'Amore infinito' a Pantani 20 años después

Carlos de Torres (EFE)
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El legado del 'Pirata' sigue presente con su inmaculado doblete de Giro y Tour pasadas dos décadas de su muerte

El italiano cruza el alto de Manghen, en primera posición, durante una etapa de la ‘corsa rosa’ - Foto: Mondelo (EFE)

'A Marco Pantani, un gran campeón víctima de la Justicia italiana, un hombre bueno y generoso que siempre perdonó a todos. Siempre estará en nuestro corazón con su sonrisa. Así, te recordaremos siempre', rezaba la inscripción de la placa que adornaba en 2005 en Cesenatico la estatua del 'Pirata de las montañas', uno de los mejores escaladores de la historia, el último ganador de Giro y Tour en el mismo año (1998). 

Luego, esa lámina cambió el texto en 2014 por otro que se refiere «a un gran campeón que ganó el Giro y el Tour e hizo soñar a millones de seguidores». Con matices en el escrito, Pantani, fallecido en el Hotel Le Rose de Rimini el 14 de febrero de 2004, rompió el corazón de muchos enamorados al ciclismo aquel día de San Valentín.

Las referencias al italiano vuelven este año por el intento de igualar su doblete Giro-Tour por parte de Tadej Pogacar. Aquella hazaña del 'Pirata' indomable es solo un hecho más de un mito que provoca aún hoy en día una irrefrenable pasión entre los aficionados. Pocos corredores son venerados como si fueran un dios.

La prueba transalpina utilizó en su 100 edición el eslogan de 'Amore infinito' hacia Pantani. Un buen resumen para un personaje que hizo soñar a los seguidores cada vez que su ligero cuerpo despegaba del asfalto a las cimas más prestigiosas del ciclismo.

Principio del fin

Un año después de su doblete, quedó grabada para siempre la fecha del 5 de junio de 1999 en Madonna de Campiglio, durante el Giro, dos días antes de ganar la carrera. Ese día, 10 corredores pasaron control antidopaje. Pantani superó el 50 por ciento de la tasa de hematocrito permitido y tuvo que abandonar. Era el principio del fin.

Su fallecimiento no solo abatió al mundo del ciclismo, sino que supuso el inicio de una serie de sospechas de todo tipo que abrieron una larga marcha judicial que aún sigue dejando dudas. La conclusión de que no se trató de un asesinato, sino de un atracón de drogas, nunca será aceptada por sus allegados.

Las investigaciones concluyeron que Pantani murió solo en una habitación cerrada por dentro, principalmente por la acción de psicofármacos. En ese hotel, el mejor escalador de todos los tiempos confirmó su caída hace hoy 20 años.