El brote de contagios covid que vive China desde hace unas semanas, junto a las noticias que hablan de la sucesiva irrupción de nuevas cepas en el espectro pandémico mundial, parecen haber reactivado un cierto temor al coronavirus que está sirviendo para impulsar la expansión de la cuarta dosis de la vacuna, un proceso que se había estancado en la parte final del año pasado. Este aparente cambio de tendencia se ha apreciado sobre todo tras las navidades, hasta el punto de que actualmente se está rozando ya el medio millar de inoculaciones de refuerzo diarias, un dato que supone una subida del 65% con respecto a diciembre.
Así, enero entra en sus últimos días con un ritmo medio diario de 474 pinchazos, por los 287 con que se cerraba diciembre. Pese a este repunte, el esperanzador dato de estas últimas semanas supone únicamente un tercio de lo que había en los tres primeros meses de campaña, cuando la Junta se lanzó a por la inmunización de los pacientes institucionalizados, los vulnerables y los mayores de 60, con un especial ahínco en el caso de octogenarios y nonagenarios. Lo hizo a un ritmo medio de unos 1.500 al día y las agujas llegaron a más de 115.000 vallisoletanos en esa primera fase
Un buen registro, pero bastante lejos de lo que se había logrado en la anterior campaña de refuerzo, la de la tercera dosis, que alcanzó a 335.782 vallisoletanos (66%); a más del 90% de los mayores de 60. En cambio, la cuarta había llegado a dos tercios del total de la población diana de aquella primera fase, tras toparse con la resistencia de tres de cada diez septuagenarios y de la mitad de los sexagenarios.
Desde el 16 de diciembre
Fue el pasado 16 de diciembre cuando la cuarta dosis se abría ya al resto de la ciudadanía, en una segunda fase sin llamamientos masivos ni campañas de captación, como sí hubo en la primera fase. El modelo optaba por esperar a que aquellas personas que quisieran ponerse el refuerzo pidieran ellas la cita y lo cierto es que el ritmo ha seguido siendo bastante bajo hasta que se ha conocido que había un severo rebrote de coronavirus en China y que estaban irrumpiendo nuevas cepas en otros países.
Quizás ese miedo que dicen los expertos que se había perdido parece haber servido ahora para que la cuarta dosis vuelva a ganar vuelo, llevando hasta los 129.843 la estadística de vallisoletanos con el refuerzo, con un porcentaje total de inoculados que ya roza el 28%, apenas un par de puntos por debajo de la media regional.
Esta reactivación se ha dado fundamentalmente entre personas de 50 a 79 años, mientras que no se ha conseguido movilizar a los más jóvenes, una franja de edad en la que apenas se registran pinchazos.
Actualmente, hay 422 menores de 20 años con la cuarta dosis, lo que supone solo un 1% del total de vallisoletanos en esta franja de edad; 1.604 veinteañeros (4%); y 2.956 treintañeros (5%); mientras que el dato se duplica en el grupo etario de 40 a 49 años y llega a 5.907 (7%). Todos ellos, apenas suman poco más de 9.500 personas con el ciclo vacunal completo.
Los de 50 años
Entre los de 50 a 59 años la respuesta (son datos a 27 de enero) ha ido creciendo en estas cinco semanas de campaña, sumando más de 4.000 refuerzos y llevando el total de inoculados a 11.046, que aún supone solo un 14% de la población diana. En el caso de los sexagenarios, el crecimiento ha sido similar, alcanzando los 36.841 vacunados con las cuatro dosis (55%), mientras que hay ya 40.183 septuagenarios (74%), 24.573 octogenarios (83%) y 7.665 de 90 años o más (92%).