Condenado a ocho meses de cárcel por 'pasar' billetes falsos

D.V.
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Fue en junio de 2022 cuando el condenado los dejaba en algunos bares de Pajarillos

El acusado, de espaldas, durante el juicio en el que se le acusa de pasar billetes falsos de 20 euros en establecimientos de hostelería. - Foto: Europa Press

La Audiencia de Valladolid ha impuesto una condena de ocho meses de prisión al toxicómano que fue juzgado por pasar billetes falsos de 20 euros en bares del barrio de Los Pajarillos de la capital en junio de 2022.

En su sentencia, la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Provincial ha acordado rebajar la pena finalmente impuesta--la fiscal del caso había pedido dos años de cárcel--a ocho meses de cárcel y multas de 60 y 45 euros por un delito de tenencia de moneda falsa y otro delito leve de estafa en grado de tentativa, con la concurrencia de la semieximente de drogadicción, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

La rebaja de la pena finalmente impuesta obedece a "la naturaleza de las sustancias que consume Daniel y la dependencia que las mismas generan, máxime si se consumen por vía parenteral como lo hace el condenado, y teniendo en cuenta además los años que lleva consumiendo", en referencia a los casi veintitrés años de historial de consumo abusivo de estupefacientes y alcohol, "por lo que se estima que si bien no tenía anuladas la conciencia y voluntad sobre sus actos, sí tenía una muy grave afectación por el consumo dilatado en el tiempo de alcohol y estupefacientes por vía parenteral, lo que lleva a la apreciación de la semieximente indicada".

Durante el juicio, el ahora condenado, Daniel V. D, alegó que el dinero se lo encontró en una cartera tirada en el suelo y mantuvo que desconocía que contenía billetes falsificados, testimonio que contrasta con el aportado por el titular del bar, Agustín Carlos H. M, quien explicó que el día de los hechos, el 4 de junio de 2022, el acusado llegó a pasarse hasta tres veces por el establecimiento con la supuesta intención de cambiar un billete que, desde el principio, detectó que no era de curso legal.

"Ya en la primera ocasión vi que era falso y en las sucesivas le pedí que se marchara. Llevaba varios días por los bares del barrio y se había corrido la voz de que nos la estaba intentado colar. El billete, además, era de muy mala calidad", declaró el hostelero, quien finalmente llamó a la policía y una patrulla detuvo al sospechoso nada más salir del local en posesión de 20 euros falsos.

También prestaron declaración los policías que participaron en su detención, con la particularidad de que uno de ellos llegó a afirmar que el encausado está hoy vivo porque se encuentra entre rejas.

"Es un consumidor habitual. Si no estuviera en la cárcel estaría muerto", manifestó varias veces el agente, quien el 12 de junio de 2022 detuvo a Daniel en la calle Paloma, en Los Pajarillos, en posesión de tres billetes falsos de 20 euros y el día 15 del mismo más fue nuevamente interceptado, también con moneda falsa, que el acusado reconoció que tenía intención de "colocar" para sufragar su adicción.

Días antes, el 3 de junio, Daniel había sido ya interceptado en Salamanca cuando trataba de cambiar billetes falsificados en los bares.

Los policías que le detuvieron coincidieron en que Daniel V.D. es un "conocido" toxicómano dedicado al trapicheo con objetos sustraídos que, gracias a su actual estancia en prisión, ha logrado una notable mejoría en su estado físico y en su vestimenta.

Frente a la petición absolutoria de la defensa, la fiscal del caso, que inicialmente pedía para Daniel una condena de cuatro años de cárcel y multa de 60 euros por tentativa de estafa y otra multa de 100 euros por tenencia de moneda falsa, modificó sus conclusiones para aplicar al acusado la atenuante cualificada de drogadicción y rebajar la petición por el primer delito a dos años--la multa la ha mantenido--y minorar también la multa por el segundo delito, fijada en 45 euros.

El condenado, quien se encuentra en prisión por una causa distinta, es viudo y tiene cuatro hijos y cinco nietos. Apuntó en el juicio que padece graves enfermedades y que por ello percibe una paga que no llega a los 500 euros al mes con los que ayuda a una de sus hijas.