El Unión Arroyo será la próxima temporada el máximo representante del fútbol sala vallisoletano, militando un año más en el grupo I de la Segunda B, la tercera categoría nacional.

El equipo vallisoletano acabó en la undécima plaza el pasado curso. Una campaña complicada, en la que hubo cambio de entrenador tras las primeras jornadas, llegando Alberto Grande.

El propio Grande dirigirá a los arroyanos la temporada 2023/24, para la que el Unión Arroyo ya ha tramitado su inscripción y solo se está a falta de conocer el calendario y todos los rivales tras los ascensos a Segunda de Ibiza Gasifred, Oleinnova Mengíbar y Melistar, dejando en la categoría de bronce al Ciudad de Móstoles, CD Salesianos y ADC Lugo Sala, precisamente el primer clasificado del grupo de los vallisoletanos. Un grupo en el que no estará el otro representante local, el Universidad de Valladolid, después de descender acabando penúltimo. 

De esta forma, el Unión Arroyo cumplirá su sexta temporada en Segunda B tras las vividas este 2023, en 2022, 2021, 2020 y 2018. Atrás queda el ascenso en 2017 y la lucha por hacer viable un proyecto en la categoría anterior a la elite (por encima solo está la Segunda y la Primera).

El club está confeccionando estas semanas la plantilla, con Alberto Grande como primer entrenador y Víctor Bartolomé, alma de la entidad deportiva, como segundo. «Habrá bajas, sobre todo de jugadores que no pueden compaginar el deporte con sus otras ocupaciones, renovaciones y alguna cara nueva», reconoce Bartolomé, que deja claro que los objetivos del Unión Arroyo, como siempre, «son aspirar a todo. Al menos, intentarlo».

Ya saben lo que es jugar dos fases de ascenso a Segunda, ambas de forma consecutiva, cediendo ante el Betis y el Compostela. Y han disfrutado en otras dos ocasiones de la Copa del Rey.