«La ganadería regenerativa es una revolución, ahorra costes»

Jaime Sánchez Cuéllar
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Andrés Gómez ha demostrado que en la ganadería se puede empezar de cero y además ahorrando costes y aumentando la rentabilidad

«La ganadería regenerativa es una revolución, ahorra costes»

El futuro de la ganadería extensiva se debate en el foro nacional convocado por el Ministerio de Agricultura esta semana en Toledo. Este proyecto del joven Andrés Gómez, en Zael (Burgos), apuesta por un modelo con el que sus vacas se alimentan exclusivamente de pasto. Algo tan sencillo no deja de ser una revolución con consecuencias positivas en la fertilidad del suelo. Su ganadería regenerativa tiene en el ahorro de costes y en la calidad de la carne dos argumentos para conquistar el futuro del campo. 

Se dice que es imposible empezar de cero en el campo… pero no siempre. 

A la vista está que es posible. Mi familia no es agricultora ni ganadera y yo pude empezar de cero. Sí que es cierto que es muy complicado y hasta que no descubrí la ganadería regenerativa pues creía que era imposible.

¿Cómo empezaste? 

Comencé hace cinco años con 20 terneritas al destete, sin subvenciones, porque no sabía si me iba a gustar. Ahora tengo, junto a Mario, un amigo de Villamayor de los Montes, una ganadería de vacuno de carne de 120 animales 100% alimentada a base de pastos, siguiendo los principios de la ganadería regenerativa. Imitamos cómo se comportarían los grandes rebaños de herbívoros salvajes en la naturaleza real. Lo más fácil es pensar en África. Grandes manadas de ñus, apiñadas, que se van moviendo constantemente por la presión de los depredadores. Y como van muy juntos comen todo. Si no dan un bocado, se lo quita el de al lado. Y, además, pisotean y defecan todo. Se mueven para ir a pasto limpio. 

Cada día movéis a los animales buscando un pasto nuevo… 

Usamos el pastor eléctrico. Hacemos cercados diarios donde calculamos a ojo la comida para un día. Ellas ya están acostumbradas a este tipo de pastoreo no selectivo donde se comen todo. Hacemos una rotación de un año para que se pueda recuperar la hierba. Luego, en verano, al estar en una zona cerealista, aprovechamos las rastrojeras. 

¿Como si de un rebaño de ovejas se tratase?

Al final es volver a lo que se ha hecho toda la vida, donde la agricultura y la ganadería están en simbiosis. Aprovechamos rastrojeras, otoñadas y todos los recursos de la agricultura.  Aquí no hay muchos pastos, utilizamos los caminos, las lindes, los perdidos, cañadas, cosas así, las riberas. En cada parcela nueva que abrimos cada día las llevamos el agua. Cuando empecé iba con un carro enganchado al coche y un depósito pequeño. Era una auténtica locura. Desde hace unos meses tenemos una cuba y un tractor.

¿Con esta alimentación es suficiente para los animales?

Sí. Con este manejo el ganadero es lo más autosuficiente posible. Si suplementas con algo, es algo de paja o de forraje. Cuando hace dos años subieron tanto los insumos de los piensos, los forrajes, el gasoil, a nosotros nos afectó muy poquito. Nuestros costes de producción son muy bajos porque no utilizamos piensos. Al final es la tierra que tú tengas dividida en 365 cachitos y ajustas el número de animales.  Pasan las 24 horas en el mismo recinto. 

¿Tenéis más o menos problemas sanitarios?

Puedes requerir a un veterinario en un parto, porque tema de enfermedades y parásitos los reduces casi al 100 por 100. Con la rotación, los animales comen y duermen en suelo limpio, y al pasar un año los campos se desinfectan totalmente. Rompes todos los ciclos de parásitos, es como una desparasitación de los campos, en vez de los animales. 

¿En qué se traduce en la carne? 

Los tiempos productivos son diferentes. Tenemos un cruce de raza asturiana de la montaña con angus. Para canales de 250 kilos tardamos casi tres años, cuando en un cebadero comercial lo tienes en un año y poco. Pero la carne es muy diferente. Es muchísimo más oscura, de grasa amarilla. La revolución es el tema nutricional, los ácidos grasos, el perfil lipídico, la relación de ácidos grasos omega-3 y omega-6. No tiene nada que ver con la carne hecha a base de pienso, es como otro producto. Hacemos venta directa, casi todo en proximidad.

¿Este sistema puede ser capaz de alimentar a la humanidad?

Producimos más kilos de carne por hectárea. Es verdad que un cebadero no ocupa nada y encima la canal la tengo en año y medio, pero hay que ver las hectáreas que se necesitan de soja, maíz... En nuestro caso, aunque sea el tiempo más largo, produces más kilos de carne por hectárea. Además, no compites en recursos con los humanos. 

¿Este modelo se está expandiendo por otros lugares? 

Aquí a España llegó hace unos 10 años. Esto empezó en Australia, Estados Unidos, África, pero mucho vino de América Latina. Hemos pasado de hacer pruebas a ser ahora mismo una auténtica revolución. Cuando estas cosas crecen tanto es por el tema económico. Sí, el tema medioambiental está muy bien, pero es cuando toca el bolsillo, con un modelo donde los costes son mínimos, pues ahí es cuando la masa empieza a ponerlo en práctica por pura supervivencia económica en muchas ocasiones.