El juicio por el doble atropello mortal de dos vecinos de Velliza (Valladolid), padre e hijo, registrado en octubre de 2022 tras ser arrollados por un conductor bebido y reincidente se celebrará el próximo día 12 de junio en la Audiencia Provincial, con una petición de pena para el encausado de seis años de cárcel.

Fiscalía de Valladolid califica la conducta del acusado, Alberto G.R, de 56 años, como constitutiva de un delito de conducción bajo influencia de bebidas alcohólicas y dos delitos de homicidio por imprudencia, con la agravante de reincidencia y la atenuante de reparación del daño al haber abonado ya 20.000 euros en concepto de indemnización.

Además de seis años de cárcel y la privación del derecho a conducir vehículos a motor o ciclomotores por espacio de nueve años, la acusación pública interesa del acusado y de la compañía Generali España el abono de indemnizaciones por importe global de 296.412 euros para los familiares de ambas víctimas, cantidad a la que habría que sumar los gastos de más de 5.739 euros por el sepelio de los fallecidos, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

El doble atropello se produjo sobre las 18.15 horas del día 30 de octubre de 2022 cuando Alberto G.R, al volante de un Renault Kangoo, circulaba por la carretera VP-5805 (Tordesillas-Ciguñuela), dentro del término de Velliza.

El conductor, tal y como se refleja en el escrito acusatorio, circulaba bajo los efectos del alcohol, conducta que ya había repetido en alguna otra ocasión, como demuestra una condena anterior por los mismos hechos, y en tal circunstancia tenía mermadas sus facultades psicofísicas, con la consiguiente lentitud de reflejos, reducción del campo visual y alteraciones en la percepción que limitaban gravemente su aptitud para la conducción.

Fue al circular a la altura del kilómetro 8,700 de la referida vía cuando desvió su trayectoria hacia el lado izquierdo de la misma por donde transitaban de forma totalmente correcta Fernando L, de 85 años, y su hijo Alberto, de 55, vecinos de Velliza, a los que arrolló por detrás y causó la muerte en el acto.

Personados agentes de la Guardia Civil en el escenario del siniestro, practicaron la prueba de alcoholemia al acusado y la misma arrojó un resultado positivo de 1,04 y 0,94 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.

Los agentes también comprobaron entonces que el conductor presentaba signos evidentes de encontrarse bebido, como el aliento con olor a alcohol, habla titubeante y pastosa, incoherencias y oscilaciones en la verticalidad del cuerpo.