El ascensor de la ladera este de Parquesol vuelve a funcionar

Javier M. Faya
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El elevador llevaba más de una semana averiado, lo que había provocado el enfado de los vecinos, que se quejan de fallos frecuentes

Ascensor de la cara este de Parquesol averiado o apunto de repararse con pasarelas que no funcionan y gente que frecuenta su uso pero que no ha podio usarle - Foto: J.T.

Después de más de una semana sin funcionar, el ascensor de la ladera este de Parquesol volvió a hacerlo ayer por la tarde, a eso de las 19.00 horas, para alegría de los vecinos. Y es que es posible que las tormentas de principios de mes pusieran a prueba su resistencia para, finalmente, afectar a su circuito.

"Recuerdo haberlo usado incluso diluviando sin ningún problema, hasta un par de días más. Luego ya dejó de hacerlo", señala un rato antes de que los técnicos lo arreglaran Jorge, que vive en la calle Miaja y baja a la avenida Salamanca, donde trabaja. "Todo el barro se fue a la puerta de abajo del elevador. Desde luego, cuando diseñas algo de más de cinco millones de euros…", ironiza.

La tarde se hace larga porque, aparte de él, otros vecinos consultados se quejaban de que esta faraónica obra está dando problemas con cierta frecuencia. "El martes pasado estropeado, el sábado… Y en junio, en julio... ¡Pues sí que funciona mucho!", lamenta airada una señora a la que trata de consolar inútilmente otra después de haberse acercado a montarse en él y volver decepcionadas.

De repente, se produce un pequeño revuelo al acercarse a la vez desde diferentes puntos siete u ocho personas ávidas de que se dé fe de su rabia: las bajadas son arriesgadas y las subidas tortuosas. De hecho, en ese mismo momento, no funcionaban una rampa y una escalera mecánica, y una señora mayor ascendía a duras penas, con la cara desencajada y los ojos casi salidos de las órbitas, con el mismo sufrimiento que Pogacar en el último Tour de Francia. Despertaba la compasión del más rudo de los hombres.

Nadie recuerda que empezó a funcionar provisionalmente el pasado 25 de mayo este elevador inclinado que llega hasta la avenida de Salamanca, justo en el cruce de Medina del Campo, y que viene acompañado de rampas y escaleras mecánicas que recorren 210 metros, sumándose otra escalera convencional y una fuente en forma de 'V' con una cascada de agua. El mirador es excepcional, lo malo es cuando las máquinas fallan, pero es la historia de siempre: el pulso entre la tecnología y la naturaleza. Aunque también está el factor suerte, y este ascensor nació gafado. No hay ninguna duda. Y es que el mismo día en el que echó a rodar se quedaron atrapadas siete personas durante más de media hora.

Lo curioso es que no se ponen de acuerdo a la hora de buscar culpables. Mientras alguno señala al actual regidor, Jesús Julio Carnero, otro lo hace a su antecesor, Óscar Puente, pues fue el artífice del proyecto.

El tiempo pasa y Anna, la mujer de Jorge, que lleva en un carrito de bebé a Gabriel, de dos meses, y viene escoltada por Isa, de dos años, señala el centro de salud que se encuentra abajo, el Arturo Eyries: "A mí me parece genial el ascensor… si funciona, claro. Cuando quiero ir al ambulatorio tengo que dar toda la vuelta en el caso de que esté averiado, y si estás en el tercer trimestre de embarazo es muy complicado". Y en el segundo. "En el segundo todavía", sonríe mientras confiesa que para ir a las citas ginecológicas de abajo y tirar del carrito, con el parto tan reciente, le viene muy bien el ascensor.

El problema viene también desde el otro lado, si quiere subir y confía en las rampas y la escalera, pues a veces están averiadas y, si lo hacen, van siempre en un solo sentido. "Llegas con la rampa, pero si quieres seguir tienes que ir por un camino de tierra si las escaleras mecánicas, como estás viendo ahora, no funcionan. Y eso lo ves con muchas personas mayores", señala.

Donde parece que no hay tantos problemas es con el elevador de la zona norte. Eso es lo que asegura una señora. "Funciona como un reloj", concluye.

Por otra parte, este periódico ha intentado ponerse en contacto con el concejal de Movilidad, Alberto Gutiérrez Alberca, pero no ha sido posible.