Salvador Jiménez hizo más de un centenar de combates en el campo amateur antes de saltar al profesionalismo en 2018. El sábado 25 de noviembre buscará el título de campeón de Europa en casa, en Huerta del Rey, y ante su público. Su rival será el actual campeón, Juanfe Gómez.

¿Se esperaba pelear tan pronto por este título?

Estaba previsto defender el título de la EBU Silver (anterior Unión Europea) contra  el francés Khalil El Hadri, al que le tengo muchas ganas. Pero estamos muy bien clasificados a nivel mundial (56º) y hay campeones de Europa que están más lejos. Sabía que tenía que llegar la oportunidad... ¿ha llegado antes? Mejor.

¿Cómo se enteró de que Juanfe Gómez quería poner en liza su cinturón?

Él había elegido a otro, pero no llegaron a un acuerdo. Entonces me llamó el promotor con una noticia buena y una mala. La mala era que el francés no había firmado, pero la buena fue que iba a hacer el de Europa...

Y encima en casa...

Exactamente. Es en casa por la cantidad de gente que me sigue, que compran su entrada... eso permite que se haga aquí el Campeonato de Europa.

¿Qué espera del público?

Espero que se llene, que no entre ni una aguja. Ya hicimos historia con el de la Unión Europea, pero esto es más aún. Quiero hacer historia y que digan que no entraba nadie más en el polideportivo.

¿Cómo llega? 

Ahora estamos con un poco de velocidad (carrera, esprint, saco, manopleo...) y la última semana mantener el peso. Siempre que se pregunta, la respuesta es que estás en el mejor momento. Pero en mi caso es así, estoy en mi mejor momento. Hemos cambiado de entrenador, ahora estoy con Diego Uceta, porque Nacho no podía dedicarme tanto tiempo. Había tocado techo y ahora he subido aún más. Pero no me gusta mucho hablar, el 25 de noviembre se va a demostrar.

Los dos afrontan el combate sin conocer la derrota, por lo que a priori se espera una pelea dura.

Espero que venga fuerte. Es un pedazo de boxeador, pero lo que más me gusta de él es que es una persona muy humilde. Es muy bueno, pero el 25 le voy a quitar el cinturón.

¿Suele ver algo del rival antes?

No veo nada de ellos. De eso se tiene que encargar el entrenador, que le estudie y lo ejecute en el entrenamiento. Luego salgo, veo cómo va y tengo el plan trazado.

¿Qué Salvi se verá el 25?

Se verá un Salvi diferente en todos los aspectos...

¿Va por el camino que quería cuando dio el salto al profesionalismo?

Sí. Lo quería antes, pero el covid paralizó todo. Estamos yendo por el camino y todo está saliendo perfecto hasta llegar a nuestro objetivo, que es ser campeón del mundo.

¿De quién se acuerda echando la vista atrás? ¿Qué esperaba cuando empezó en el mundo del boxeo?

Miro atrás y alucino con todo lo conseguido. Pero quien manda es la cabeza y cualquiera que se lo proponga, con esfuerzo y dedicación, puede llegar a lo que quiera. Yo venía como un hobby y mira dónde estamos. Esfuerzo, dedicación y humildad.

Y ahí sigue, desde sus inicios, Domingo Rodríguez...

Mi entrenador de toda la vida, el que tiene que estar conmigo siempre en la esquina.

¿Se puede vivir del boxeo?

No. Ahora estamos cogiendo algo más de bolsa gracias a Dios. El que siembra tiene que recoger. Pero ha habido veces que he pensado en dejarlo porque tengo una familia. He seguido... y ahora con clases personales, con los niños... me puedo dedicar cien por cien al boxeo.

Da clases...

Personales a dos chicos y luego con los niños. Tengo 45, desde los 8 a los 14 años, en el pabellón de San Pedro Regalado. Les voy preparando y cuando les veo bien, les paso con Domingo. El que quiera puede venir y probar (martes y jueves de 4 a 6). Si les gusta que se queden.

Entonces, ¿hay cantera?

Mucha y muy buena. 

Siempre ha dicho que su objetivo es ser campeón del mundo...

Ese es mi objetivo. Sigue en mi cabeza y voy a ser el primer vallisoletano en ser campeón del mundo.

Además, es un referente para los gitanos.

Sí. Me siento muy orgulloso. Soy español pero soy de etnia gitana y me siento muy orgulloso de poder sacar mi bandera. Sobre todo para los chicos jóvenes, para que vean que pueden luchar por sus sueños. Puedes dedicarte a lo que quieras. 

Y también lo es ya para el boxeo vallisoletano...

Igual de orgulloso me siento de ello. Que la gente te vea como un referente y quiera ser como tú... es una pasada. El boxeo está creciendo en Valladolid a pasos agigantados.