La Diputación de Valladolid aprobó hoy los presupuestos de la corporación para el ejercicio 2025, tras la celebración del pleno ordinario celebrado en el Palacio de Pimentel, unas cuentas que crecen un 12,1 por ciento, a dos dígitos, y que suponen una cifra récord de 175,4 millones de euros, 19 millones más.
El proyecto recibió luz verde gracias al voto a favor de los 14 diputados del PP, la abstención del único representante de TLP, que compensó así la aprobación de una de sus enmiendas, y el voto en contra de los 10 del PSOE y los dos de Vox.
La principal diferencia, expuesta en el debate, radicó en la procedencia de los ingresos que han propiciado un aumento de las cuentas, y que los grupos provinciales de PSOE y Toma la Palabra achacaron al incremento de los fondos aportados por el Gobierno central, que supone tres de cada cuatro euros del total (13 millones más que en 2024), a lo que el vicepresidente de la institución, Víctor Alonso, respondió que el "dinero no es del Estado, es de los españoles, que lo pagan a través de impuestos y que se lo están quitando a los más pobres", según recogió Ical.
Alonso argumentó también que el aumentó a dos dígitos de las cuentas para 2025 se produce gracias a los ingresos por la enajenación de una nueva parcela en Villa del Prado, por 2,9 millones de euros; una operación de préstamos por 2,8 millones e ingresos extraordinarios de fondos UE por más de 7,7 millones, frente a un alza de las aportaciones del Estado, conforme a los datos que se dieron a conocer en un Consejo de Ministros de julio, del 2,8 por ciento, con 124 millones. La principal partida, corroboró, se dirige a los ayuntamientos, que obtendrán más de 65 millones de euros, un 16,3 por ciento con respecto al ejercicio actual.
El equipo de Gobierno, presidido por Conrado Íscar, aceptó solo una enmienda, presentada por el Grupo Toma la Palabra, para poner en marcha una subvención a los ayuntamientos que mejore las escuelas rurales. De hecho, el PP rechazó 43 de las 44 enmiendas presentadas, es decir, 14 de TLP, 17 de Vox y 12 del PSOE, en todos los casos, justificó Alonso, por ser "repetitivas" y "encontrarse ya recogidas en los presupuestos".
Alonso defendió que estas cuentas son la "herramienta que permitirá mejorar la calidad de vida de los habitantes de la provincia de Valladolid", si bien advirtió: "Sin la aprobación de las cuentas estatales hace que lo aprobemos sin tener una comunicación cierta de transferencias del Estado en 2025, siendo la partida más importante de los presupuestos de la Diputación".
Explicó que se trata de un proyecto "comprometido con las personas, los ayuntamientos, la implantación de nuevos modelos de colaboración, el empleo y desarrollo económico, apoyo al sector primario, comprometido con el futuro, las nuevas tecnologías y el medio ambiente y con diálogo, de donde han surgido muchas propuestas", anotó durante la exposición de las cuentas. A su juicio, se trata de un documento "prudente" para dar servicios, "en colaboración con las empresas, personas y ayuntamientos".
Sobre la deuda, consideró que la "salud pública de la Diputación no es dudosa", actualmente en un 12 por ciento de endeudamiento, "y bajando", en una institución que "paga a 33 días, con un grado de ejecución inicial del 105 por ciento de los ingresos que se han ejecutado, y respecto a los gastos, casi el cien por cien". "Ustedes no interpretan bien los datos", respondió a la oposición, quien había criticado el "bajo nivel de ejecución", en palabras del portavoz socialista, Francisco Ferreira.
Alonso admitió que la depuración de pequeños municipios "está llevando mucho tiempo, pero son trámites administrativos, y algunos infinitos, más si es con determinadas administrativas". Sobre el montante que la Diputación tiene a plazo fijo, defendió que ello "permite anticipar 30 millones de euros a los ayuntamientos en la recaudación, cifra que no aparece en el presupuesto".
"Me gustaría que sacáramos más pecho de la actividad de la Diputación, porque somos ejemplo para otras administraciones. Parece que criticamos la gestión, cuando nos ponen de ejemplo, pero entiendo que la posición de la oposición es llevar un poco la contraria", sentenció.
Presupuestos "irreales"
Sobre las enmiendas presentadas por los diferentes grupos, calificó de "repetitivas" las presentadas por el PSOE, que "ya figuran en las cuentas", si bien vaticinó que a "lo largo del Presupuesto del año se mejorará alguna partida si existe la suerte de tener más dinero y se incrementarán distintos programas". Por esta razón, el PP rechazó las presentadas por PSOE y Vox, y aceptó una de las 15 de Toma la Palabra, vinculada a la mejora de escuelas rurales.
Al respecto, el líder de la oposición socialista, Francisco Ferreira, recriminó que "nadie" les invitó para elaborar los presupuestos y "menos para llegar a un acuerdo", frase con la que contestó al presidente de la institución, Conrado Íscar, quien había señalado en anteriores días que el PSOE no había acudido a la rueda de prensa de presentación de las cuentas.
A juicio de Ferreira, se trata de presupuestos "irreales, poco respetuosos y repetitivos", y recordó que en 2022 y 2023 las ejecuciones rondaron el 66 por ciento, "cifra bastante baja para una administración pública". "Proponen programas que luego no ejecutan; y como no gestionan, realizan fondos a plazo fijo. La Diputación no está para ganar dinero", criticó.
Consideró que "se repiten programas de un año a otro" y acusó al equipo de Gobierno de "hacer un presupuesto para salir en los papeles, no gestionar y hacer una labor clara de márketing, con gastos superfluos", momento en el que reprochó los patrocinios en actividades de motociclismo, la Milla de Oro en Madrid y el reciente viaje a México de Íscar.
Además de afear que "no tenga en cuenta que el presupuesto sube por las aportaciones del Gobierno", lamentó la ausencia de una "queja firme" a la Junta por la prestación de servicios sociales, pues en la ayuda a domicilio el Ejecutivo autonómico aporta un 35 por ciento, "cuando tendría que poner el 90".
"Presupuesto socialdemócrata"
Por su parte, Mario de Fuentes, de Vox, dudó que se trata de los presupuestos "más sociales", ya que según marca la ley, "no lo son", pues "quedan en un plano secundario servicios como la recogida de residuos en municipios de menos de 500 habitantes, que quedan en mano de mancomunidades".
De Fuentes consideró que estas cuentas son de carácter "socialdemócrata". "Lo podía haber presentado cualquiera de las formaciones de la bancada de enfrente", dijo, en referencia a PSOE y TLP. "No sé cómo verán sus votantes que den tanto dinero a asociaciones o al Diálogo Social, cuando entran a sus pueblos por carreteras en mal estado o se les vacían los bolsillos", reprochó, para añadir que los presupuestos se han elaborado sobre una "base ficticia, sin techo de gasto ni cuentas del Gobierno".
Entre las enmiendas presentadas por Vox, y que fueron rechazadas, se encontraba la eliminación progresiva de la Sociedad Avanza; supresión del préstamo a largo plazo; fomentar la venta ambulante en los cien pueblos más pequeños "para gestionar el comercio de panadería o zapatería"; y transparencia para otorgar subvenciones en concurrencia "clara y objetiva".
También, una unidad de respiro, facilitar la autonomía personal de las personas con Síndrome de Down, "quitándole la subvención a la Fundación Godofredo Garabito, que no se sabe muy bien su acción en la provincia"; trabajar en colegios e institutos para evitar que la conducta suicida sea una solución para quienes no encuentran otra salida; apoyar a la Asociación de Diabéticos, así como a la investigación del cáncer de mama; ayudar a la "pequeña bodega familiar, que aumenta y mantiene la población en el medio rural"; un plan de choque para gestionar colonias felinas y dar más dinero a "Protección Civil y no para Cruz Roja".
Por su parte, el portavoz TLP, Julio Pereda, fue el mejor parado en la respuesta del equipo de Gobierno a sus enmiendas, al ser el único que recibió el voto favorable a una de ellas, que se incorpora así al dictamen inicial, lo que permitió modificar su sentido del voto, "que inicialmente era no", a una abstención. Sin embargo, Pereda aseguró que "buscando algo novedoso en el Presupuesto, lo único es que es el más alto de la historia". "Llevan 31 años gobernando aquí y en la Junta y no han tenido discrepancias, cuando son los únicos responsables de la realidad de la provincia, con pueblos que se mueren y sin solución; y esto pasa porque en 31 años no han sido capaces de revertir la situación. Con este modelo que no se mueve no logran cambiar la dinámica y están anclados en que hacen lo correcto y culpando de los males al Gobierno central", achacó.
Pereda se mostró crítico con las 200 "subvenciones nominativas", algo que tachó de "clientelismo", y entendió que se "pueden dar, pero unas cuantas, no 200, porque algunas de estas asociaciones las conocen sus cuatro integrantes". Sobre Sodeva, consideró que es el "saco sin fondo" de la Diputación, "con ejecutivos bien pagados que no tienen que someterse a un control". No obstante, "no todo lo que hace la Diputación está mal, nunca diré eso, ni todo está bien, nunca diré eso", insistió.
Sobre sus enmiendas, además de la relativa al buen estado de los centros escolares, fueron rechazadas otras 15, entre las que pedía aumentar la vivienda para alquiler social, la sustitución de redes municipales para conducción de agua, impulsar un modelo de placas solares en edificios de titularidad municipal y creación de comunidades energéticas, solucionar problemas de movilidad para acercar a los habitantes de pueblos "peor comunicados a los hospitales públicos", al igual que hacia la planta de tratamiento de residuos.
Igualmente, recogía incrementar partidas para el Aula de Educación y Cultura, que "bajaron mucho en 2008 y 2009". En conjunto, defendió que estas enmiendas pretendían "mejorar la vida de la gente de los pueblos y dar solución a sus carencias, que están muy en la calle". "Son perfectamente asumibles, no son grandes cantidades económicas", defendía Pereda antes de la votación.