Argüello llama a la misericordia frente a la polarización

D.V.
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El arzobispo de Valladolid pide aprovechar las fiestas por la Virgen de San Lorenzo como "homenaje a la amistad social"

El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, durante la misa solemne por la Virgen de San Lorenzo. - Foto: Miriam Chacón / Ical

El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, hizo hoy un llamamiento a la misericordia para iniciar una "nueva lógica social" que permita a los ciudadanos reconciliarse consigo mismos y "perdonar" frente al "poder del mal y las perversas lógicas de la polarización y el enfrentamiento" que dominan en una sociedad en la que "el odio se escudriña y ha llegado a ser delito".

Pidió por ello Argüello, durante la homilía ofrecida con motivo de la misa por la festividad de la Virgen de San Lorenzo de Valladolid, que la misericordia cubra "nuestras heridas y miserias" en este año jubilar que, esperó, "ha de ayudar a renovar el encuentro personal con Jesús", que recordó que "ama siempre y no pide nada a cambio".

También hizo un alegato por "la fraternidad y amistad social" que surge de las parroquias, comunidades y cofradías y que sirven como "punto inamovible" para el "diálogo social" desde cuya perspectiva, apeló el arzobispo de Valladolid, "es necesario abordar las diferencias que se dan en el espacio público y privado".

Todo ello como parte de una homilía celebrada con motivo de las fiestas de la Virgen de San Lorenzo en el año jubilar del Corazón de Jesús, que supone "un elogio a la encarnación y la misericordia" y donde la propia Virgen "nos muestra a Jesús" dado que "la vocación de la Iglesia es ser María".

Así, las fiestas en su honor aparecen, según Argüello, como "expresión del afán permanente de abrir brechas en los muros que parecen encajonar la vida humana" y entre los que cifró "el muro del tiempo y su inexorable paso, que deja huellas de golpes y culpas en la memoria", y el muro del espacio vital, personal, familiar y ciudadano, en el que "se producen choques y conflictos" y que llamó a resolver con misericordia en la parte final de su homilía.

Receta frente a la "falta de vínculos y moral"

Pero además, hizo Argüello mención a otros dos muros "más imperceptibles" como son "la falta de vínculos", porque "la libertad sin amor o la autonomía sin verdad" llevan a un progresivo "aislamiento" y a las "soledades y desigualdades crecientes", así como a la "violencia inexplicable"; y el "muro de la vida sin sentido moral" porque "sin fidelidad a un sentido compartido, es difícil mantenerse en las pruebas, organizar la convivencia y domesticar las tendencias salvajes".

En ese sentido, llamó a aprovechar estas fiestas para expresar el "deseo profundo" de una nueva forma de vivir "el tiempo" y de conjugar "ocio y negocio", haciéndolas "un homenaje a la amistad social" que permita "renovar nuestras relaciones" en el encuentro que se produce en calles y plazas, para lograr así "entrever un vínculo que, lejos de disminuirnos, nos ensancha".

"Las fiestas de Valladolid en honor de la Virgen de San Lorenzo nos abren una rendija al misterio innombrable de que somos hijos y hermanos", concluyó el arzobispo de Valladolid, que reiteró su llamamiento a participar así en "un proyecto de misericordia destinado a la gloria".