Incertidumbre política en Laguna de Duero. El tablero político presenta incógnitas importantes después de que el actual alcalde, Román Rodríguez, anunciara que no optará a la reelección. Un regidor que no repite y siete candidaturas de diferente ideología política en busca del bastón de mando. Un conglomerado de elementos que pueden fragmentar en demasía la corporación municipal y complicar los pactos para la gobernabilidad.
El equipo de Gobierno está formado por concejales de Independientes por Laguna, Partido Popular y Cs. El PSOE fue la segunda fuerza más votada y obtuvo cinco ediles, pero tuvo que conformarse con estar en la oposición.
Todo parece indicar que volverán a ser tres las formaciones políticas que se situarán en posiciones de privilegio tras conocer los resultados en la noche del 28 de mayo. Independientes por Laguna, PSOE y PP.
La formación lagunera espera revalidar la Alcaldía y pone en la palestra el balance del presente mandato. Destaca las actuaciones que se han llevado a cabo en materias como el ciclo del agua y señala que aún restan proyectos por hacer, como la mejora de las entradas y salidas del pueblo.
El PSOE pone encima de la mesa un aspecto que puede resultar clave. No se muestra dispuesto a pactar con los partidos independientes, ya que entiende que sus ideas del municipio no son compatibles. Esta circunstancia podría inclinar la balanza para que otros partidos puedan formar equipos de Gobierno. Los socialistas tienen claro que el municipio ha sufrido un importante atasco en sus políticas y pretenden revitalizar desde la Alcaldía algunas iniciativas «que llevan años pendientes».
El PP llega en una posición complicada después de conocerse una escisión en sus filas que se presenta bajo las siglas de Por Laguna. Su candidatura saca pecho, eso sí, por los logros conseguidos en los polígonos industriales o la tramitación del plan general. No se cierran puertas a la hora de hablar de pactos y destacan el apoyo de la Junta a algunos proyectos, como a la ampliación del centro de salud.
El papel del resto de formaciones aún está por ver. Vox y Por Laguna representan un espectro político más a la derecha, lo que implica que en posibles acuerdos poselectorales podrían decantarse más por el PP, mientras que Toma la Palabra representa a la izquierda. Habrá que esperar también para conocer en qué situación queda Cs. Tras las elecciones, casi con total seguridad tal y como ha pasado en los anteriores mandatos, habrá que esperar a los acuerdos para conocer el partido que ostenta la Alcaldía.