Ni se creó en 2022 ni llegará en 2023. El que será el cuarto juzgado de Familia de Valladolid no se va a convertir en realidad, al menos, hasta enero de 2024. Una de las jurisdicciones que más tiempo lleva solicitando la ampliación de su planta tendrá que continuar únicamente con los tres órganos actuales y, para colmo, en un par de meses se quedará sin la jueza de refuerzo que lleva apoyando a los tres magistrados titulares desde el pasado mes de mayo.
Los asuntos de la jurisdicción de Familia (divorcios, custodias, procesos de liquidación de bienes matrimoniales, capacidad de las personas...) son atendidos en toda esta provincia por los juzgados de Primera Instancia números 3, 10 y 13, a los que se unió en primavera esa jueza de refuerzo (en prácticas) que iba a asumir parte del trabajo de los tres titulares, en principio, hasta este noviembre, pero que ha ampliado su estancia en la calle Angustias hasta enero, «cuando es previsible que le entreguen su destino definitivo», según avanza el presidente de la Audiencia de Valladolid, Javier Carranza, quien apunta que «por ahora, ya no hay previstos más refuerzos para los juzgados de Familia».
La incorporación temporal de esta jueza ha contribuido a paliar una parte del atasco que habían acumulado los juzgados de Familia vallisoletanos, fundamentalmente, en el primer año de la pandemia y a lo que se ha unido la obligación, por un cambio legal, de revisar la situación de las incapacidades. En la última actualización estadística que ha hecho pública el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se habla de un atasco medio por cada uno de los tres juzgados de 373 asuntos, 104 menos que un año antes y casi doscientos menos que hace dos. Es más, es la primera vez que está por debajo de los 400 casos pendientes de resolución desde 2015.
Sin refuerzo de funcionarios
Y eso, a pesar de que, el Ministerio solo ha reforzado con esa jueza, sin más funcionarios, ni letrados de la administración de justicia, ni tan siquiera algunas prolongaciones de jornada, como sí ha hecho en el Juzgado de Primera Instancia 4, el que se encarga de los asuntos de cláusulas suelo y demás abusos bancarios. «Es una jurisdicción especialmente castigada desde ya hace años, a lo que se ha sumado la revisión de sentencias dictadas sobre incapacidad», según sostiene Raúl Franco, presidente de la Junta de Personal en la Administración de Justicia, quien apostilla que esa falta de refuerzos en la plantilla de funcionarios ha ido provocando la salida de los trabajadores de estos órganos: «En los últimos concursos de traslados, la mitad del personal de los tres jugados ha buscado otro destino».
La llegada de Familia 4 es algo que se viene demandando desde hacia varios años. En Valladolid se le esperaba incluso para 2022, el año en que se creó el Juzgado de lo Mercantil número 2, pero al final se pospuso su puesta en marcha. Y ello, a pesar de que la Gerencia Territorial de Justicia llegó a dar el paso de alquilar un local en la calle Torrecilla para intentar trasladar allí algún servicio de la sede central de Angustias y poder hacer hueco a ese ansiado Familia 4. Pero no se llegó a crear y lo cierto es que aquel local sigue alquilado por Justicia –a razón de unos mil euros al mes, según diversas fuentes–, pero sin uso y completamente vacío. «Se iba a estudiar llevar allí el Decanato o el Registro Civil para que Familia 4 pudiera estar con los otros tres en Angustias, pero nunca más se supo», comenta alguna de estas fuentes.
Necesidades
Valladolid lleva ya tres años solicitando la creación de este nuevo juzgado de Familia, aunque no es el único que está en la lista de necesidades. También se reclama el que sería el sexto de lo Social y otro más (exclusivamente civil) de Primera Instancia.