Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Rebajas o intervención

21/02/2023

Para el Partido Popular solo existe un mecanismo económico para resolver cualquier problema económico, la rebaja de impuestos para que los ciudadanos cuenten con más dinero en sus bolsillos aunque ello suponga menos recursos para el gasto social que sirve para reducir las desigualdades. Para Unidas Podemos, por el contrario, solo existe otra herramienta para reducir la inflación y bajar la presión sobre las clases más desfavorecidas, la intervención de los mercados y de los precios para reducir las ganancias de los agentes económicos que carecen de cualquier empatía con los problemas que atraviesa la ciudadanía.   

Unidas Podemos y la parte socialista del Gobierno han vuelto a chocar a cuenta de la escasa reducción de los precios de los alimentos a pesar de que se bajó el IVA de los de primera necesidad como ha revelado el último dato del Índice de Precios al Consumo que se han reducido muy por debajo del 4% previsto. Frente al intento de negociación del ministro de Agricultura, Luis Planas, con las patronales que intervienen en la cadena alimentaria, los morados señalan que son las causantes de que no se trasladen la rebajas a los precios y los siguen identificando como "especuladores" y "capitalistas despiadados" e insisten en la intervención y en una bonificación del 14,4% sobre el precio de una cesta básica de alimentos. Se da, por tanto, un nuevo motivo de enfrentamiento entre la dos patas del Gobierno, en la que Unidas Podemos siempre juega con la ventaja de las propuestas demagógicas de muy difícil implantación que no se corresponden con una economía abierta, pero que les sirven para insistir en que al PSOE le tiemblan las piernas cuando tiene que enfrentarse a "los poderosos", a pesar de que esas medidas entrarían en contradicción con las normas europeas.   

En descargo de UP, sin embargo, es preciso señalar que las medidas de rebajas de impuestos o de bonificaciones generalizadas no han funcionado de forma adecuada y que tienen el efecto contraproducente de que benefician más a quien más tiene. Ocurrió con el descuento de veinte céntimos en el litro de combustible, que en un primer momento, además, lo absorbieron las gasolineras, y ha ocurrido con el IVA de los alimentos. Alguien ha maniobrado para que esas reducciones no lleguen a quien debe y en la medida en que debe.  Y aunque el PP haya aprovechado la ocasión para poner de relieve el nuevo enfrentamiento en el seno del Gobierno, se queje  de "los señalamientos", no crea en "manos negras", y mantenga la insistencia en rebajar el IVA a otros productos alimenticios se ha demostrado que tampoco resuelve el problema y que han fallado los mecanismos de control.  

Por supuesto que es mejor el camino iniciado por el ministro de Agricultura de reunirse con los agentes de la distribución que ir al enfrentamiento o directo, pero su beatífica petición a todos los agentes de la cadena alimentaria para "que se traslade de forma efectiva la bajada de costes que estamos observando, durante la reunión del Observatorio de la Cadena Alimentaria, ha sido contestado por la Asociación Española de Distribuidores que la situación actual "no es un problema de la distribución, ni de los márgenes, ni de los supermercados. Es un problema de toda la cadena". Y ya se sabe que cuando hay muchos responsables ninguno asume su culpa.