en la siguiente, otras tantas.  

Además, hay otro problema. No en todas las frecuencias de trenes hay doble composición. Hemos tenido reuniones con personal de Renfe y nos han indicando que no hay material rodante, es decir, más vagones y, con lo cual, no pueden ampliar las composiciones de los trenes de las frecuencias más demandadas. Y a eso se suma que los controles de estos trenes son muy exhaustivos. Mientras que hace un tiempo se sacaban más composiciones con anticipación, ahora no los pueden sacar porque andan justos de trenes.

¿Qué nuevas frecuencias se precisarían?

Necesitamos un tren que salga antes de las 6.23 horas porque la gente que entra a las 8.00 horas llega muy justa a Madrid. No se va allí por capricho, sino para trabajar. Me gustaría trabajar en Castilla y León. De hecho, vivo en Castilla y León porque quiero vivir en mi tierra. En nuestra casa hay dos personas que vamos a Madrid a diario, porque también va mi hija a estudiar a la Universidad de Alcalá de Henares y hace 2 horas y media de ida y otras tantas de vuelta. Eso no se hace por capricho.  

Ahora necesitamos más plazas, más frecuencias y que la Administración se platee crear un abono laboral. Se trata de trenes financiados y están pensados para fijar población. No son trenes para viajar por placer, porque para ello están otros, como los AVE. No podríamos gastar 100 euros en ir y volver al día en AVE. Eso también se debe entender. Son los Avant, trenes de media distancia de alta velocidad, los que se usamos como si fueran nuestros cercanías.

En las redes sociales de la asociación llama la atención que califica de «juego extremo» poder coger una plaza en un tren.

Es que conseguir un viaje es complicado. Yo gasto al día cerca de una hora para entrar en la aplicación de Renfe y ver si se ha liberado un asiento para poder viajar. Estoy todo el día con el móvil porque, por ejemplo, para el 27 de diciembre tenía billete a las 6.45 horas, pero con ese tren llego tarde a trabajar. Y entro muchas veces en la aplicación para ver si alguien ha soltado un asiento en el tren anterior.   

Estoy a la caza de que suelten un asiento. Tenemos un grupo de WhastApp y nos avisamos si alguno suelta uno. Es decir, si cancela un viaje. Y el resto de los miembros del grupo prueban si pueden coger esa plaza. Pero no es normal que estemos así. 

El pasado día 19 de diciembre estuve más de media hora comprando billetes para garantizar que pueda viajar para trabajar. Se convierte en una misión imposible. Los trenes de primera hora están llenos y los de vuelta también están completos. 

De hecho, personas que viajan  puntualmente para una reunión a Madrid no encuentra billete. Es más, la gente que viajaba dos días a Madrid cogía el bono de 10 viajes. Pero ahora, como tiene que hacer una planificación con mucha antelación de la compra del billete, escoge el abono de 30 viajes para formalizar esas plazas con un mes y medio. Es que con los abonos de 10 viajes se pueden formalizar plazas en unos 20 días y no hay hueco con tan poco tiempo para coger los billetes. 

El Ministerio de Transportes anunciaba que en marzo se contaría con nuevos trenes. ¿Sería la solución?

Le urgimos a que los traigan cuanto antes y que refuercen las líneas más concurridas en Castilla y León.  

También anunció la llegada de nuevos operadores. ¿Cree que se beneficiará al usuario?

Tenemos un problema porque el que maneja las infraestructuras es Adif y Renfe es un operador más. Una solución sería sinergiar plazas en low cost. Los trenes Avant son servicios públicos y la opción es que el Gobierno firme un contrato con esas empresas privadas y se reserven plazas en sus trenes. En el caso de AVE lo hace. El tren de las 7.18  horas tiene plazas sinergiadas, es decir, concertar asientos a precio de servicio público. Sería otra posibilidad para ofrecer más plazas.   

El de las 14.38 horas de vuelta de Madrid a Valladolid tiene plazas sinergiadas y todas van completas. También hemos sugerido a Renfe, aunque entendemos que el AVE es privado y es una empresa que tiene que ganar dinero, que podría sacar plazas con abonos en el caso de que el tren que vaya a salir tuviera muchas vacías. 

Sin una solución, ¿se perdía población en la provincia?

Tenemos que hacer un llamamiento a los políticos porque, si esto funciona bien, fijamos población en una comunidad que precisa de más ciudadanos. 

Otra queja de la entidad es la dificultad para contar con aparcamiento en Valladolid. 

Renfe ofrece aparcamiento gratis en la estación de tren con la tarjeta oro. Sin embargo, con el precio de los abonos, el coste de los billetes es menor y se han quitado muchas tarjetas oro. La gente tiene muchos problemas para aparcar porque no hay parking privado en la zona y en zona azul no se puede aparcar porque hay que mover el coche cada poco tiempo. La petición es que se contabilice el precio completo del billete porque, aunque no lo pague el usuario al tener el bono, Renfe sí que recibe el importe íntegro.