Unos 1.250 metros de descenso vertiginoso desde el páramo local de Valdecastro hasta la ribera del río Pisuerga. Cabezón de Pisuerga estrenará el próximo sábado la mayor tirolina de España con un desnivel de 150 metros, donde los usuarios alcanzarán velocidades de 100 kilómetros por hora. Un atractivo turístico «que atraerá a muchas personas».
La tirolina pertenece a una empresa privada y el Ayuntamiento del municipio solo ha hecho una cesión de suelo para que el proyecto pudiera llevarse a cabo. La semana pasada se realizaron las últimas pruebas y este fin de semana será una realidad. Además, el Consistorio complementará esta oferta con rutas de senderismo y tiempo libre. «Pretendemos que aquella persona que venga a Cabezón tenga la oportunidad de disfrutar del paisaje y pueda pasear por las orillas del río», destacó el alcalde de la localidad, Víctor Manuel Coloma.
El ascenso hasta el lugar donde los usuarios de la tirolina se arrojarán hasta el río se plantea como una ruta a pie. «Aquellas personas que acudan para tirarse por la tirolina pueden pasar toda la mañana o toda la tarde en el municipio. En lo que suben, se preparan, se tiran... Se trata de pasar un rato entretenido», manifiesta el empresario que ha puesto en marcha el proyecto, Juan Antonio Amo. En la tirolina, que durante los meses de invierno solo estará abierta desde el viernes hasta el domingo, trabajarán tres monitores para ayudar y asegurar a las personas que quieran disfrutar de este nuevo reclamo turístico. «Al menos habrá uno al comienzo, otro al final y otro en el medio», destacó el regidor.
No todas las personas bajarán a la misma velocidad, ya que dependerá en gran medida del peso de cada una de las que descienden por ella. Por ello, se ha establecido un peso mínimo de 40 kilos, lo que limita en gran medida a los menores. Sin embargo, para los promotores del proyecto resulta muy importante la seguridad en la tirolina. Por eso, los arneses que se utilizarán están homologados y ofrecen una total seguridad para los usuarios.
Sobre el precio que tendrán que pagar las personas que quieran probar la tirolina, los promotores han fijado los 28 euros. Los usuarios tendrán que comprar las entradas en los bares y restaurantes de la localidad y con este precio se tendrá derecho a una consumición. Con esta medida, el Ayuntamiento también pretende fomentar el turismo en los establecimientos hosteleros de la localidad.
Eso sí, los vecinos del municipio tendrán preferencia, ya que podrán obtener las entradas a un precio de 14 euros, aunque tendrán que hacerlo en los bares y restaurantes del municipio. «Habrá un control por parte del Ayuntamiento», destacó el alcalde.
Fomentar el turismo. Víctor Manuel Coloma destacó que «sin ninguna duda» la tirolina supone un atractivo turístico para el municipio y resaltó que desde el Ayuntamiento se va a proponer que también se hagan saltos nocturnos. «Aunque sean unos pocos, creo que podría ser espectacular bajar con las luces del pueblo de fondo».