Mar Casado es trabajadora social en la residencia Doctor Villacían y ha sido la encargada de llevar a cabo este proceso de acompañamiento. «La filosofía del centro es trabajar en el proyecto de vida de los residentes, lo que ha sido su vida, gustos, intereses… en concreto en el tema de José Luis es un forofo del fútbol, se acuerda del Zorrilla viejo», explica. «Solemos investigar las preferencias de cada uno y en este caso, conseguimos que se sacará el carné de abonado».

Así comenzó parte de esta iniciativa. La siguiente fue lanzar la oferta a través de una asociación de voluntarios de Castilla y León; y ahí apareció David: «Nos llamó su madre, Mercedes, explicándonos que su hijo estudiaba Bachillerato Internacional y esa asignatura donde tenían que hacer un voluntariado». 

Tras ello, y con la colaboración del Real Valladolid, hace unas semanas comenzó el acompañamiento, que durará toda la temporada. «David es menor de edad y uno de los requisitos es tener 18 años. No los tiene, pero hemos firmado un compromiso por el que los padres asumen la supervisión. Así, la figura paterna es el que controla», explica Mar Casado, que tiene claro que todo son beneficios y más viendo a José Luis: «Está encantado, presume con el resto de residentes».

Al riosecano se le ve la sonrisa de oreja a oreja cuando se quita la mascarilla. Asegura que tiene una bufanda que le dio Onésimo en un taller de reminiscencia de los que hace Javi Torres Gómez, y que en uno de ellos acudió Toni Villa a hablarles de fútbol y del Pucela, dos de sus pasiones.