Vacaciones de verano en Europa

Carlos Alonso
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Carlos Gandiaga es uno de los 50 elegidos que obtuvieron la Beca Europa para visitar las universidades europeas más prestigiosas

El viernes 18 de marzo es una fecha que no olvidará fácilmente Carlos Gandiaga Calero. No tanto por el día en concreto, sino por las sensaciones vividas. Cuando estaba saliendo de clase, se paró un momento a observar el móvil. Tenía varios mensajes pendientes, y las palabras «felicidades» y «enhorabuena» eran la que más se repetían. Él no daba crédito, así que consultó las listas oficiales. Felicidad absoluta: había recibido una de las 50 Becas Europa que se repartían en todo el país para visitar, en la última semana de junio y las dos primeras de julio, las universidades más prestigiosas de Europa.


Se trata de un proyecto conjunto de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) y la División Global Santander Universidades, cuyo principal objetivo es descubrir a los jóvenes el verdadero espíritu universitario.


Carlos Gandiaga, de Laguna de Duero, cumplirá 18 años en mayo y siempre destacó por sus buenas notas. Confiesa que es importante el apoyo de la familia, sobre todo el de los padres. Es importante contar con una ‘vocecilla’ que esté siempre presente para recordarte que puedes dar más, que así vas por el buen camino. El sacar buenas notas era algo muy gratificante también para uno mismo y así lo dejó patente en su trayectoria.


Su única ‘mancha’ fue en 4º de la ESO. Al actual estudiante del IES María Moliner le habían concedido una beca para estudiar 1º de bachillerato en Goderich (Canadá), a orillas del lago Hurón. Pensaba que, al final, estudiar tanto no le otorgaría suficientes beneficios, por lo que su nota media en ese curso bajó ‘trágicamente’ a un 8 alto.


Sin embargo, un curso académico en el extranjero le sirvió para aumentar el grado de madurez y replantearse sus metas. Una experiencia así tenía que volver a repetirse, por lo que se puso manos a la obra con sus padres para buscar otras becas. A cambio, Carlos volvería a enfocar los estudios muy seriamente. Así se cruzó en su camino la Beca Europa.


Carlos -desde Canadá- y su padre prepararon todo para adentrarse en el proceso de selección. La hazaña no era fácil, más de 4.500 institutos y colegios de toda España presentaban a sus candidatos, pero las barreras para Carlos solo sirven para apoyarse. Una de las pruebas de selección consistía en una serie de preguntas vía online que invitaban a la reflexión: los efectos de la tecnología en la sociedad, las principales preocupaciones de la gente, entre otras. Otra tuvo que hacerla vía Skype debido a su estancia en Canadá. También fue necesaria la edición de un vídeo de un minuto en el que se presentasen los candidatos y subirlo a Youtube. Así fue labrando su camino, durante año y medio, hasta llegar a los 300 finalistas que se presentaron del 18 al 20 de febrero en el campus de la Universidad Francisco de Vitoria. El desenlace ya es conocido: irá a Bolonia, Londres, Oxford, París, Heidelberg e Innsbruck, además de Santiago de Compostela y Alcalá de Henares.Un premio más que merecido.