Beatriz Muñoz a sus 50 años quiere volver a trabajar tras el paréntesis que se tomó hace casi dos décadas para cuidar de sus hijos. Y la experiencia de lanzadera le ha resultado muy enriquecedora a nivel personal y profesional. «Te muestra que tú eres tu marca y aprendes a valorar todo lo que aportas», explica. Una satisfacción que se transmite en la pasión con la que explica que este programa genera un proyecto solidario, donde los participantes se ayudan y se crean vínculos muy fuertes en el grupo. Destaca las sinergias que se crean, los conocimientos que se adquieren, pero también que abre la mente «a nuevos campos». Y los resultados se notan, primero en la confianza personal que asegura que da a los participantes y, después, en las entrevistas laborales que consiguen realizar. Y ahí también aprenden a desenvolverse porque «las cosas han cambiado». «Encaras el trabajo de otra manera. Vas a las entrevistas con seguridad y ganas de mostrar lo que vales».