El CES urge a la Junta un plan de choque que salve al comercio

David Alonso
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El Consejo publica un informe alertando de la situación del sector en el que reclama a las administraciones asumir un «papel relevante» en su transformación con la puesta en marcha de medidas y recursos públicos

Imagen de un restaurante cerrado en Segovia, que su propietario ha puesto en traspaso. - Foto: Rosa Blanco

¿Cómo salvar al comercio local y de proximidad de Castilla y León de su progresivo declive?Esta es la pregunta del millón que el Consejo Económico y Social (CES) autonómico intenta responder en su último informe publicado sobre un sector que emplea a 131.603 personas en la Comunidad y mueve casi 30.000 millones de euros anuales. Un plan de choque «manera inmediata» para potenciar la competitividad y paliar la situación de destrucción del comercio de proximidad. Esta es la propuesta que el CES lanza con carácter de urgencia a la Junta de Castilla y León, a la que reclama un documento que vaya más allá de meras intenciones. «Tienen que asumir un papel relevante a la hora de diseñar e implementar medidas y dedicar recursos públicos para apoyar la necesaria transformación del pequeño comercio», sostienen desde la entidad que preside Enrique Cabero, que, a renglón seguido, recomienda al Gobierno autonómico que considere al comercio como un «sector estratégico» por su relevancia económica y social y ponga en valor el papel del comercio de proximidad como «actividad que estructura, vertebra, da vida, identifica, y dinamiza nuestros pueblos, ciudades y barrios». 

También pone deberes a la Consejería de Empleo e Industria, a la que insta a diseñar una Estrategia Regional sobre Comercio, «orientada a medio y largo plazo», con el fin de definir un modelo estable para «fomentar el desarrollo del comercio regional para los próximos 20 años, que ponga en valor la importante función desarrollada por el comercio físico». «El comercio de proximidad ha ido perdiendo rentabilidad año a año, dejando de ser negocios rentables», continúa la entidad.

Otra de las recomendaciones, en este caso lanzada a los propios comerciantes y empresarios, es invertir en formación y asesoramiento, así como el desarrollo de programas para potenciar el relevo en el comercio de proximidad. El listado de propuestas continúa con el «necesario impulso» de campañas de sensibilización y visibilidad que faciliten la «concienciación entre los consumidores» de la importancia del comercio de proximidad; una buena política de fidelización de los clientes, ya que, según el CES, «llama la atención el elevado porcentaje de pequeños comercios que no cuentan con ninguna medida al respecto»; así como la mejora de las condiciones laborales y económicas de las personas que trabajan en el sector, como fórmula de atracción al mismo.

25 por ciento menos

El extenso informe, de casi 200 páginas, no oculta que el sector se encuentra inmerso en una crisis que arrastra desde hace varios años, alentada por la irrupción del comercio online y espoleada por la pandemia y la escalada inflacionaria. Tal y como se aprecia en el gráfico que acompaña esta información, el número de empresas activas en el sector comercial de Castilla y León acumula ya una década en números rojos, perdiendo tejido productivo de forma incesante: en diez años ha desaparecido el 25% del comercio autonómico. «Hace ya varios años que el comercio minorista está perdiendo fuerza y reduciendo su presencia en la economía y en los núcleos de población», sostienen en el documento, que cifra en el 10,3% del VAB total de la economía de Castilla y León el peso del comercio, tres puntos menos que en España.

Con los últimos datos disponibles, relativos a 2020, Castilla y León contaba con 42.080 unidades locales activas destinadas al comercio y ocupaba a 131.603 personas. En cuanto a los resultados económicos, la cifra de negocios alcanzó en Castilla y León los 29.033 millones de euros y la inversión se cifró en 443 millones, mostrando claramente los efectos de las restricciones de movilidad impuestas durante la pandemia.