«Elegí Egipto por la oportunidad de ser otra vez olímpico»

M.B.
-

Juan Carlos Pastor arrancó hace unos meses una nueva aventura como seleccionador de los egipcios. Tras 28 años como primer entrenador de clubes, ahora se centra en volver a unos Juegos con 'Los Faraones'

«Elegí Egipto por la oportunidad de ser otra vez olímpico»

Asegura que un domingo cualquiera puede ver entre 7 y 8 partidos. Tiene el balonmano (con permiso de la familia) entre ceja y ceja, y su siguiente objetivo es volver a ser olímpico con la selección de Egipto, a donde llegó en marzo.

28ª temporada como primer entrenador...

18 en Valladolid y 10 en Szeged empezando en julio las pretemporadas... más una con Manolo Cadenas... y no cuento las que empezamos en San Viator. 28, menos en este julio, que es el primer año diferente. 

Y en Egipto, donde ya ha estado, ¿con qué sensaciones? 

Necesitaba un poco de frescura, porque el año no estaba siendo fácil en Szeged. El último año no es fácil, aunque creo que ha sido correcto en general. 

En Egipto ya he estado dos veces. Estuve del 23 al 30 de abril para conocer las infraestructuras, hacer el staff,  para decir cuáles eran sus roles; conocer a jugadores (ya controlamos a 40 más los júniors, y así más o menos tener a 55 jugadores y seguirles). Luego estuve cuando salí de Szeged en junio para organizar también la Liga (modificando los días de juego porque había muchas lesiones y sobrecargas); con el formato en playoff, saber cuándo juegan los júniors, cuántos partidos pueden jugar los jóvenes durante la semana... un poco organizar todo. Me reuní con el jefe de la Liga y conocí los campos de entrenamiento, porque la Copa África, que se celebra en enero y da plaza para los Juegos Olímpicos, se jugará en El Cairo Stadium, para 17.000 espectadores; y por conocer como podía ser, estar allí, entrenar y cuáles son las distancias (5 minutos en Egipto son como 20 segundos aquí). Estamos en camino, es hora de empezar el seguimiento de todos esos jugadores. Ahora toca teletrabajar hasta que vaya allí a mediados de septiembre. 

¿Qué le convenció?

Los Juegos Olímpicos. Si no hubiera habido JJOO no lo hubiera cogido. Me he regido siempre por proyectos deportivos. Creo primero que es una buena selección, que podemos llegar a París y luego ellos quieren ganar medalla, pero eso requiere muchos pasos: el primero, estar en esos Juegos; y lo óptimo sería ganar la Copa África para luego gestionar las dos concentraciones de marzo y mayo, y dar descansos. 

El camino a París es la Copa de África y si no...

Hay Preolímpico en marzo, para el que Egipto está clasificado. Pero hay un problema, el Ramadán, que empieza en la misma semana del Preolímpico y los primeros días del Ramadán son muy complicados. Les he dicho que me voy a adaptar a sus tradiciones, a sus programas, aunque también he puesto mis normas de funcionamiento, como siempre, y no han modificado casi nada.

¿Va a vivir aquí y después concentraciones allí?

Viviré entre allí y aquí. Mi lugar de trabajo es allí. Ahora la gente está en pretemporada y allí no vas a hacer nada. No voy hasta mediados de sepiembre, antes de jugar en la ventana de octubre unos amistosos en Alemania. Por eso quiero hacer un equipo B, para trabajar la semana anterior a esa ventana; y las dos anteriores ver partidos, trabajar más individualmente con algunos si se puede, hacer reuniones con todos los entrenadores, que también haré en septiembre; hacer clínics por el tema de las lesiones. Luego me volveré a ir diciembre y enero entero, salvo los cuatro días de Navidades. Puedes estar un mes allí, un mes aquí... y quizá luego en los Juegos te toque estar tres meses allí.

¿Y cómo lo hará para poner en marcha su método en una selección en la que los resultados son para ya?

Es como pretemporadas. Cuando vas es todo intensivo. Empezando de cero y metiendo muchas cosas, en defensa, en ataque... aprovechando la semana. Los primeros días con dobles sesiones mañana y tarde con los dos equipos. He intentado aprovechar al máximo. El primer día me propuse por la mañana llamar a cada jugador por la tarde por su nombre. Saber los de los 40 (a 20-22 ya conocía). Ahora hemos hecho una lista de unos 53 jugadores, a los cuales vamos a seguir. Hay una selección B y quiero dar una lista a principios de octubre de 20 y 20 jugadores para hacer equipo A y B.

¿Qué le han pedido, medalla en los Juegos Olímpicos?

Piden medalla directamente. Fueron cuartos en los Juegos y séptimos en el último Mundial. No es fácil. 

¿Le gusta ese reto?

Claro, a mí me gustan todos los retos. Pero voy día a día. Lo primero que quiero es llegar a los Juegos; lo segundo, llegar a cuartos y prepararse para ese día. En los Juegos hay 12 equipos y para pasar a semifinales hay que eliminar a uno de los buenos: Dinamarca, Francia, que juega en casa, Suecia, España, Alemania, Noruega... hay que eliminar a uno de los buenos y para conseguir una medalla a otro.

¿Echa en falta estar en un club?

No. De momento no. No paramos, estamos reorganizando cosas y es tiempo también de estar más con la familia. 

Ha ganado títulos con Szeged en Europa y en Hungría, Copa y Liga.

Teníamos que haber ganado alguna Copa más que nos birlaron. Creo que lo merecimos, sobre todo en Copa. 

¿Cuántas veces tuvo la ocasión de salir en esos 10 años en Szeged?

Sí que me pude ir a algún equipo con un cheque casi en blanco y dije que no. Tuve una reunión y no me convenció. Imposible porque me mintieron. Siempre digo que tengo cuatro situaciones: proyecto deportivo, que me quieran, familia y luego hablamos de economía. Ha habido alguna opción tras conocerse lo de Szeged y no dejé ni hacer oferta. Aparte que ese tema es con mi representante. Si no me gusta el proyecto deportivo... tenía incluso pensado parar un año a la espera de ofertas. 

Esto lo cogí por el proyecto deportivo y el reto de los Juegos. Ser otra vez olímpico es maravilloso, increíble, ahora lo recuerdo y, aunque sea con otro país... Tenemos que llegar, que es que lo damos por hecho, pero hay que llegar. Luego se lo propuse a la familia y si me ven contento, me dice p'alante. Y el tema económico lo soluciona Marcel.

¿Por qué salió de Szeged?

Porque los ciclos empiezan y se acaban. Y este estaba clarísimo.

Pero justo había renovado...

Es que no es así. Una cosa es cuando se anuncia y otra cuando se renueva. Había un 2+1, pero el más uno había que decidirlo el 15 de enero de 2022. Y ellos lo anunciaron en agosto. Y en noviembre decimos que no seguimos. Por eso parece raro. 

¿Quién decide que se acaba?

Las dos partes hablamos. Después de un partido de Europa en Aalborg (Dinamarca), hablo con mi mujer y le digo que no puedo seguir ni profesional ni personalmente. Me tengo que ir. Veo que se había acabado. Se veía. Podía alargarlo porque tenía un año más de contrato, pero no. Estoy satisfecho y agradecido de la oportunidad que me dio Szeged, pero digo que había que rescindir.

¿Terminó bien con el club?

Muy bien. Rescindimos amistosamente. La gente piensa en el último año, pero no. Solo quería terminar la temporada. Y quería que se hiciese público cuanto antes, porque a mí me interesaba porque quería buscar un nuevo proyecto. Hay que entender los plazos. 

Siempre se le pregunta, ¿le da tiempo a ver algo del Atlético Valladolid?

Sí, claro. Somos socios mi mujer, mis dos hijas y yo. Le he seguido mucho y creo que han tenido mala suerte con las lesiones.