Una puerta abierta al patrimonio

D. Núñez
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El Arzobispado de Valladolid abre 63 templos de 53 localidades para favorecer que los visitantes puedan disfrutar de la belleza de las iglesias, espacios de oración y recogimiento que merecen ser admirados

270723JT_0133.JPG - Foto: Jonathan Tajes

La fe llena las iglesias de personas que oran por sus familias y por un mundo mejor. Rezar en un banco con las manos entrecruzadas y el corazón abierto es un acto de recogimiento en el que se exponen los sentimientos, aunque no se expresen en voz alta. El templo es un lugar acogedor para el creyente. Para muchos ciudadanos, entrar en una iglesia los lleva a un estado de calma. Su confianza en Jesús y en la Virgen María se sustenta en miradas a los retablos que acogen las imágenes. Con los ojos fijos en ellas hacen su petición o agradecimiento dejando de lado que, tanto sus santos como los edificios que los acogen, son mucho más que fe. Son patrimonio.  

El Arzobispado de Valladolid es consciente de la importancia que tienen las iglesias más allá de acoger a los feligreses y, por ello, abrirá las puertas de un total de 63 templos de toda la provincia hasta el 10 de septiembre. El objetivo es facilitar que los turistas y visitantes que acuden a los pueblos puedan disfrutar de la arquitectura de estos edificios y las joyas que hay en su interior.

Espacios únicos.

Las iglesias de los pueblos vallisoletanos son espacios únicos para disfrutar más allá de las creencias de cada persona. Fue la adoración por Dios la cimentación sobre la que se construyó cada uno de estos templos. Pero no hace falta ser cristiano para admirar cada piedra que conforma el campanario o el material con el que está hecho el retablo del altar mayor.

El ladrillo enmarca muchas de las iglesias de nuestros pueblos. Y es que la piedra no es tan común en la región y el ladrillo sí que era un material fácil de conseguir en la provincia. El caso de la iglesia de San Román, situada en San Román de Hornija, es un buen ejemplo. Parte de su planta es de piedra y el resto es de ladrillo. Y si hay algo curioso en ella es que la entrada se hace por la torre campanario. Fue un monasterio en el siglo X y sufrió numerosas reformas por lo que la iglesia actual es de estilo barroca. Ese primer monasterio fue fundado por Chindasvinto y, tanto sus restos como los de su mujer Reciberga reposan allí. Es la única iglesia de la zona de Toro que forma parte de este proyecto de apertura de templos de la Archidiócesis.

Y para torres curiosas están las de las dos iglesias de Alaejos, la de Santa María y la de San Pedro. Se sabe que Alaejos está cerca porque en el horizonte, desde la autovía de Castilla, se divisan perfectamente. Llaman la atención esas dos hermosas torres, siendo de 64 metros la de Santa María, que es un monumento artístico nacional y que fue construida en el siglo XVI de estilo renacentista. Mientras que San Pedro, es un templo que conforma el centro de Alaejos, situada en su plaza Mayor. Es considerada un monumento histórico-artístico y su torre está coronada con una pequeña cúpula. Aunque su interior también es relevante al contar con una obra de Juan Sáez de la Torrecilla que se encuentra presidiendo el altar.

Aunque si hay una torre que sea especial es la de Santa María Magdalena de Matapozuelos. A sus 62 metros les llaman 'La Giralda de Castilla', es bien de interés cultural desde 1998 y se considera un claro ejemplo de la arquitectura quinientista.Su interior también es relevante por una bóveda del gótico tardío.

Y es que los templos son más que sus estructuras y muros. No solo hay que mirar los arcos y las bóvedas, sino también sus capillas. En la iglesia de Santa María de Wamba, en la pared del antiguo monasterio hay una puerta que da al osario de la Orden de San Juan, en el que de forma más o menos apilada y ordenada, se guardan unas mil calaveras humanas y otros tipos de huesos.

Todas las iglesias estarán abiertas hasta el 10 de septiembre de 11.00 a 13.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas gracias a que habrá 63 colaboradores de las parroquias para atender los visitantes. No obstante, los horarios cambian en la semana de la Asunción de la Virgen que abrirán el lunes 14 y el día del cierre será el miércoles 16. El programa de apertura de monumentos es una realidad gracias al convenio entre la Delegación de Patrimonio del Arzobispado y  la Consejería de Cultura y Turismo y su Fundación Siglo.