Renault y Geely formalizan la unión de sus activos de motores

D. V.
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Crearán una filial común a partes iguales, que no tiene nombre, pero que estará en el Reino Unido

Fábrica de motores de Renault.

El grupo francés Renault y el chino Geely anunciaron hoy la firma del acuerdo que creará una filial común a partes iguales que va a reunir sus activos de motores de combustión de híbridos, a la que se podría sumar en los próximos meses el saudí Aramco, la mayor compañía mundial de hidrocarburos.

Esta nueva filial, que todavía no tiene nombre ni tampoco sede, aunque debería estar en el Reino Unido, reunirá 17 fábricas mecánicas de motores y transmisiones, así como cinco centros de ingeniería en países repartidos por tres continentes con un total de 19.000 empleados.

Los dos socios destacaron en un comunicado que su objetivo es producir hasta cinco millones de transmisiones y motores de combustión e híbridos anuales en un horizonte no precisado.

Y sobre todo, que su voluntad es que esos motores y esas transmisiones no sólo equipen sus propios vehículos, sino también los de fabricantes automovilísticos de la competencia.

Desde el comienzo de sus operaciones, que está programado en el segundo semestre de este año, que es también cuando se espera la decisión de Aramco sobre su entrada con una participación minoritaria, la nueva entidad aprovisionará en motores a Renault, a Geely, pero también a Volvo, Proton, Nissan, Mitsubisthi y Punch Torino.

En el caso de Geely y Renault, establecerán un acuerdo de aprovisionamiento de largo plazo con esta filial común para los motores de combustión interna, híbridos e híbridos recargables para los vehículos particulares. Renault también le comprará los motores para sus furgonetas así como el desarrollo de las baterías híbridas.

Las dos partes han acordado que cada una aportará el equivalente de 3.600 millones de euros en activos o en dinero si no se cubre la totalidad de esa cantidad una vez que se finalice la valoración de éstos y que tendrán una participación equitativa en el consejo de administración.

En el caso de Renault, integrará en esa entidad con Geely la nueva filial que ha creado con sede en Madrid a la que llama Horse (unos 9.000 empleados), en la que están sus fábricas Motores Valladolid y Sevilla en España; Cacia en Portugal; Bursa en Turquía; Pitesti en Rumanía; Curitiba en Brasil. CorMecánica en Chile; y PFA en Argentina.

No están en Horse, y tampoco estarán en la entidad común con Geely, ni las factorías de ensamblaje ni todo el negocio relacionado con los vehículos eléctricos, que han quedado alojados en otra filial con sede en Francia, Ampere.

Geely, por su parte, incorporará su filial Aurobay (de la que Volvo salió a finales de 2022) con una serie de plantas de sistemas de transmisión.

En el caso de que se confirme la llegada de Aramco, más allá de la eventual aportación financiera, el interés estriba en que su posicionamiento en el negocio del petróleo, que es lo que se utiliza actualmente en los motores de combustión, debería favorecer la investigación de nuevos combustibles sintéticos y también de motores de hidrógeno de nueva generación.

Es decir, soluciones alternativas a la electrificación para la descarbonización del automóvil.

El consejero delegado de Renault, Luca de Meo, justificó esta alianza insistiendo en que "frente a los desafíos actuales del automóvil, nadie puede pretender tener todas las soluciones en solitario. Para proponer innovaciones revolucionarias, hay que unir las competencias y las bazas".

"En la carrera para la descarbonización de la industria automovilística, no hay tiempo qué perder y tenemos que pensar y actuar de forma diferente", añadió De Meo.

El responsable ejecutivo de Geely, Eric Li, indicó por su parte que "con este acuerdo reiteramos nuestro compromiso para sacar partido de nuestra experiencia tecnológica y de nuestra cartera de marcas en el grupo para abrir el camino a un desarrollo más sostenible y a la creación de valor, lo que permitirá mejorar la experiencia de los clientes".