El mapa electoral del 28-M

Carlos Pérez Gil (EFE)
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Las municipales y autonómicas se presentan como el primer pulso entre el PSOE de Sánchez y el PP de Feijóo. Un duelo cuyo resultado marcará el futuro reparto de poder en España que saldrá de las urnas en las generales previstas para finales de año

El mapa electoral del 28-M - Foto: Alejandro Garcia

Doce comunidades y 8.131 ayuntamientos dibujarán el nuevo mapa electoral en España el próximo 28 de mayo. Será en la primera gran cita con las urnas de este año, que se completará con las generales previstas para diciembre. El primer pulso entre el PSOE de Pedro Sánchez y el PP de Alberto Núñez Feijóo, que determinará si los socialistas mantienen la primacía a nivel local y autonómico que consiguieron hace cuatro años o si los populares se hacen con ella, como ocurrió en 2015 y 2011.

A la cita del 28-M están llamados a votar 35,1 millones de electores, 243.446 más que en 2019, que, a nivel municipal, decidirán el reparto de los 67.152 concejales, 142 más que en los anteriores comicios.

En la actualidad, el PSOE es el partido con más poder local en cuanto a cifra de ediles (22.341, frente a los 20.336 del PP) y a población global gobernada (más de ocho millones de personas en relación con los populares). En cuanto a número de Alcaldías, los dos partidos rondan los 2.800 municipios gobernados, si bien los de Sánchez tienen más control en las capitales de provincia y en los otros municipios con más habitantes.

Los socialistas gobiernan en 22 cabeceras provinciales, entre ellas, Sevilla, Granada, Huelva, Palma, Las Palmas, Toledo, Valladolid, León, Burgos, Cáceres, La Coruña, Castellón, Logroño o Murcia, arrebatada al PP en una moción de censura en 2021. El PP tiene 12, como Madrid, Zaragoza, Teruel, Alicante, Málaga, Córdoba, Almería, Salamanca u Oviedo, además de Ceuta.

De los 15 municipios con más población que no son capitales de provincia, el PSOE controla 13 -Alcalá de Henares, Alcorcón, Badalona, L'Hospitalet de Llobregat, Gijón, Sabadell o Vigo-, frente a una de los populares -Cartagena-.

El tercer partido que más concejales obtuvo en 2019, con 2.787, fue Ciudadanos, que ahora afronta una situación delicada, lo que le ha llevado a reducir en más de la mitad sus candidaturas municipales -de 1.900 a 800-.

Los naranjas mantienen 173 alcaldes, entre ellos, los de Ciudad Real y Palencia, además de la vicealcaldía en Madrid, y están en 400 acuerdos de Gobierno, aunque en algunas plazas importantes perdieron presencia por la marcha de sus ediles o, como en el caso de Melilla, porque su presidente fue expulsadao del partido.

Podemos se quedó en 2019 sin buena parte de las Alcaldías en municipios importantes a las que llegó de la mano de coaliciones y mareas políticas -Madrid, Zaragoza o La Coruña-. Además, afronta la nueva cita electoral con la novedad de la irrupción, con vistas a las generales, de la plataforma Sumar liderada por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, en alianza con partidos como Compromís o Más Madrid, rivales el 28-M de la formación morada, o la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

Más candidatos de Vox

Respecto a los anteriores comicios, las encuestas dan mejores resultados a Vox, que mantiene 490 concejales, aunque con apenas media docena de alcaldías, tras salirse de Ejecutivos como los de El Ejido o Roquetas (Almería). Al contrario que Cs, los de Santiago Abascal han doblado sus candidaturas, con 1.936, mientras que en 2019 concurrieron en 752 municipios.

En el País Vasco, el PNV llega con el control de las tres capitales, mientras que en Cataluña, ERC tiene los Gobiernos de Tarragona y Lérida y Junts, el de Gerona.

Al margen del resultado en los municipios, las elecciones van a renovar además el reparto de poder regional, con el PSOE también en ventaja sobre los populares, a los que arrebataron la hegemonía autonómica hace cuatro años.

Los electores están llamados a votar en una docena de comunidades, al no haber elecciones en las históricas -Cataluña, País Vasco, Galicia y Andalucía, con calendario propio-, ni en Castilla y León, celebradas de maner anticipada en febrero de 2022.

De las autonomías que hay en juego el 28-M, están las nueve que controla el PSOE -Asturias, Castilla-La Mancha y Extremadura en solitario, y Aragón, Baleares, Canarias, Comunidad Valenciana, Navarra y La Rioja en coalición-, además de Cantabria, donde es socio de Gobierno con el regionalista Miguel Ángel Revilla.

De los cinco bastiones que administra el PP, habrá urnas en dos, en la Comunidad de Madrid y en la Región de Murcia, donde no cuenta con mayoría absoluta.

Por último, la foto electoral se completará con los comicios que va a haber en los cabildos insulares de Canarias; en los Consejos Insulares de Mallorca, Menorca e Ibiza; en las Juntas Generales de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa; en los Concejos de Navarra y en el Consejo Generala de Arán. 

 

Colau contra todos 

Los del 28-M posiblemente serán los comicios más reñidos de Barcelona: Ada Colau aspira a un tercer mandato, pero competirá con otros tres candidatos con opciones de victoria que rivalizan por presentarse como alternativa, en una batalla que será clave también para Pedro Sánchez. Un escenario con diversas variables que marcarán la campaña en la Ciudad Condal, en su área metropolitana y en las otras tres capitales de provincia catalanas, donde los socialistas esperan avanzar posiciones:

Las encuestas conceden opciones a cuatro alcaldables: Colau mantiene intactas sus aspiraciones como candidata a la reelección por Barcelona en Comú, en una reñida carrera con el socialista Jaume Collboni, el exalcalde y ahora aspirante de JxCat, Xavier Trias, y el cabeza de lista de ERC, Ernest Maragall, que ganó en votos en 2019 pero que en estos momentos parte desde la cuarta posición en los sondeos.

En un consistorio con 41 escaños, nadie se acerca ni remotamente a la mayoría absoluta, e incluso cabe la posibilidad de que el ganador quede por debajo de los 10 concejales, lo que deja muy abierta la geometría de posibles pactos; el PP de Daniel Sirera confía en mejorar sus actuales dos ediles, mientras que Vox, la CUP, CS y Valents pugnan por obtener representación.

Los candidatos de JxCat, PP, CS, Valents y Vox compiten por presentarse como antídoto contra las políticas de Colau, a quien le reprochan su gestión con la ocupación de viviendas, la limpieza, las «supermanzanas» o el tranvía por la Diagonal.

Incluso Collboni, que el pasado enero dejó el Gobierno municipal para desmarcarse de su hasta entonces aliada, se ofrece como abanderado de una «nueva etapa», pero esta polarización sitúa a Colau en el centro de la campaña, mientras que el voto anticolauista se atomiza.

El hilo rojo de alcaldes socialistas -Narcís Serra, Pasqual Maragall, Joan Clos, Jordi Hereu- quedó interrumpido en 2011 con Trias y, a partir de 2015, con el doble mandato de Colau, por lo que el objetivo de Collboni es restablecer la hegemonía del PSC. Así, un triunfo del socialista no solo sería celebrado por los suyos como la antesala de una posible victoria de Salvador Illa en las próximas elecciones catalanas, sino que también daría alas a la campaña de Sánchez en las generales de finales de año: el presidente del Gobierno ya protagonizó el 4 de mayo un acto en Barcelona y tiene previsto cerrar allí la campaña, en la que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, arropará a Colau.

El procés. Lejos quedan los llamamientos en anteriores citas con las urnas a convertir el Ayuntamiento de Barcelona en punta de lanza municipal del proyecto independentista. Más de cinco años después del 1-O, con los presos ya indultados y tras saltar por los aires la coalición ERC-JxCat en la Generalitat, el procés ha desaparecido casi por completo de esta campaña.

Ernest Maragall reivindica su republicanismo pero sin que la agenda nacional tape sus propuesta sociales, Trias evita abiertamente hacer bandera de la estrategia de «confrontación inteligente» que defiende JxCat -cuyas siglas esconde en su papeleta electoral- y la CUP hace hincapié en temas como la vivienda o el turismo.

 

Pugna tras la mayoría absoluta

Andalucía afrontará las elecciones municipales menos de un año después de las autonómicas de junio de 2022, que arrojaron un resultado histórico, la mayoría absoluta de un PP liderado por Juanma Moreno que espera dar también un vuelco en el poder local y arrebatar a los socialistas diputaciones y ciudades clave como Sevilla o Granada.

Ese poder municipal es importante en una comunidad con 785 municipios, en los que viven casi ocho millones y medio de habitantes, y con ocho Diputaciones Provinciales, seis actualmente gobernadas por el PSOE, todas menos Málaga y Almería, y que manejan presupuestos que suman unos 2.700 millones de euros.

En las municipales de mayo de 2019, los socialistas aventajaron por 400.000 votos y 10 puntos a los populares (36,9 frente al 26,7 por ciento), -lo que dio a los de Alberto Núñez Feijóo el Gobierno de 189 municipios- mientras Vox no llegó al cuatro por ciento, por lo que los comicios del 28 de mayo serán un test para comprobar la influencia en la política local del partido de Santiago Abascal.

Las formaciones a la izquierda del PSOE, después de meses de negociaciones, concurrirán unidas en cinco capitales -Sevilla, Málaga, Córdoba, Almería y Huelva-. A última hora, Podemos decidió no unirse a la lista conjunta en Cádiz, donde no se presentará a la reelección el actual alcalde, José María González Kichi, de Adelante Andalucía, el partido de Teresa Rodríguez.

Los socialistas tienen las Alcaldías de 458 municipios, entre ellas las de cuatro capitales -Sevilla, Granada, Huelva y Jaén- por lo que para que se consolide el proyecto de Juan Espadas al frente del PSOE andaluz es fundamental que resista este 28-M. Precisamente, Espadas fue primer edil de la capital hispalense hasta enero de 2021, cuando dejó el Ayuntamiento para ganar en junio de ese año las primarias del partido a Susana Díaz.

Sevilla es la ciudad más poblada de España en la que gobierna el PSOE y una plaza clave en estas elecciones. Ferraz se volcará en mantenerla, con el sustituto de Espadas, Antonio Muñoz, que se presenta por primera vez, mientras el PP intentará recuperarla con José Luis Sanz, un peso pesado en Génova que ya fue regidor de Tomares, una localidad vecina.

Las últimas encuestas que se han publicado apuntan a un resultado incierto en la capital hispalense, no así en otra de las plazas importantes del país, Málaga, donde Francisco de la Torre (PP), a sus 80 años podría conseguir una mayoría absoluta que le permita seguir en la Alcaldía, donde lleva desde el año 2000.

Otro de los objetivos de Feijóo es recuperar Granada, para lo que Juanma Moreno ha prescindido de su consejera de Fomento, Marifrán Carazo, quien disputará el Consistorio al socialista Francisco Cuenca, que llegó al cargo en julio de 2021 cuando se rompió el pacto entre el PP y Cs.

Doñana entra en campaña

La precampaña en Andalucía se ha visto agitada por la polémica sobre la iniciativa del PP para regularizar regadíos del entorno de Doñana, un asunto que puede tener incidencia directa en los pueblos onubenses afectados -y trasladarse a la Diputación de Huelva, otro objeto de deseo de los populares- y, quizás, por extensión, en el voto del mundo rural andaluz.

La explosión de las viviendas turísticas en ciudades como Sevilla, Málaga, Granada, Córdoba o Cádiz, con importantes centros históricos tensionados en este sentido y de los que están siendo expulsados los vecinos, es otro asunto que puede decantar el 28-M.