Las Fuerzas de Seguridad se han visto obligadas a ir reforzando sus equipos especializados en la lucha contra la cibercriminalidad para combatir el imparable aumento de denuncias que se ha vivido en los últimos años; en un lustro, se han cuadruplicado en Valladolid, hasta superar las cuatro mil anuales.
En el caso de la Comandancia de la Guardia Civil, su Unidad de Policía Judicial sumaba hace casi un año el primer grupo de lucha contra la ciberdelincuencia, bajo la denominación de Equipo @. Más tiempo llevan trabajando este tipo de casos en la Policía Nacional con un grupo especializado que, pese a que ha ido creciendo en sus 14 años de vida, ha visto cómo subían más rápido las denuncias que la plantilla del GIT.
Con sede en la comisaría de Las Delicias y denominado Grupo de Investigación Tecnológica, nacía en 2008 como equipo específico y especializado, desvinculándose de la Unidad contra la Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) a la que correspondían antes estos casos. Echaba a andar con dos agentes, que tenían que recibir una media de nueve denuncias semanales y ahora, que son ocho (incluido el jefe), tienen que tramitar doce diarias.
Es la cruda realidad, motivo por el que la Policía ha afrontado una reorganización en el reparto de las denuncias de cibercriminalidad. «Ya hay agentes especializados en las comisarías de distrito, que se encargan de las estafas de menor importe, las de delitos leves», tal y como explica el jefe del Grupo de Investigación Tecnológica, quien detalla que «cuando superan los 400 euros de cuantía, el asunto ya es del GIT». «Además, la UDEF también está asumiendo algunas investigaciones, como las relativas a estafas vinculadas con alquileres o ventas de pisos, porque al final ahora casi todo sucede a través de internet. Son temas que no son tan de seguridad, sino que hablamos de que el componente fundamental es el económico», añade el inspector Panizo.
El GIT, la Policía en general, se va adaptando a un nuevo tipo de delincuencia que no para de crecer y que no se circunscribe a una sola provincia, por lo que se trabaja «en coordinación tanto con unidades centrales, con otras provincias, y con Europol e Interpol, en busca de la colaboración internacional» que tantas veces necesitan para dar con la cabeza de una organización de cibercriminales.
Además de buscar el apoyo de otras unidades para poder asumir la avalancha, el GIT también sigue avanzando hacia la especialización, con agentes encargados solo de las estafas y otros en el ámbito de la protección al menor y el tráfico de pornografía infantil.