López-Linares trae a Valladolid un documental sobre la Rioja

D. V.
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El director madrileño, ganador de un Goya en 2003, conecta con el productor vallisoletano Rodrigo Espinel, "con el máximo respeto" a una tierra "generosa" que invita a regiones que "le hacen la competencia"

López-Linares. - Foto: Ical

"Hay que agradecer que Castilla siempre es muy generosa, invitando proyectos que le hacen la competencia. Siempre ha sido una tierra que lo ha demostrado históricamente". El director de cine José Luis López-Linares presenta en la sección Doc España de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) su último trabajo, 'Rioja, la tierra de los mil vinos', en el que plasma la tradición e innovación vinculadas a la elaboración del vino en esta zona vitivinícola del país.

El madrileño lo hace de la mano del productor vallisoletano Rodrigo Espinel (Morena Films), quien asegura a Ical que le "hace especial ilusión" venir a Valladolid. "Pero tengo mucho respeto, porque estamos ante un público experto que sabe mucho del tema que van a ver. Intimida un poco", admite, cuestionado por el 'atrevimiento' de estrenar en una provincia con cinco denominaciones de origen, entre ellas Ribera del Duero, histórico competidor de Rueda. Serán dos los pases del documental: esta tarde, a las 16:30, con coloquio incluido, y el próximo sábado, a las 21.30 horas, ambas citas en los cines Broadway. López-Linares, ganador de dos Goya, disecciona en su nuevo filme el complejo mundo de la viticultura.

Participan más de 60 profesionales y otras personas ajenas al sector, enamoradas de los caldos y conocidas de ámbitos como la gastronomía, interpretación, deporte, etc, que contribuyen a plasmar toda una cultura. Entre ellos, Mabel del Pozo, Pepe Viyuela, Francis Paniego, Gemma Vela Humanes, Abel Mendoza, Guillermo de Aranzabal, Adelfa Gómez Gil, Ignacio Echapresto. Se trata de la segunda colaboración de López-Linares y Espinel, tras hacerlo en 'Formentor, el mar de las palabras' (2020). Hoy dedican la mañana a conceder entrevistas a los numerosos medios que se interesan por la película.

"A mí siempre me ha gustado el vino, me gusta ver vino, me gusta lo que hay alrededor del vino. Y como Rodrigo lo sabía…", expone el director, sobre la forma en que surgió el germen. Eso se unió a que el productor vallisoletano investigó y se dio cuenta de que Rioja "era la última de las grandes regiones que no tenían todavía su gran documental", como si lo tienen Bourgogne y Champagne, en Francia, y el Valle del Napa, en Estados Unidos. "Ahí había una historia que contar y José Luis, que ya había demostrado que podía hacer grandes documentales de gastronomía, era la persona perfecta", recordó. No en vano, el director ya había dirigido hace años 'Jerez y el misterio del palo cortao', sobre los vinos de esta zona gaditana, además de otros trabajos para chefs reconocidos y canales gastronómicos. Transmitir emociones Juntos rodaron durante tres meses, en semanas sueltas, con el foco puesto en la vendimia del pasado año, con la colaboración del Consejo Regulador y del Gobierno de La Rioja. "Lo estructuramos para hacerlo realidad y aquí estamos", remarcó Espinel El objetivo principal del documental, prosigue López-Linares, es trasladar esa imagen de generaciones, de trabajo en la tierra, "intentando ir más allá de la descripción y explicar cómo se hace el vino, cómo se emocionan".

"Hay muchos elementos para conseguirlo, en este caso sin guion previo, porque yo no sé lo que me van a contar la gente con la que hablamos, ni lo que va a pasar, ni cómo va a ser la cosecha de vino de ese año", sostiene a Ical el director madrileño, quien detalla que "luego siempre surgen un montón de sorpresas, de oportunidades en el rodaje, en el camino de la película que hay que aprovechar para hacer una historia coherente".

Ambos recuerdan anécdotas durante el rodaje, como con Benjamín Romeo, de Bodega Contador, en la localidad de San Vicente de la Sonsierra: "Íbamos a estar un ratito con él y terminados pasando todo el día y charlando. No queríamos acabar porque estábamos muy cómodos. Pero nos dijo que nos llevaba a unos viñedos que estaba montando en una nueva ubicación y nos enseñó esta parte de la bodega.

Para él el vino es un niño mimado, su pequeña o su gran obra de arte. Están entusiasmados con abrir las puertas de par en par, como lo han hecho", apunta entre risas Espinel. Rioja, "más que vino" Ambos protagonistas coinciden en que este trabajo les ha permitido descubrir que Rioja "es más que vino", una tierra donde se hacen caldos muy distintos. "Estamos acostumbrados a un tipo determinado de Rioja. Cuando lo pides en un bar ya te esperas algo con un poco de madera, vinos hechos, potentes; y de repente llegas allí y hay mil vinos distintos que son también Rioja. Teníamos que conjugar", sostiene el director.

Añade que en esta zona vinícola "hay todo un movimiento que está surgiendo de gente joven que se pelea con los padres porque quieren hacer un vino distinto, a su manera, y ya no quieren que esas uvas especiales de esas parcelas singulares vayan a la cooperativa con todo lo demás, sino que de ahí quieren sacar algo especial", insiste. Espinel matiza además que las grandes bodegas están apostando por hacer vino blanco, a pesar de que la imagen de Rioja es de tinto. "Hay mucho más Rioja que no conocemos y que tratamos de descubrir con este documental", concluye.