Santiago González

CARTA DEL DIRECTOR

Santiago González

Director de El Día de Valladolid


Un otoño para pensar en el futuro turístico

10/09/2023

Ha llegado septiembre. La lluvia, las fiestas, la vuelta al cole… todo nos invita a regresar a la rutina a partir de la semana que viene, tras rematar los últimos días de las ferias. No será fácil, nos espera la dura cuesta de septiembre, en muchos casos más empinada que la de enero, pero seguro que podremos superarla, eso sí a costa de sacrificios y renuncias en el consumo propio que afectará a la economía familiar, local y nacional. Serán meses duros y ya se anuncia una ralentización económica, que confiemos en que no acabe en recesión. Nos llega otro otoño caliente después de un mes de agosto sofocante.
De todas formas, antes de iniciar este nuevo curso político, económico, escolar e incluso laboral conviene hacer balance de este tiempo pasado. Más allá de lo meteorológico, donde está clara la cada vez mayor influencia del cambio climático, hemos tenido un verano irregular. En el aspecto económico no ha sido bueno, Valladolid no se acaba de consolidar como un destino de interior atractivo durante el verano para el turismo, motor de la actividad durante estos meses vacacionales. Los datos lo corroboran, pues la provincia cuenta con muchas más plazas en restaurantes (el tirón gastronómico funciona) que en alojamientos hoteleros, lo que evidencia la necesidad de buscar eventos que inviten al visitante a acercarse y pernoctar en la capital y provincia.A pesar de ser la tercera con menos plazas de la Comunidad, solo por delante de Palencia y Zamora, la ocupación hotelera no llega a ser alta durante el periodo estival. Habrá que darle una vuelta porque durante el mes de agosto, y también pasa un poco en julio, la ciudad se va quedando vacía de vecinos sin que vengan los turistas suficientes para mantener al sector a pleno rendimiento. Más aún, cuando suben excesivamente las temperaturas pierde mucho tirón el atractivo de las ciudades y este verano hemos sufrido cuatro olas de calor.
La apertura de un nuevo hotel, el primero de cinco estrellas en la capital, en el edificio que albergó el Corte Inglés en la calle Constitución más el anunciado por el Grupo Barceló, aunque aún se desconoce su ubicación, pueden mejorar la capacidad de Valladolid. Sin embargo, el problema continuará mientras no se incentiven nichos turísticos que permitan incrementar las pernoctaciones, como ha sido el caso de la Vuelta Ciclista a España. La celebración de congresos, por ejemplo, es algo absolutamente necesario potenciar y, para ello, lo primero es plantear seriamente la realización de un gran centro o palacio de congresos. Valladolid no ha sabido aprovechar hasta ahora todo lo positivo de estar a menos de una hora de Madrid, un gigante que puede aportar muchas actividades.
Y todo lo dicho vale para la provincia, donde aún es mayor la carencia de establecimientos hoteleros y muy escasa la presencia de turistas, cuya visita a algunas localidades singulares apenas se prolonga para la comida y poco más. Queda mucho trabajo por hacer para relanzar los atractivos de todo el territorio vallisoletano, cuya competencia alrededor es muy grande. El turismo rural funciona en Castilla y León y debe funcionar mucho mejor en Valladolid.
Los nuevos equipos de gobierno en el Ayuntamiento de la capital y en la Diputación deben ponerse manos a la obra, trabajar fuerte de forma conjunta y encontrar la manera de 'vender' una ciudad y una provincia que merecen mucho la pena. Está claro que en los últimos años se ha ganado prestigio y nombre dentro del turismo gastronómico y del enoturismo, pero ahí no se acaba todo. Hay que pescar en nichos aún sin explorar y trabajar con el sector privado para reinventarse y, sin abandonar lo conseguido, mejorar en otros aspectos que aún no han sido explotados hasta la fecha.
El otoño se nos echa encima y puede ser buen momento de iniciar nuevos planteamientos, tanto en el sector turístico como en otros que tienen revuelta a la ciudad. El soterramiento, la integración, los carriles bici… pero bueno, ese es otro asunto que hoy no toca.