Construcción, educación y sanidad tiran del empleo

Óscar Fraile
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Estos tres sectores son los que más afiliados a la Seguridad Social han ganado desde que comenzó la pandemia, en contraste con la industria, el comercio y la hostelería, que todavía no han recuperado las cifras de 2019

Construcción, educación y sanidad tiran del empleo - Foto: J.TAJES

Han pasado casi tres años desde que la economía española se vio obligada a echar el freno de mano para evitar o mitigar, en la medida de lo posible, las consecuencias de una pandemia que por entonces atemorizaba a todo el mundo. El mensaje en ese lejano marzo de 2020 era claro: la salud es lo primero. Aunque eso supusiera tener que cerrar negocios, parar fábricas y encerrarse en casa por un tiempo indeterminado. Un tiempo que empezó a pesar con el paso de las semanas, cuando la inactividad empezó a hacer agujeros en los bolsillos de miles de familias y empresas.

La recuperación de ese golpe ha sido lenta y muy desigual en función del sector analizado. De hecho, hay algunos que se vieron beneficiados por esa extraordinaria situación y tuvieron que afrontar un importante incremento de actividad, lo que se trasladó a la facturación y al empleo generado.

Con los datos de afiliación a la Seguridad Social en la mano, hay tres grandes sectores que han tirado del empleo para conseguir que hoy Valladolid tenga más personas trabajando que antes de la pandemia. Concretamente, 215.778 afiliados al cierre del año pasado, frente a los 210.801 que había justo antes de la declaración del primer estado de alarma de 2020.

El sector que se lleva la palma es el sanitario, que tiene 25.371 después de haber ganado 2.654 durante la pandemia. Una evolución que responde a la necesidad que tuvo el sistema público de contratar profesionales para hacer frente a la avalancha de trabajo en los hospitales. Tal fue la demanda, que en los peores momentos incluso hubo que tirar de profesionales jubilados y estudiantes de las ramas sanitarias. Además, la Administración también se vio obligada a contar con la sanidad privada.

Algo muy similar sucedió con la educación. La pandemia obligó a todas las comunidades a contratar profesores de refuerzo. En el caso de Castilla yLeón, fueron 1.200 en el curso 2020/2021 y 1.300 en el 2021/2022. Bien es cierto que el sindicato CCOO denunció a principio del presente curso que de los 33.323 docentes de refuerzo contratados en España, solo la mitad seguía en activo. Pese a ello, los afiliados a la Seguridad Social en Valladolid han pasado de los 13.089 de 2019 a los 14.450 actuales, un 10,3 por ciento más.

El tercer gran sector que más ha evolucionado en términos de empleo en estos tres años es el de la construcción. Los afiliados en la provincia han pasado de 12.733 a 13.525 entre 2019 y la actualidad. Al no tratarse de una actividad esencial, este sector tuvo que parar al inicio de la pandemia, como otros tantos, pero lo cierto es que rápidamente recuperó el pulso. De hecho, en 2020 ya cerró con más afiliados que en 2019 en Valladolid. Una de las consecuencias del confinamiento y de la obligación de estar muchas más horas en casa, incluso para trabajar, fue que se dispararon las reformas domésticas. De hecho, muchas ciudadanos se vieron obligados a esperar muchas semanas para hacer las suyas ante la gran demanda que tenían las empresas. El sector posteriormente se ha tenido que enfrentar a otros problemas, como el encarecimiento de los materiales por la guerra de Ucrania, pero sigue firme en la generación de empleo.

Estos tres grandes sectores son los que más afiliados han ganado desde 2019 en términos absolutos. Tres pilares para que han contribuido de forma decisiva a que los 210.801 que había en febrero de 2020 sean ahora 215.778 después de que el número de afiliados cayese por debajo de los 203.000 en los peores momentos de la pandemia.

Hay otros sectores que también han mostrado una evolución positiva desde el primer momento, pero con un aumento de afiliados mucho más moderado. Por ejemplo, la agricultura, que ha pasado de 6.967 a 7.297. Independientemente de estas cifras, el sector primario demostró ser fundamental en la fase más crítica de la pandemia, cuando hubo que parar los procesos industriales en muchas fábricas. 

No menos importante ha sido el papel del transporte. Y conflictivo. A finales del año pasado el sector protagonizó una huelga por la subida de los combustibles que puso en una situación delicada a la economía justo antes de unas fechas claves como las de Navidad. Estas empresas han tenido que afrontar un importante volumen de trabajo en los últimos tres años, y, a pesar de la dificultad que tienen para encontrar profesionales, el número de afiliados ha pasado de 9.371 a 9.690.

Los que están peor

En el otro lado de la balanza están los tres grandes sectores que todavía tienen un volumen de empleo inferior a antes de la pandemia. El que más ha perdido es la industria, lastradas por las paradas obligadas en los primeros meses de la pandemia y por la falta de semiconductores en los dos últimos años en el caso de la automoción, que es la que más peso tiene. En febrero de 2020 la industria tenía 33.892 afiliados, que bajaron hasta los 31.811 en los dos siguientes años y subieron el año pasado hasta los 32.616. Por su parte, la hostelería se hundió el primer año al pasar de 15.009 a 12.542 afiliados. Desde entonces inició una lenta recuperación que todavía no ha logrado alcanzar el nivel de empleo que tenía en 2019. En el caso del comercio, su evolución ha estado marcada por la irregularidad. En 2021 llegó a superar los 33.257 afiliados que tenía antes de la pandemia, pero el año pasado volvió a caer por debajo de ese nivel.

A pesar de la recuperación de los afiliados a la Seguridad Social que se ha producido en los dos últimos años, Valladolid ha empeorado la proporción que tiene entre esta cifra y la de jubilados. Muchos expertos sostienen que para que el sistema sea sostenible, hacen falta al menos dos afiliados por cada pensionista, que es la situación que tenía Valladolid hace diez años. Hoy es de 1,94 afiliado por cada pensionista.