La irrupción de la pandemia del coronavirus hace ahora tres años también ha provocado un antes y un después en la lucha contra el absentismo escolar, un problema que siempre ha estado sobre la mesa pero que atraviesa ahora por un momento preocupante, con más de 1.400 absentistas solo en la ciudad de Valladolid, el doble de lo que había hasta el estallido de la crisis del covid-19.
Hasta aquel mes de marzo de 2020 en que los alumnos dejaron de acudir al colegio, la población absentista vallisoletana se movía ligeramente por debajo de los 700 casos anuales. En el curso 2017/18 eran 689 (sobre un total de 40.451 matriculados en la capital), en el 2018/19 se registraban 678 (de 40.393) y en ese 2019/2020 que se dio por finalizado en marzo para los programas de absentismo se llegó a 679 (de 40.368) según los datos que maneja el programa municipal contra el absentismo.
Todo empezó a cambiar a partir del mes de septiembre de 2020, en el primer curso postpandemia, puesto que se detectaron el doble de faltas que antes del covid pero aquello se achacaba al miedo, a los contagios, a la obligación de quedarse en casa con un positivo, al incremento de ausencias en la etapa (no obligatoria) de Infantil... En el primer trimestre fueron 1.468 (332 en niños de tres a seis años, 724 en la franja de seis a doce y otros 412 en Secundaria) que se convirtieron en 1.593 (con 39.520 matriculados en la capital) al llegar al mes de junio. Es decir, que lejos de conseguir reducir las cifras con el paso del tiempo, subieron.

El «temor» al coronavirus

Eran unos meses «muy difíciles», según recuerdan desde el equipo municipal de absentismo escolar, en los que «había muchas familias con temor al contagio, gente que era tradicionalmente absentista pero también otras personas que nunca lo habían sido».
La situación cambió el siguiente septiembre, el que abría el curso 2021/22, pese a que las mascarillas continuaron siendo obligatorias hasta después de Semana Santa y a que seguía habiendo contagios y olas pandémicas confinando a los ciudadanos en sus casas. Pero lo cierto es que el primer trimestre se cerraba con 'solo' 1.070 alumnos vallisoletanos engrosando las listas de absentismo, de los que 172 eran de los tres niveles de Infantil, 519 de los seis de Primaria y los otros 379 de los cuatro de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO).
«Quizá lo más sorprendente de aquel curso es el bajón que sufrió el absentismo en el ámbito de la educación secundaria. Pensamos que pudo deberse a las ganas de los chavales de normalidad, de salir de casa sin tanta restricción después de lo de la primera ola del covid y lo de aquel curso postpandemia», reflexionan las fuentes educativas consultadas por este periódico. A la conclusión del 2021/22, la cifra final de ausentes repuntaría hasta 1.360 (sobre un total de 38.891 matriculados), si bien se logró esa leve reducción del 14 por ciento con respecto al curso postpandemia aunque, en todo caso, seguía lejos de los números precovid.

Un incremento del 34,6%

Y la situación en este curso no apunta ni mucho menos a una mejoría. A falta de lo que ocurra hasta junio, la realidad de los datos que reporta el primer trimestre (el único con la estadística consolidada) habla de un nuevo incremento del 34,6 por ciento, en comparación con lo ocurrido hace un año. Así, los 1.441 alumnos que cuantifica el equipo municipal de absentismo del Ayuntamiento de Valladolid son casi 400 más que los que había a esas alturas del 21/22, 27 menos que en el 2020/2021 y cerca de 800 más que los contabilizados en los meses previos al estallido de la pandemia. 
Además, se reparten de manera mucho más aproximada a lo que viene siendo habitual, puesto que vuelve a subir el absentismo entre los alumnos de Secundaria y baja en Infantil, superado el miedo y la etapa del coronavirus. Así, el 45% de los casos contabilizados en este curso (651) proceden de los seis niveles de Primaria, hay otro 37,4% (540) que están en el instituto y el 17,6% restante (250) son niños de entre tres y seis años, que no tienen obligación de escolarizarse siquiera.
Fuentes del equipo municipal de absentismo escolar insisten en que el análisis debe hacerse al llegar a junio, debido a que «el alumno puede dejar de ser absentista a lo largo del curso y cambiar de un mes a otro», por el trabajo que hacen los profesores, tutores, directores... y las seis comisiones de absentismo de zona a las que acuden tanto los responsables municipales como los de la dirección provincial para buscar soluciones e intervenir en los supuestos más preocupantes.

Por zonas

En este sentido, se puntualiza que el 50% de los casos se concentran en los colegios del área Este, una de las cuatro zonas en que se reparte el trabajo este equipo municipal y que recoge los datos de colegios de Las Delicias, Pajarillos y Las Flores. Hay otro 19% del área Esgueva (Barrio España, La Rondilla y San Pedro Regalado), un 16% de Pisuerga (Huerta del Rey, Parquesol, Arturo Eyríes y La Victoria) y un 15% del área de Campo Grande (centro y barrios adyacentes, Covaresa y La Rubia).

20 faltas al mes

El Programa de Prevención y Control del Absentismo Escolar considera absentista a aquellos alumnos con un número de faltas equivalente al 20% del tiempo lectivo mensual y no adecuadamente justificadas, a juicio del tutor. Así, con carácter general, se considera absentista al alumno cuando acumula entre 20 y 24 faltas (clases) al mes, en función de si es de Primaria o Secundaria.