El vallisoletano José Ángel Mozo, capellán de su Santidad

D.V.
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El director del centro ecuménico de Lavinio (Italia) desde hace 44 años ha recibido este lunes el título concedido por el Papa Francisco, de manos de Luis Argüello

El vallisoletano José Ángel Mozo, capellán de su Santidad, junto a Luis Argüello.

El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, ha hecho entrega este lunes del título de capellán de su Santidad, con tratamiento de reverendo monseñor, al sacerdote vallisoletano José Ángel Mozo Guerro.

El director del centro ecuménico de Lavinio (Italia) desde hace 44 años,recibe así el único nombramiento honorífico pontificio para presbíteros que sigue vigente, tras la abolición de este tipo de reconocimientos por el Papa Francisco en el año 2014.

El entonces arzobispo de Valladolid, hoy emérito, Ricardo Blázquez, solicitó el título al Santo Padre en reconocimiento a la labor de José Angel Mozo (nacido en Valladolid en 1941) en Lavinio-Anzio, donde dirige un espacio ecuménico (construido en las proximidades de los cementerios inglés, americano y alemán de la II Guerra Mundial), que hoy en día es centro de referencia para fieles de todas las religiones del mundo. José Ángel Mozo fue también durante trece años consejero de la Embajada Española de la Santa Sede, responsabilidad que ahora ocupa otro sacerdote y periodista vallisoletano, Antonio Pelayo.

En la actualidad es el único sacerdote vallisoletano con esta distinción, tras el fallecimiento en el año 2020 de Félix López Zarzuelo (administrador diocesano del Arzobispado de Valladolid entre 2009 y 2010) y de Vicente Vara (vicario general durante el gobierno del arzobispo José Delicado Baeza). Con tratamiento de monseñor en la Ciudad Eterna hay también un vallisoletano, José María Serrano (91 años), ya que durante muchos años fue Juez-auditor en la Rota Romana.

La 'Instrucción sobre la atribución de distinciones honoríficas pontificias' proclamada por la Secretaría de Estado de la Santa Sede el 13 de mayo de 2001 dispone que el título puede ser concedido a sacerdotes del clero secular que hayan cumplido al menos 65 años. Para cada diócesis, el número total de monseñores no debe superar el 10 % del clero. En virtud de este nombramiento podrá ser distinguido de otros sacerdotes por sus vestiduras: vestimenta coral y la sotana negra con ojales, botones, bordes y forro de color morado, y banda de seda morada. Cabe destacar que este rango no expira, aunque requiere renovación tras la muerte del Papa que otorgó el título.