La Guardia Civil de Valladolid investiga a dos personas, vecinas de Campaspero y Langayo, por delito de daños al patrimonio histórico a raíz de tener conocimiento de los desperfectos ocasionados en dos hitos o mojones de señalización de cañadas reales, cordeles y veredas a su paso por la provincia, en concreto entre los referidos términos municipales.
Los agentes localizaron junto a la Cañada denominada 'Del Convento', sita en Campaspero, un hito medieval desplazado de su posición original, tumbado junto a un camino, perdiendo así su condición y con peligro de deterioro o desaparición, según informaron a Europa Press fuentes del Instituto Armado.
Paralelamente, junto a la Cañada conocida como 'Rodeo del Monte', en Langayo, se verificó la falta de otro de los hitos medievales instalados en la zona, el cual no se encontraba en su posición original ni tampoco fue localizado en las inmediaciones.
Estos hitos tienen la consideración de Bienes de Interés Histórico, Artístico, Científico, Cultural o Monumental, ya que forman parte de diversos amojonamientos que se han producido entre las comunidades de Villa y Tierra de Cuéllar y Peñafiel a causa de los pleitos surgidos entre ellas por los límites territoriales, administrativos y jurisdiccionales relacionados con el aprovechamiento pecuario, de las aguas y los pastos.
Se tiene constancia documental de la existencia de tales mojones en esta zona desde el siglo XII (hito de la Yunta), correspondiendo, no obstante, su mayoría a los amojonamientos del siglo XV e inicios del XVI.
En consecuencia, según lo dispuesto en el artículo 2 de la Ley 12/2002, de 11 de julio, del Patrimonio Cultural de Castilla y León, estos hitos son bienes integrantes del mismo debido, al menos, a su interés histórico, arqueológico y etnológico, y, por ello, están protegidos por el Régimen Común de Conservación y Protección (Capítulo I del Título II de la antedicha Ley), según informe emitido por el arqueólogo del Servicio Territorial de Cultura Fomento y Deporte de la Junta de Castilla y León de Valladolid.
Debido a la relevancia de estas señalizaciones, por parte de los componentes del Seproa de la Guardia Civil se investigaron los hechos, llegando a determinar que los autores de los hechos eran dos hombres de 56 y 61 años, que han sido imputados por un delito de daños al patrimonio histórico.
Se consideran además infracciones muy graves el derribo, desplazamiento, remoción o destrucción total o parcial de bienes inmuebles declarados de Interés Cultural, sin la preceptiva autorización, llegando la cuantía de la multa hasta los 600.000 euros.