El Código Ictus reduce a 70 minutos el tiempo de respuesta

Óscar Fraile
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Los plazos desde que se produce el accidente cerebrovascular hasta que se empieza a atender al paciente en el hospital han descendido gracias a la implantación de este protocolo de actuación, que nació en el Clínico en 2008

El tiempo de respuesta es fundamental en el tratamiento del ictus. - Foto: Jonathan Tajes

Dice el jefe de Neurología del Hospital Clínico Universitario,  Juan Francisco Arenillas, que un ictus es un incendio en el cerebro. Un símil que refleja muy bien la necesidad de actuar con urgencia para que las ‘llamas’ afecten a la menor superficie posible de este órgano vital, y por ende, las secuelas sean menores. Desde que se produce el accidente cerebrovascular, cada minuto cuenta, porque el tejido cerebral que deja de recibir sangre se consume y se convierte en tejido muerto que, en función de si está situado en una u otra zona del cerebro, producirá unas secuelas u otras en el paciente.

De este modo, y con el objetivo de actuar con la mayor celeridad y coordinación posible, el Hospital Clínico Universitario puso en marcha en 2008 el conocido como Código Ictus, un protocolo de actuación que se activa en cuanto hay un posible caso de accidente cerebrovascular para dar máxima prioridad a ese paciente y que todos los profesionales sanitarios actúen de forma coordinada para acortar los tiempos de respuesta.

Un sistema de trabajo que se ha ido puliendo con el paso de los años y ha servido para reducir a poco más de una hora el tiempo que pasa desde que un paciente de Valladolid sufre un ictus hasta que empieza a ser atendido en el hospital. Los sanitarios consiguen que en media hora después del ictus el paciente ya esté en el hospital y ahí es cuando se activa la segunda fase: comenzar los trámites para hacer las pruebas y administrar la medicación. Es lo que los sanitarios conocen técnicamente como tiempo puerta-aguja, que hace «poco tiempo» era de más de una hora y ahora se ha conseguido reducir a unos 40 minutos. Otro indicador de calidad es el tiempo puerta-ingle, que es el que pasa desde que el paciente entra en el hospital hasta que se le practica un cateterismo, y que se ha conseguido recortar de 105 a 80 minutos. «Estamos bajando día a día los tiempos dentro de una ingeniería de procesos que va incorporando mejoras en la logística», explica el doctor.

En toda la Comunidad 

Aunque el Código Ictus nació como un programa local que en 2008 se empezó a aplicar solo en un área de salud, sus bondades han hecho que se extienda con el paso del tiempo. Un año más tarde ya se aplicaba en toda la provincia y en Palencia. En 2015, a raíz de la aparición del tratamiento con cateterismo, el Código Ictus del Clínico incluyó las provincias de Zamora, Salamanca, Ávila y Segovia. Además, Arenillas avanza que antes entre finales de este año y principios de 2021 se empezará a aplicar un Código Ictus unificado en toda Castilla yLeón.

Bien es cierto que todavía hay cosas que mejorar, tal y como reconoce el propio Arenillas. Por ejemplo, los tiempos de traslado entre hospitales. En ocasiones son los propios familiares los que llevan a un paciente que ha sufrido un ictus al Río Hortega en lugar del Clínico. Y, aunque pueda resultar paradójico, los trámites para hacer ese traslado son más lentos que llevar al paciente desde la calle. En estos casos, se puede llegar a tardar hasta una hora y media. Hay que tener en cuenta que los pacientes tienen que ir a lo que se conoce como un  «centro útil» para el ictus, que es aquel en tiene atención neurológica durante las 24 horas y capacidad para administrar trombólisis intravenosa.