La Plataforma, contraria a duplicar las vías de alta velocidad

D.V.
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El colectivo cuestiona el informe presentado por el ministro de Transporte a favor de la integración y en contra de soterrar las vías por su coste y plazos

Arco de Ladrillo. - Foto: Jonathan Tajes

La Plataforma por el Soterramiento del Ferrocarril en Valladolid exigió hoy que se paralicen las obras de Arco de Ladrillo, de la segunda vía de la alta velocidad y que se recupere la obra del soterramiento, a la vez que advirtieron de que el informe aportado por el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, "en ningún caso dice" que soterrar las vías sea "inviable". 

Así lo expusieron en una rueda de prensa en la que volvieron a cuestionar el citado informe y en la que pidieron que "no se tire ni un euro más a la basura" en obras que, aunque no impiden el soterramiento, sí que lo retrasan y lo dificultan.

En tal sentido, incidieron en que los vecinos de Valladolid ven como avanzan soterramientos en otros municipios como Murcia, Moncada, Bilbao, Valencia, mientras en esta ciudad el Ministerio "sólo se dedica a poner trabas y dificultades para generar el desánimo en los ciudadanos y hacernos creer que los túneles son la única solución posible".

Según los miembros de la Plataforma, los informes de Transportes son "poco rigurosos con importantes carencias e imprecisiones e incluso manipulaciones en favor de su propuesta de integración a base de túneles y pasarelas". Así, señalan que en las infografías se ve como se mantiene la brecha que suponen "las vías de tren aunque pretendan esconderlas con enredaderas y elementos urbanos". 

En este punto, subrayaron que son innumerables las escaleras y las rampas que en ningún momento mejoran la accesibilidad de las personas mayores y de las personas con problemas de movilidad. "A pesar de que lo intenten ocultar, la brecha de cinco kilómetros que genera la vía del tren sigue existiendo y segregando a los más de 90.000 habitantes que viven al otro lado del muro", precisan.

Para la Plataforma, el informe carece de un estudio previo en el que se valore el impacto de las vías del tren que dividen la ciudad sobre las personas, el urbanismo, la economía, la accesibilidad, la ecología, la movilidad sostenible y sobre los diferentes aspectos sociales que afectan a los ciudadanos. 

Igualmente, expresaron que "llama mucho la atención la manipulación que hacen" de los plazos de ejecución de las obras limitando la integración y alargando el soterramiento. Así, califican de "curioso" que hayan tardado siete años en hacer un túnel, el de Panaderos, y ahora digan que en 6 años van a hacer dieciséis, lo que "no es realista y materialmente imposible".

Además, destacan que entre el convenio de 2002 y el de 2017 únicamente se ha hecho el túnel de Panaderos como espacio que realmente afecte a la movilidad de los ciudadanos. Los túneles de Rafael Cano (100 por cien Ayuntamiento) y de Andrómeda (100 por cien ADIF) se construyeron como alternativa a la supresión del paso a nivel de Pilarica y no como parte de la integración ferroviaria.

También, lamentan que no se analicen las repercusiones económicas que pueden tener los diferentes proyectos en la ciudad de Valladolid, ya que ven mayores los que aportaría el soterramiento como impulso económico e industrial, potenciando el desarrollo del comercio en toda la ciudad y especialmente a ambos márgenes de las vías.

Por último, manifestaron que "sorprende que de pronto" se plantee una estación en superficie de 200 millones de euros, cuando en el convenio de 2017 está valorada en 70 millones. En su opinión, una estación soterrada permitiría el aprovechamiento del suelo por encima de la estación para espacios culturales, lúdicos o comerciales. Además, indicaron que "no tiene ningún sentido" que el Ayuntamiento financie obras propias de Adif y Renfe, que se regalen 270 hectáreas a esta compañía y que Adif se quede con el suelo de los antiguos talleres para , en el futuro, "especular a su antojo".