El reciente éxito de la selección española en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda ha hecho que nombres como los de Olga Carmona, Salma Paralluelo, Aitana Bonmatí, Jenni Hermoso o Misa Rodríguez sean repetidos de carrerilla por los aficionados al fútbol. También en Valladolid, donde cientos de aficionados se dieron cita en la acera de Recoletos para ver y celebrar juntos el título de hace una semana.

En clave local, el fútbol femenino sigue lejos de la elite, de esa Primera División donde juegan el Barcelona, el Real Madrid, el Athletic, el Atlético de Madrid, el Sevilla, el Betis o la Real Sociedad. 

El máximo exponente vallisoletano es, desde hace varias temporadas, el Parquesol. El conjunto que preside Jacinto Santos ha militado en la categoría de plata, bien bajo el nombre de Segunda o de Reto Iberdrola, desde 2013 (año de fusión con el Simancas) hasta 2022, cuando cayó a la Segunda RFEF (tercera división) tras la reestructuración de las categorías. El pasado curso no pudo mantenerse y en el presente jugará un peldaño por debajo, en la Tercera RFEF, dentro del grupo 2, con conjuntos castellanos y leoneses, cántabros, riojanos, navarros y vascos.

Una categoría por debajo, en la Primera Regional (Liga Gonalpi) se sitúan otros tres clubes de Valladolid, ambos de la capital. Son los casos del San Pío X, el Atlético Lince y el Real Valladolid Simancas, junto al filial del Parquesol.

Tampoco en licencias, pese a ser la provincia con mayor número de la comunidad, el tema es boyante.  Con 526 entre las 485 de fútbol y las 41 de fútbol sala.

Algunas de ellos están en plena disputa del Trofeo Diputación, soñando emular algún día a las que el domingo hicieron historia en el Accor Stadium.