La capital vallisoletana está preparada para recibir a las miles de personas que se congregarán en sus calles estos días, convertidas en un museo al aire libre para escenificar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, una Semana Santa declarada de Interés Turístico Internacional que aúna "tradición, arte y recogimiento".

Las tallas de los mejores imagineros castellanos, Juan de Juni, Alonso Berruguete o Gregorio Fernández, muchas de ellas conservadas en el Museo Nacional de Escultura, recorrerán las calles de la capital vallisoletana en una manifestación religiosa popular que se caracteriza "por el recogimiento, el silencio, la fe...".

Veinte cofradías saldrán de sus templos y se desplegarán por las calles y plazas de la ciudad para alumbrar unas tallas de escultura policromada con un inmenso valor artístico que han convertido a esta Semana de Pasión en uno de los acontecimientos culturales y religiosos más importantes para la capital.

Una Semana de Pasión que hunde sus raíces en el siglo XV, con las primeras procesiones en las calles, aunque estos desfiles ya se realizaban anteriormente en el interior de los conventos vallisoletanos, donde nacieron las cinco cofradías históricas de la ciudad, Angustias, Vera Cruz, La Piedra, Jesús Nazareno y Sagrada Pasión.

Desde el Viernes de Dolores y hasta el Domingo de Resurrección, recoge Europa Press, los vallisoletanos y los foráneos se echarán a las calles para disfrutar de cerca de cuarenta desfiles procesionales y disfrutar de una tradición que ha pasado de padres a hijos, generación tras generación.

Sera en la tarde del Viernes Santo, en la Procesión General, cuando esas veinte cofradías escenifiquen la Sagrada Pasión de Cristo, en un desfile procesional, el más importante de todos los que se celebran en Valladolid y la de mayor interés artístico e iconográfico de España, con 33 pasos que representan las escenas más destacadas del Nuevo Testamento y que convierten las calles del centro de la capital vallisoletana en un museo al aire libre.