Más allá de los debates políticos e identitarios que en ocasiones se generan entre las diferentes provincias de Castilla y León, lo cierto es que los números demuestran que Valladolid es el motor económico de la Comunidad. Así lo dicen prácticamente todos los indicadores, y el del empleo no es una excepción. Las nueve capitales de Castilla y León suman 505.101 afiliados y casi el 30% de ellos está en Valladolid. Es más, los 148.805 de la capital son más que la suma de las cinco capitales más 'pequeñas': Ávila (27.827), Palencia (33.458), Segovia (27.183), Soria (21.581) y Zamora (27.580). Además, Valladolid también tiene una posición muy destacada respecto a las otras tres capitales, al contar con 58.398 afiliados más que Burgos, 83.359 más que León y 85.991 más que Salamanca. Los datos ponen de manifiesto la fortaleza de la capital vallisoletana. Y también de la provincia, puesto que las sumas teniendo en cuenta este ámbito territorial son similares.

Además, hay que tener en cuenta que Valladolid tiene por delante importantes proyectos empresariales que podrían contribuir a mejorar estas cifras. Sin ir más lejos, la empresa de autobuses eléctricos Switch Mobility avanzó que este proyecto generará 2.000 empleos directos y 5.000 indirectos. Aunque la construcción de la fábrica va con retraso, la compañía ya ha recibido más de 5.000 candidaturas. Además, la empresa de baterías InoBat prevé otros 2.000 puestos de trabajo.

A las empresas hay que añadir el desarrollo de infraestructuras ligadas al Corredor Atlántico, un proyecto del que Valladolid forma parte y que ha provocado la queja de otras provincias, como Burgos, que se han quedado al margen de buena parte de la financiación de todas estas obras.

Bien es cierto que las diferencias entre provincias en materia de empleo se han reducido en los últimos años, puesto que Valladolid es la segunda capital que menos ha crecido desde 2019, solo por detrás de Palencia.