¡Es, sin duda, Jared Leto uno de los intérpretes más camaleónicos y polifacéticos de Hollywood. Un actor de método que se involucra con cada uno de los personajes que interpreta. Son muy sonados los extremos cambios físicos a los que se somete adelgazando o engordando según el personaje lo requiera. En Morbius da vida a un científico afectado por una rara enfermedad degenerativa con una obsesión por encontrar la cura que le llevará a experimentar consigo mismo un tratamiento basado en el genoma de los vampiros con nefastas consecuencias.
Nacido en Lousiana en 1971, se estrenó ante las cámaras en 1995 con Donde reside el amor y delante de los micrófonos tres años después con la banda de rock 30 seconds to Mars con influencia de Pink Floyd y Tool.
Ya con Prefontaine (1997) despuntaba su faceta transformista al caracterizarse de forma tan real como el corredor que da nombre al filme que su hermana, al verlo, se emocionó. Tras el reconocimiento, vinieron títulos como el thriller Secuestro (1997), Basil (1998), Leyenda urbana (1998), La delgada línea roja (1998) -obra maestra de Terrence Malick-, El club de la lucha (1999), una genialidad de David Fincher con quien también trabajó en el filme de suspense La habitación del pánico (2002), que protagonizó Jodie Foster.
En el siglo XXI Leto ya tenía un bagaje y reconocimiento bastante notable, pero se consolidaría aún más con el papel de Paul Allen en el filme de culto American psycho. Posteriormente, interpretó a un adicto a la heroína en Réquiem por un sueño, cruda película del no menos controvertido Darren Aronofsky. Para esta película llevó al extremo su caracterización adelgazando casi a niveles enfermizos.
Otros títulos de su filmografía son Alejandro Magno (2004), de Oliver Stone, donde interpreta a Hefestión; El señor de la guerra (2005) con Nicolas Cage; Corazones solitarios (2006), thriller con Salma Hayek, o Chapter 27 (2007), donde encarna a David Chapman, el asesino de Lennon.
Las películas que mejor le van son las del género independiente. Claro ejemplo de ello es Las vidas posibles de Mr. Nobody (2009), película belga de ciencia ficción donde interpretó a un hombre que vivía diferentes existencias dependiendo de elecciones en momentos clave. Pero donde su reconocimiento fue total es en Dallas Buyers Club (2013), conquistando el Oscar por su papel de Rayon, un transexual con sida.
Ese éxito le otorgaría nuevos proyectos dentro del cine más comercial, como Escuadrón suicida (2016), en el que fue el Joker. La crítica fue injusta con el filme y su interpretación se vio muy recortada en postproducción. Aun así, hizo una breve aparición en el Snyder's Cut de La Liga de la Justicia de 2021. Otro papel secundario en índole de cine comercial fue el de la película de ciencia-ficción Blade Runner 2049 (2017), que tampoco contentó a los expertos.
Con los Gucci
En 2021, nos brindó primeramente Pequeños detalles, thriller con Denzel Washington y Rami Malek. Pero su gran aportación fue de la mano de Ridley Scott encarnando a Paolo Gucci en La Casa Gucci. Y por fin llegamos a Morbius. Esta película ahonda en el universo de villanos de Spiderman que está creando Sony y nos presenta el origen de este vampiro viviente. La taquilla ha sido más bien modesta y los críticos la han golpeado con saña, pero no hay que olvidar que es un producto palomitero sin más. Entretiene sobradamente.