El Fundación Aliados debutó en la División de Honor esta temporada con una derrota ante Amivel de Málaga, fruto de un partido "nefasto", tal y como lo definió su técnico, José Antonio de Castro, en el que la defensa fue muy pobre. A ello se une los numerosos errores cometidos en los pases y en los lanzamientos, lo que aprovechó el rival para controlar el marcador desde el primer minuto.

Aunque es cierto que el cuadro vallisoletano viajó con siete efectivos -faltan por llegar tres jugadores- "no hay excusa" para haber perdido por tanta diferencia: "No se puede defender tan mal, permitiendo lanzamientos muy cómodos al contrario, que ya en el descanso había anotado 41 puntos", señala su técnico. Mientras que los vallisoletanos tan solo habían conseguido sumar 19.

La nula defensa visitante se transformó en más puntos para el casillero del cuadro andaluz, que tuvo en Sandoval a su principal referente ofensivo, con 29 puntos, al dominar con total impunidad la pintura. A esto se le añadieron muchos fallos en el juego de los vallisoletanos, tanto en pases, como en búsqueda de espacios como de cara al aro, lo que concedió a los malagueños un sinfín de transiciones rápidas.

Está claro que el polideportivo Paco Aguilar no se le da bien al Fundación Aliados. Y eso quedó constatado, prácticamente, desde el salto inicial. Amivel supo controlar sin problema el encuentro, ante un Fundación Aliados que solo logró superar a su rival en el último cuarto, ya sin ninguna opción, con un parcial de 15-16. "No supimos hacer lo que sabemos hacer y cuando nos complicamos la vida, nos pasan por encima", concluye De Castro.