El Salvador acaba con la dictadura del VRAC

Manuel Belver
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El SilverStorm fue mejor en la segunda parte y rompió el dominio del Quesos Entrepinares en los últimos años. Alberto Díaz logró el único ensayo de la final

Una mejor, y sobre todo con más ambición, segunda parte fue suficiente para que el SilverStorm El Salvador acabase con el dominio de los últimos años de su máximo y eterno rival, el VRAC Quesos Entrepinares, en la final copera de rugby que será recordada en Valladolid y en todo el territorio español como la final con mayúsculas. El cuadro chamizo aguantó el dominio quesero en los primeros 40 minutos, la fortaleza de su delantera en melés y el acierto de Gass en dos de sus cuatro intentos a palos para llegar al descanso vivito y coleando. Y en la segunda parte dio un paso adelante, entró en la línea de 22 de su rival, empujó amparado en su gran defensa y dio la vuelta al marcador, con un ensayo de Alberto Díaz en tres fases. Ganó con todo merecimiento su séptima final de Copa? en un escenario único e irrepetible. 
 
Eso sí, el partido lo que se dice rugbísticamente hablando no fue bueno. Más bien tirando a malo. El José Zorrilla, los 26.000 espectadores, la presencia del Rey, la final de las finales... todo eso hizo que ni chamizos -que ejercieron de locales- ni queseros diesen su mejor versión durante los 80 minutos de partido. 
 
El comienzo fue premonitorio. Golpe de castigo de Gerardo de la Llana a la altura del centro del campo cuando apenas se llevaban 67 segundos y primer intento de transformación de Gass. Escorado, cerca de los banquillos, el apertura inglés -aunque internacional español- no acertó entre los tres palos. Tras ese primer intento, la realidad. Con dos conjuntos más preocupados de no cometer errores cerca de su línea de marca, con sucesión de patadas, alejando el oval, con miedo a perder. 
 
Ninguno de los finalistas estaba cómodo. O no era el escenario habitual, y eso pesaba, o no conseguían desplegar su juego. Era el momento de comprobar si entonces la clave estaría en el pie y en el acierto de los 10 con los golpes de castigo. Sam Katz dio primero, a los diez minutos, en su primer oportunidad. El chamizo intentó poco después un drop sin suerte. Quería ser protagonista de la final, aunque a la postre no sería su día. 
 
A los nervios de la final se unió una invitada sorpresa, la lluvia, que aguó las pocas ideas que había sobre el césped de Zorrilla hasta el minuto 25. Muchos errores en los pases, poco juego a la mano y estudio en cada touch y melé dieron paso al mejor momento del VRAC.
 
Los queseros comenzaron a carburar gracias a su mayor poderío en delantera y empezaron a pisar terreno chamizo con peligro, de verdad, no como hasta ese momento. Así lograron forzar dos golpes que acabaron con sendas patadas pasadas por Gass dando la vuelta al marcador. Los dirigidos por Diego Merino dominaban y tenían a los de Juan Carlos Pérez contra las cuerdas, pero no remataron. No lo hizo el propio Gass en una jugada con superioridad por el ala izquierda pero en la que pecó de egoísta. Tampoco Petrorius al sacar rápido un golpe centrado y franco. Ni Gavidi, al que se le escapó el oval tras varias fases de ataque. Ni de nuevo Gass, que erró su segunda patada de esa primera parte.
 
Y el descanso fue un alivio para el SilverStorm. Además de un alivio fue algo más. Porque la segunda parte no se pareció en nada a la primera.
 
Los chamizos creyeron más en sus opciones e hicieron dudar al de enfrente. Hasta el punto de que las cuatro primeras touch queseras acabaron en manos de El Salvador. El cuadro blanquinegro puso el 6-6 con otra patada de Sam Katz a los 57 minutos, fruto de esa mayor ambición y de esa mejor salida; y el encuentro entró de lleno en su momento clave con un SilverStorm más metido en la final. 
 
Tanto que a los 62 minutos, y tras tres fases que comenzaron con el francés Zebango rompiendo la defensa quesera por el ala izquierda, el oval acabó posado en la línea de marca asido por Alberto Díaz. El vallisoletano, que había entrado por el lesionado Antoine Sánchez en la primera parte, entró con facilidad tras un pase de Tom Pearce por el medio, con un pequeño quiebro y sacando las vergüenzas a la defensa quesera, rota desde ese primer contacto del galo. La transformación de Katz puso el 13-6 con mucho por jugar, pero con la sensación de que podía ser definitivo.
 
Y lo fue pese a la reacción del VRAC, con varios hombres de refresco en los minutos finales. Los de Diego Merino se acercaron a menos de un ensayo tras un nuevo golpe transformado por Gass con 14 minutos por jugarse. Era el momento de ir a por todas. Y fue el momento en el que mejor rugby se vio por ambos bandos.
 
El actual líder, y campeón de las dos últimas Copas, puso toda la carne en el asador, buscando una marca que le diese el título. Pero no culminó. Se acercó en dos ocasiones con claridad, pero en ambas fue cortado por la defensa chamiza, con Foulds y Katz claves. No pudo con el que hoy es segundo en la División de Honor, su máximo y principal rival por el título liguero, que jugó mejor sus bazas, amparado en esa buena defensa desde el minuto 1; en su paso adelante tras el descanso y en aprovechar el error defensivo de su rival mediada la segunda parte.
 
En una final como la de ayer, cualquier detalle marca. Gass no acertó con dos patadas en la primera parte y su equipo no aprovechó su mayor dominio en la recta final antes del descanso, y permitió que El Salvador creyese que podía. Y creyó más.
 
La Copa vuelve a ser chamiza cinco años después. El Salvador levantó un título que se le resistía desde 2011, cuando se llevó precisamente esta Copa. La de ayer con mayor altavoz, el mejor, el del estadio José Zorrilla lleno con 26.000 almas y con una fiesta entorno a un deporte, el RUGBY.
 
SilverStorm El Salvador: Gabriel Fernández, Daniel Marrón, Wayne Borsak, Víctor Sánchez, Michael Walker-Fitton (Álvaro Núñez, min. 58), Matthew Foulds, Gerardo de la Llana (Gonzalo Núñez, min. 66), Joe Mamea, Juan Ramos, Sam Katz, Raphaël Blanco, Antoine Sánchez (Alberto Díaz, min. 28), Jony Carter, Jean Yves Zebango y Tom Pearce.
 
VRAC Quesos Entrepinares: Pablo César Gutiérrez, Pablo Miejimolle (Stephen Barnes, min. 52), Alberto Blanco (Scott Manson, min. 72), Manuel Mora (Daniel Sthör, min. 69), Ignacio Molina, Alex Taylor, Stefano Tucconi (Álvaro Abril, min. 59), Kalo Kalo Gavidi, Pablo Gil, Gareth Griffiths, Pedro de la Lastra, Nuno da Penha, Jerome Pretorius, Guillo Mateu (Álex Gutiérrez Muller, min. 75) y Stefan Moir.
 
Árbitro: Molpeceres. No mostró amonestaciones.
 
Marcador: 3-0 (minuto 10). Golpe de castigo pasado por Sam Katz. 3-3 (minuto 28). Golpe de castigo pasado por Gareth Griffiths. 3-6 (minuto 30). Golpe de castigo pasado por Gareth Griffiths. 6-6 (minuto 57). Golpe de castigo pasado por Sam Katz. 13-6 (minuto 62). Ensayo de Alberto Díaz que transforma Sam Katz. 13-9 (minuto 66). Golpe de castigo pasado por Gareth Griffiths. 
 
Incidencias: Lleno en el José Zorrilla, con la presencia del Rey, Felipe VI; y de diversas autoridades, como el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera; y la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, entre otros.