Las bodegas de Ribera del Duero están de enhorabuena. La denominación de origen empezó el año con una notable bajada de las ventas debido a la situación de incertidumbre económica mundial que lastró la comercialización. En los cuatro primeros meses del año, la DO ya había perdido casi un millón de botellas en el mercado en comparación con los datos del año anterior, según las cifras que maneja la propia denominación.
Sin embargo, a pesar del la inestabilidad del mercado y de las guerras en curso que afectan al comercio internacional, la denominación ha sido capaz de darle la vuelta a la situación y situar la entrega de contraetiquetas por encima de los registros del pasado año. Las campañas de promoción y la recuperación del canal Horeca (establecimientos hosteleros), así como la continuidad del consumo en el ámbito familiar han conseguido revertir el problema en el que se estaba metiendo de la denominación.
De esta forma, entre enero y mayo de este año las bodegas de la DO había conseguido comercializar 32,7 millones de botellas frente a las 33,4 del mismo periodo un año antes. El crecimiento que se había registrado hasta el momento se veía truncado.
Sin embargo, durante los siguientes meses hasta noviembre han conseguido recuperarse y ya están por encima de los registros del año pasado. Así, en los diez primeros meses se han alcanzado los 75,4 millones de botellas frente a los 73,7 que llevaban en el mismo periodo de tiempo del año anterior, lo que representa un incremento del 2,3 por ciento.
El presidente de la denominación, Enrique Pascual, mostró su satisfacción por este cambio de tendencia y apuntó que el aumento de las ventas se debe tanto al canal Horeca como a las grandes superficies comerciales. «Estamos satisfechos porque la verdad es que empezamos el año de una forma irregular y ahora lo hemos solventado», indicó.
De esta forma, la previsión que maneja el Consejo Regulador es que las ventas de todos sus vinos terminen con un aumento entorno al dos por ciento a finales de año. «Aún nos queda la etapa de la Navidad, donde el consumo es elevado tanto en los restaurantes como en las propias casas», comenta Pascual.
El responsable de la denominación destacó que este periodo de guerras, con mercados cerrados e incertidumbre sobre la situación económica está afectando a todos los sectores, y el vino no es una excepción. Asimismo, indicó que el canal Horeca es el que más ha caído durante este tiempo.
?El aumento de ventas de este año se está dejando notar en las bodegas. Los meses de verano «han sido buenos» y eso ha posibilitado que se haya producido la recuperación. Ambos mercados, tanto nacional como internacional están mostrando señales de mejoría.
Sin embargo, la denominación no pasa por su mejor momento y continúa existiendo una clara merma del mercado en comparación con las cotas alcanzadas en el año 2022. En este caso, durante los diez primeros meses del año las ventas han caído un 8,3 por ciento al pasar de los 75,4 millones de botellas de este año a los 82,3 de hace dos años.
El director general de Bodegas Protos, Carlos Villar, indicó que en el caso de que la denominación terminara el año con un crecimiento cercano al dos por ciento se podría considerar «un buen dato», ya que la situación del mercado «está castigando más» a los tintos que los blancos o rosados.
Villar incidió que el canal Horeca es el que más ha perdido en comparación con la alimentación, aunque destacó que todavía queda por delante un mes de mucho consumo con la Navidad. «El año pasado fue bueno, pero este año podemos superar». El responsable de Protos quiso hacer hincapié en la necesidad de continuar trabajando en la ampliación de mercados internacionales, ya que la marca tiene la suficiente calidad y empuje dentro del país, «pero se debe continuar trabajando fuera».
La misma situación por la que ha atravesado Ribera del Duero han tenido que vivir los de Rueda. Tras unos meses iniciales del año dubitativos, en los que el comercio no respondía como en años anteriores, con la llegada de la primavera las ventas se han ido estabilizando hasta que en los diez primeros meses registra un incremento del 3,7 por ciento al conseguir 'colocar' en el mercado cien millones de botellas (el año anterior fueron 97 millones). No obstante, este crecimiento también se ha visto reducido en comparación con el registrado el año 2023, cuando el incremento en los diez primeros meses del año fue de 5,6 por ciento.
En el caso de Cigales, el nivel de ventas se mantiene prácticamente inamovible. Las contraetiquetas expedidas por el consejo regulador desde enero hasta octubre han sido 2.988.161, mientras que el año pasado tan solo fueron 77.159 menos.
Tradicionalmente, el número de botellas vendidas en la denominación de Cigales se mueve en unos 3,5 millones de botellas anuales y todo parece indicar que este año será una cantidad similar.
a nivel nacional. El consumo aparente de vino en España creció un 1,3 por ciento en el interanual a julio de 2024 hasta alcanzar los 9,76 millones de hectolitros. Continúa por lo tanto el crecimiento de las ventas de vino en nuestro país, aunque de forma lenta, con tasas de variación estables por encima del uno por ciento en los últimos meses.