Ocho años después

Agencias
-

España vivirá un nuevo debate televisivo el próximo 10 de julio entre un veterano Sánchez y un Feijóo curtido en Galicia tras el último cara a cara político que tuvo lugar en diciembre de 2015

Ocho años después

A pesar de ser un clásico en casi todas las elecciones generales, han tenido que pasar ocho años para que pueda repetirse un cara a cara en unos comicios en España. El último debate a dos se celebró el 14 de diciembre de 2015 y enfrentó al entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al candidato por el PSOE, Pedro Sánchez. 

Ahora, regresan de nuevo a la arena política y televisiva (10 de julio en Atresmedia) los dos aspirantes a la Moncloa en la campaña del 23-J, el secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en un formato conocido por ambos, donde el primero se siente cómodo y el segundo tiene experiencia de su etapa al frente de la Xunta de Galicia.

El próximo debate es pues el regreso a una modalidad que no cuajó ni en la campaña de las elecciones del 28 de abril de 2019 ni en las de noviembre de ese mismo año.

La historia de los cara a cara en España, un formato muy generalizado en otros países como Estados Unidos o Francia, se remonta a las elecciones de 1993, con Felipe González (PSOE) y José María Aznar (PP) como protagonistas.

El primero de los encuentros, con una duración de dos horas, tuvo lugar el 24 de mayo en Antena 3 y estuvo moderado por Manuel Campo Vidal, mientras que el segundo fue el 1 de junio, en Tele-5 y lo condujo Luis Mariñas.

José María Aznar, que abrió el debate, lo había preparado concienzudamente junto a su equipo de asesores. Resultó vencedor según la mayoría de las encuestas.

Al lunes siguiente, los dos aspirantes se vieron las caras de nuevo. En esta ocasión, en un clima más tenso y crispado que el primero, se lo llevó «a los puntos» el socialista.

En estos debates se pactó previamente hasta el menor de los detalles, desde quién llegaba antes a los estudios, la temperatura de 20 grados, la altura de las sillas, la prohibición de planos cortos, la forma de la mesa en U, la ausencia de público o la presencia de un asesor por candidato en el plató.

Los dos debates entre el progresista José Luis Rodríguez Zapatero y el conservador Mariano Rajoy para las elecciones de 2008 fueron la segunda oportunidad que los principales aspirantes a la Presidencia del Gobierno tuvieron de defender sus programas en televisión.

Estos encuentros, organizados por la Academia de Televisión, tuvieron una duración de 90 minutos y un único vencedor, según las encuestas realizadas a posteriori, que fue el candidato progresista. Sin embargo, el formato resultó ser muy encorsetado debido a la falta de pausas y al exceso de monólogos.

El punto de mayor crispación se produjo en la recta final cuando Rajoy acusó a Zapatero de haber «agredido» a las víctimas del terrorismo. Mientras que el más recordado fue cuando el entonces líder de la oposición recurrió a la técnica del storytelling para hablar de la que quedó para siempre bautizada como la niña de Rajoy.

Uno de los debates menos recordados fue el que se produjo con motivo de las generales del 20 de noviembre de 2011. Entonces, los candidatos de los dos partidos principales, Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy, realizaron un solo cara a cara en el que trataron el paro y la crisis económica.

Un bronco choque

Precisamente, el último debate con motivo de unas elecciones tuvo lugar con motivo de las generales del 20 de diciembre de 2015. Seis días antes de la cita con las urnas de vieron cara a cara el popular Mariano Rajoy y el socialista Pedro Sánchez, moderados de nuevo por Campo Vidal.

Fue un debate bronco con la corrupción como plato fuerte y donde se cruzaron acusaciones mutuas de mentir. «El presidente del Gobierno tiene que ser una persona decente y usted no lo es», esta fue la frase del progresista que sacó a Rajoy de sus casillas. «Hasta aquí hemos llegado», indicó el entonces líder popular, quien, a su vez, tachó a su oponente de «ruin».