Toda una vida como sacerdotes

R. Gris
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Una decena de párrocos lleva entre 25 y 60 años trabajando dentro del Arzobispado de Valladolid. Han vivido de todo, hasta un cambio generacional, aunque mantienen el mismo espíritu del día de su ordenación

Manuel Villa, sacerdote con 25 años de ordenación. - Foto: Jonathan Tajes

Puede parecer que el sacerdocio no ha cambiado nada durante las últimas décadas, pero nada más lejos de la realidad. El Arzobispado de Valladolid ha rendido recientemente un homenaje a los párrocos que hacían las bodegas de oro y de plata como sacerdotes, e incluso a los que han llegado a los 60 años desde su ordenación. 

Todos lo tienen claro. Las cosas han cambiado. Cuando ellos se ordenaron lo hicieron en una época en las que existía mayor vocación en la sociedad y los nuevos padres cubrían de sobra las necesidades de la iglesia. 

Han vivido un poco de todo, dificultades, penurias, inmensas alegrías y sobre todo han intentando mimetizarse con sus feligreses. Bien en los pueblos de la provincia o en parroquias de la ciudad. Han tenido siempre como objetivo divulgar la palabra de Dios a través de los sacramentos. 

José María Gordo, sacerdote con 50 años de ordenación.José María Gordo, sacerdote con 50 años de ordenación. - Foto: Jonathan TajesExplican que el tiempo ha pasado deprisa y, aunque la vocación, continúa intacta, ven con cierta pena el hecho de que las ordenaciones se hayan mermado tanto. Han vivido mucho durante todo este tiempo, han estado presentes en todas las circunstancias, incluso algún que otro robo del cestillo después de la eucaristía. 

Son muchos los kilómetros que han hecho en sus propios coches recorriendo municipios para impartir misas, sacramentos o participar en las celebraciones y fiestas de los pueblos. Lo han hecho como un pueblo más. Ellos no entienden el hecho de no ser parte de la comunidad a la que adoctrinan. Algunos tendrían la posibilidad de vivir en la ciudad e ir a los pueblos a oficiar misa, pero nunca han querido vivir esta vida. Consideran que deben formar parte de la comunidad y han sido partícipes de sus eventos como cualquier otro vecino. 

No todos son de Valladolid ni han permanecido en la provincia durante todos los años que han ejercido como sacerdotes. Algunos han estado durante décadas fuera de las fronteras españolas, pero la añoranza familiar les hizo regresar y ahora se encargan de sus parroquias de una forma más calmada. 

Heliodoro Ruiz, sacerdote con 25 años de ordenación.Heliodoro Ruiz, sacerdote con 25 años de ordenación. - Foto: Jonathan TajesDespués de tantos años como padres titulares de sus iglesias, algunos tienen ya edades muy avanzadas. Ya en la década de los 80, algunos reciben ayuda de otros sacerdotes o no acuden a sus parroquias de forma tan habitual como hace años. Pero mantienen el espíritu del primer día de la ordenación y ponen en manos de Dios su futuro. 

Otros son más jóvenes o incluso no llegan ni siquiera a los 50 a pesar de llevar 25 como sacerdotes. Se encargan día a día y se mantienen con las mismas actividades que hace años, pero intentando introducir nuevas actividades que atraigan a las nuevas generaciones a las eucaristías. Han visto como las generaciones de los más mayores se han ido ‘marchando’ con el paso de los años y los más jóvenes no se acercan tanto a las misas. 

Las actividades son constantes a través de los grupos de catequesis o en las confirmaciones donde intentan captar a los más jóvenes y enseñarles la palabra de Cristo. 

Afirman que están viviendo una etapa donde no tienen más remedio que lamentar la ausencia de nuevos párrocos. La mayoría están entrados ya en años. Ven que tal vez dentro de unos años no tengan el necesario relevo generacional. Pero no desesperan, son conscientes de que estarán al frente de sus parroquias hasta que la salud se lo permita. 

Todos ellos hacen un balance completamente positivo de todos estos años que llevan al frente de sus iglesias. Cuando echan la vista atrás y rememoran toda la experiencia vivida y afirman con total rotundidad que la vocación religiosa continúa intacta y que eligieron una vida plena de satisfacción. 

ARCHIVADO EN: Oro, Plata, Valladolid