El supuesto vaciado del patrimonio y depósitos de una mujer de 87 años por parte de un vecino, aprovechándose de la vulnerabilidad de la víctima, cuyo marido e hijo habían ya fallecido, podría costar al acusado, V.C.G, una condena de cinco años de prisión.
Esa es la petición inicial con la que el fiscal del caso acudirá el próximo día 20 de enero a la Audiencia de Valladolid al entender que los hechos son constitutivos de un delito continuado de estafa, con la correspondiente indemnización a determinar en ejecución de sentencia, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
La víctima, fallecida el 11 de abril de 2020, residía en la Plaza del Salvador y sus únicas relaciones familiares, una vez muertos su pareja y su hijo, eran las que mantenía con una nieta.
El acusado y vecino de la anciana, sabedor del importante patrimonio inmobiliario y depósitos de dinero en cuentas bancarias que permitían a la víctima vivir de manera holgada, ideó, supuestamente, un plan para apoderarse de todo aprovechando su ingreso en un centro gerontológico ante el deterioro paulatino de sus facultades mentales.
Así, siempre según la tesis de la acusación pública, consiguió que su amiga le otorgara en marzo de 2007 un poder general que utilizó para despatrimonializarla y convertirse, de facto, en gestor de todo su patrimonio.
De este modo, vendió en octubre de 2011 un inmueble de la anciana por el que obtuvo 180.000 euros, al tiempo que contrató un seguro de renta vitalicia, depositando a tal efecto una prima de 60.000 euros con una rentabilidad del 1,6%, prima que al fallecimiento del tomador sería reintegrada al beneficiario designado, que en este caso no era otro que el propio acusado.
También se le imputa la concertación en 2015 y 2016 del contrato de arrendamiento de una nave y un local sitos en el Polígono Industrial 'Las Paneras' de Santovenia y la Plaza de los Vadillos de Valladolid, respectivamente, propiedad de la víctima, así como, en noviembre de 2012, la realización de distintas extracciones de una cuenta de ahorro de la mujer, que contenía 69.116 euros, y que dejó con un saldo en 2013 de 1.007 euros.