Es una tarde de martes desapacible en Valladolid, de esas de 'peli' y manta. Llueve y hace frío, pero los alrededores del Teatro Zorrilla hierven. Yon González, protagonista de 'Memento Mori', siembra el delirio entre las adolescentes. Gritos, selfis, autógrafos… No muy lejos de allí, en los sótanos de la parroquia Inmaculada Corazón de María, Joaquín Sancho seduce a Laura Peláez. Él es informático y ella psicóloga, y ambos tienen pareja. Y no es la primera vez. Son ya muchas. Pero, tranquilos, todo es mentira porque los dos son actores amateurs. Él es don Juan, ella doña Inés, y precisamente en el Zorrilla actuarán hoy y hasta el viernes representando 'Don Juan Tenorio' y cumpliendo así una tradición sagrada de muchas décadas de la que Amigos del Teatro de Valladolid cogió el relevo en 2010, aunque la llevan representando 35 años.
A diferencia del intérprete de la producción de Amazon Prime, estos actores -y los otros veintitantos del elenco, así como los cinco del equipo técnico- no cobrarán un céntimo. Entonces surge la pregunta de si en el segundo caso es el amor a la interpretación más puro 'y hasta aquí huele mejor'. «Son cosas diferentes. Respeto a los profesionales siempre como a los que no lo son. Son dos caminos diferentes para demostrar el amor al arte escénico», responde Pedro Ojeda, presidente de la Asociación Amigos del Teatro de Valladolid.
Tras abogar por que hay que respetar la tradición, pero también adaptarse a los nuevos tiempos, subraya que el colectivo que lidera desde 2021 es mucho más que el Tenorio:'La hoja roja', de Miguel Delibes, 'Tic Tac' -microrrelatos-, 'Zapatos color de luna', que se basa en textos de Federico García Lorca, y 'El amante', de Harold Pinter.
Además, Ojeda ensalza la formación de los intérpretes que 'asaltarán' el Zorrilla: «La mayoría lleva tiempo haciendo teatro. Algunos 25 años y han recibido cursos de formación, han ido o van a la Escuela de Arte Dramático... Ya no es como antes». Y recuerda que en esta compañía de idealistas muchos se levantan a las seis de la mañana a trabajar en los más diversos oficios, otros están jubilados y alguno en paro. El único que ha sido capaz de dar el 'salto' es Iván López, que participó en 'La casa de papel' y 'Sky Rojo'. ¿Y por qué vuelve? «Dar vida a un personaje único de nuestra literatura (don Luis de Mejía) no está mal, pero que pueda verme mi madre subido a un escenario, para mí lo es todo».
muy tímido. Pero hay más. Cuesta creer que el maestro de la seducción fuera enfermizamente tímido hasta no hace mucho. «Era incapaz de levantar la mano en las reuniones de la junta de vecinos», confiesa Joaquín Sancho -es su segundo año como don Juan-, que cree que el teatro debería ser asignatura obligatoria en las escuelas. Su doña Inés -una de las dos-, María Peláez, que lleva representándola desde 2016, está de acuerdo, al tiempo que confiesa que su personaje le ha hecho ver el mundo «con una mirada limpia». ¿Ycon qué mirada hará ver a los vallisoletanos esta obra Fran Pardal, el director? Promete algo diferente en su segundo año. ¿Se rasgará las vestiduras algún purista? «Puede ser».
Ahora, la asociación contiene el aliento. «Es el reto más importante. Hacer 'Don Juan Tenorio' en la ciudad del autor y en el Teatro Zorrilla en las fechas que marca la costumbre desde el siglo XIX da sentido a Amigos del Teatro. Pocas cosas son tan emocionantes como encontrarnos con el público anualmente con el Tenorio y descubrir que sigue de actualidad», apostilla Ojeda.