Pezzolano: «Con 41 o 42 puntos creo que estaríamos salvados»

M.B.
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El entrenador del Real Valladolid asegura, en una larga entrevista, que su idea es que el Pucela sea un equipo intenso, dinámico, de presión alta "y buscando siempre el arco rival»

Entrevista al entrenador del Real Valladolid, Paulo Pezzolano. - Foto: Jonathan Tajes

Paulo Pezzolano cumplirá 40 años el próximo martes, 25 de abril. Lo hará como entrenador del Real Valladolid, donde llegó hace tres semanas para coger el relevo de Pacheta. Uruguayo, fue futbolista aunque pronto colgó las botas para dirigir desde los banquillos. En el del José Zorrilla quiere estar, al menos, el año y medio del contrato que ha firmado. Aunque, tras su expulsión en Villarreal, deberá estar los dos siguientes partidos en la grada.

'Fair play', 'fair play', ¿a qué le suena?
Para mí es algo fundamental, el juego limpio, el no sacar ventaja frente a algo que está sufriendo el rival o a algo desleal. Es por ese lado, nada más.

¿Alguien del cuerpo técnico del Villarreal les había avisado de que no tiraban la pelota fuera con un jugador en el suelo?
No, no. Y a mí me gusta lo mismo. El tema es que todos lo utilizan cuando les sirve. Eso es el fútbol. Entonces, no nos podemos quejar cuando lo hace el rival. A mí me gusta no tirar el balón fuera cuando un equipo pierde tiempo, pero cuando hay un golpe o un jugador tirado dentro del área chica, ya es preocupante seguir la jugada. Por eso para mí ahí el 'fair play' era fundamental. Se dio así, nos llevamos los tres puntos, así que contento con la victoria.

¡Dos partidos de sanción!
Hay que adaptarse y asumir la responsabilidad.

¿Le extrañan?
Sí, pensé que iba a ser uno. No le falté el respeto a nadie. Lo que pedí es algo normal dentro de lo que aconteció. Si lo revisan y ven bien cómo es, no es para dos fechas. Pero bueno, es un aprendizaje para mí. Vivo los partidos al cien por ciento por dentro, por fuera no lo vivo tanto, pero por momentos puedo hacer algo, pero nunca por dejar a nadie en evidencia ni por faltar al respeto. Cuando veo algo desleal, como fue lo que pasó y que acabó en un gol en contra, te quejas, pero nunca con intención de faltar al respeto. 

Por cierto, ¿le molestó lo que dijo Setién o Parejo al finalizar el partido, lo de perder tiempo interrumpiendo el juego?
Me gustaría verlos cuando vayan ganando contra un equipo mucho más fuerte que ellos, a ver si no lo hacen también. Y yo vi que ellos también lo hacen. Lo hacemos todos. Lo que pasa es que cuando pierdes un partido, te vas con ese dolor de hicieron tiempo o buscas esas pequeñas excusas en el momento. Pero manejamos bien el tiempo, no lo perdimos nada desubicado, no pasó nada raro... no somos un equipo de perder tiempo, salimos a competir y a ganar. Y si el rival quedó con bronca, me voy feliz porque ganamos.

Ha llamado la atención eso de que se puso a hacer bici en el vestuario cuando fue expulsado.

Hay bicis para los jugadores. Y cuando entro al vestuario, faltaban 15 minutos y mientras subo a un palco, con lo que estoy sufriendo… me quedé allí. Estaba todo trabajado porque tengo un cuerpo técnico espectacular, me senté en la bici y empecé un poco, pero el reloj no pasaba. Fue para desahogarme y no estar pendiente de los gritos de fuera.

Hace años estuvo en España, viendo un entrenamiento de Setién en el Betis y también de Bordalás. A priori entrenadores contrapuestos. ¿Con quién se ve más en consonancia?
A mí siempre me gustó cómo juegan los equipos de QuiqueSetién. Esa tenencia de pelota, el juego de posición que tiene siempre me gustó. Ojalá lo pueda llegar a hacer. Después de Bordalás vi sus entrenamientos y me encantó la intensidad, la dinámica, la concentración en cada trabajo... entrenamiento largo e intenso, y ahí entendí cómo ese equipo se había clasificado para UEFA. Vi al Cholo Simeone, entrenamientos de Quique Sánchez Flores en el Espanyol, de Míchel en el Málaga... viví muchos, en la Premier también. Y lo uso para quedarme con lo que me gusta, incorporar algún detalle para ver qué puedo mejorar. Trato de estar 7-10 días, me gusta ver la semana, alineamiento y partido. Me gusta ver entrenamientos, es mi pasión y lo uso para seguir creciendo.

De momento, en dos partidos, un empate y una victoria, ¿firma lo mismo para lo que queda de Liga?
No estaría mal (risas). Por suerte conseguimos ese triunfo, porque en el empate me fui con sabor amargo. Logramos cosas positivas en el primer partido, esa rebeldía de dar la vuelta a un resultado contra un equipo que no encajaba goles. Pero te vas con ese sabor de que se te vaya con una jugada que es una injusticia, que rebota en la mano cuando la quiere sacar. Mejoramos detalles de que los goles venían por detalles nuestros, no tanto por la virtud del rival, y ahí pasó ante el Mallorca. Detalles fundamentales cuando te juegas no descender. Y ante el Villarreal ya vi al equipo más dinámico, más intenso, con más líneas cortas, luchando cada compañero por el otro dentro del campo y los de fuera viviéndolo al cien por cien. Vi más un equipo, cómo lucharon cada pelota. Luego, el resultado creo que fue justo, podríamos haber hecho algún gol más y ellos podrían haber también convertido. No me gusta ese sofoco de estar en bloque bajo, que te lleva el rival. Hay que saber combatir eso, con paciencia, duplicando marcas en ciertos sectores, pero creo que se hizo un excelente partido.

¿Ha hecho cábalas de cuántos puntos necesitará el Real Valladolid para salvarse?
Mi cabeza siempre va un poco más arriba de lo que se tiene que necesitar. Tenemos que intentar hacer 41-42 puntos. Creo que con eso estaríamos 'entre comillas' seguro en la salvación.
Si es menos y lo conseguimos, bienvenido sea. El tema es conseguir la salvación sean los puntos que sean. Y no pensar tanto en largo plazo, en esos puntos. Es el próximo partido, el próximo partido... y así vivirlo, estar al máximo. Hay plantel, equipo y buen ambiente. La gente que está dentro se está entregando al mil por ciento por el Real Valladolid y eso es lo que me dejó más tranquilo. A veces entras y ves ambientes y plantillas quebradas, líderes que no son positivos y la verdad es que dentro del vestuario están todos tirando para el mismo lado. Eso para el entrenador es una tranquilidad. Lo único que me lleva es conseguir que el equipo sea competitivo al mil por ciento y vivir cada partido como si fuera el último.

Y ahora la clásica, ¿qué le convenció para venir? 
Estaba pensando en descansar hasta junio o julio. A veces los entrenadores necesitamos un descanso. Estoy 24 horas para el fútbol. Pero cuando te llama el Real Valladolid (Fran), que podía estar esta posibilidad, por metodología, idea de juego y por lo que sienten que podemos brindar como cuerpo técnico, y en lo personal, porque se podía sumar, es una oportunidad única venir a Europa. Era mi sueño, no solo venir, triunfar en Europa. Se me abrió una puerta y ahí no hay descanso que valga. 
Además veía que había buenos jugadores, que es un club histórico de la Liga Española y que hoy en día no tiene techo. Eso sí, venimos a competir estas 11 fechas, sabíamos que iba a ser duro, pero pensando en que va a salir todo bien. 

Dijo que no iba a poder cambiar mucho en su primer partido... ya va a por el tercero, ¿qué le ha dado tiempo a cambiar ya?
Detalles que son fundamentales. Cuando llegas y un equipo está sufriendo un momento duro –porque cuando lo haces, al equipo que llegues, está sufriendo un momento duro, sino no cambiaría de entrenador–, lo primero es convencimiento de que hay un gran equipo. Lo digo porque vi muchos partidos e individualmente muchas cosas de ellos. Segundo, lo anímico. Soy una persona que vive las cosas al mil por ciento y los jugadores se van dando cuenta. Te ven en el pasillo y ya saben cómo pienso, cuando hablo con ellos lo hago desde el corazón. Me gusta ser claro, no escondo nada. Si no me gusta algo de un jugador, se lo digo, delante de todos, solo o dónde sea. ¿Por qué? Porque me gusta ser claro, no me gusta esconder algo. Cuando eres claro, sincero, ellos empiezan a verlo y se empiezan a entregar al máximo por el entrenador. Anímicamente sabíamos que podíamos dar ese plus. Y después detalles tácticos. No era que estaban mal o bien, detalles que pueden dar un poco más de solidez, un ataque más organizado, una recuperación más rápida de pelota... detalles dentro de lo que venían haciendo. Se puede ver, hay detalles en salidas, en presión alta y en cómo manejamos el balón y cómo lo queremos recuperar. Buscando que sea algo natural de ellos y no impuesto al cien por ciento.

También aseguró que maneja varias formaciones, de hecho todas, pero seguro que hay alguna en la que se encuentra más cómodo.
Me encanta el 1-4-3-3. Me encanta porque ocupas todos los carriles en ataque, tienes muchas líneas de pase, muchos rombos dentro del campo para jugar simple, tienes amplitud... si tienes extremos es buenísimo. ¿Qué pasa? A veces tienes las características y a veces no. Entonces hay que irse acomodando un poco. Y empiezo a variar la figura pero el modelo sigue siendo el mismo. La idea global es la misma, un equipo intenso, dinámico, buscando siempre el arco rival, presión alta... hay momentos que se puede hacer si se está bien físicamente y momentos que no; hay momentos que el rival no te lo deja hacer por la calidad. Hay que adaptarse. 

El primer día que pisó el césped preguntó a qué altura estaba cortado el césped, ¿es de los que les gusta tenerlo todo controlado?
Sí. Ahora voy observando, nos vamos adaptando al club, y el club a nosotros. El césped que esté cortado en 20, en 21, que esté rápido, siempre mojado, es fundamental. Te salen los entrenamientos más rápidos, más dinámicos, más intensos... después si juegas en un campo más seco es más fácil adaptarte que a la velocidad.

Hasta el punto de llegar 3 horas antes al estadio...
Sí, sí. Puedo estar tres horas antes aquí sentado sin hacer nada (bromea). Se marca una cultura de trabajo, amor a lo que hacemos. Tenemos los ciclos armados con las fechas de los partidos. Tenemos cada semana el día a día de lo que vamos a hacer. Y luego venimos tres horas antes y vemos más vídeos, más detalles del rival, de cosas que vamos a trabajar según el rival dentro de lo que hacemos. Siempre estamos hablando de fútbol. Me encanta estar dentro de un vestuario, en el campo. No todos en el mundo tienen la suerte de trabajar al lado de una cancha de fútbol, salir y ver todo verde. Rodar la pelota dentro del campo es lo más lindo que hay. Cuánto más tiempo estoy, más disfruto.

¿Cuántas horas puede estar en el Estadio?
Mucho tiempo. Últimamente menos de lo que me gusta, porque estoy buscando casa, resolviendo papeleos. Llegamos tres horas antes y a veces me toca irme sobre las dos y media o las tres, y a mí me gusta estar hasta las cuatro y media o cinco para dejar todo armado para el día siguiente. Pero que sea productivo.

Y el resto del día, ¿qué hace?
Con la familia, los hijos, mi señora, en casa...

¿Y ahora que no están aquí?
Ahora tranquilo. Soy una persona que me gusta caminar mucho, me gusta sentarme a tomar un café donde sea. Me pueden ver por el centro caminando tranquilamente, me siento en cualquier lado a comer. 

Firmó por lo que queda de temporada y una más. ¿Se quedará seguro? ¿Pase lo que pase?
Sí, sí, claro que sí. Si pasa lo peor, a subir rápido, no va a haber ninguna duda. Pero como no va a pasar, vamos a disfrutar de la Liga en Primera y seguir creciendo como entrenador y junto al equipo. El Real Valladolid para mí no tiene techo. Puede conseguir en un mediano-largo plazo ser un equipo estabilizado en Primera y que pueda aspirar a cosas más importantes, como en los años 80 y 90. 

¿Ha hablado ya con Ronaldo en Valladolid?
No, no. No he hablado todavía nada con él.

Fue jugador, pero muy joven llegó a los banquillos, ¿por qué?
Soy una persona que a veces me cuesta disfrutar el momento y miro mucho para delante. Tenía 33 años, estaba en el Torque y tenía un año más de contrato. Me propusieron ser entrenador y como jugador podía haber estirado 2-3-4 años, pero a mediano o largo plazo qué quería. Tenía el curso de entrenador, me gustaba lo táctico. Cuando salió esta oportunidad al principio me frené, dudé... como entrenador arrancaba un trabajo nuevo, un futuro nuevo de algo que me gustaba mucho. La verdad es que me encanta, me gusta más que cuando jugaba, lo disfruto más. Fue por eso, por ver más a mediano o largo plazo.

Está empezando a recuperar jugadores: Amallah, Kenedy, Machis... que están llamados a ser importantes. ¿Es partidario de rotaciones o le gusta tener un once fijo?
Depende del partido a partido. Sí puedo decir que en los equipos que estuve, todos los jugadores tuvieron oportunidades. Me gusta trabajar al que no está convocado o al suplente más que si fuese titular porque quiero que esté preparado cuando le toque. 

¿Le ha dado tiempo a ver la cantera?
Nosotros tenemos una metodología de trabajo en la que lo hacemos en conjunto, con el Promesas, el juvenil. Los veo casi todos los días y hay jugadores muy interesantes.

¿Qué le pide a la afición?
No le puedo pedir nada, le tenemos que dar para que luego nos den el apoyo que necesitamos. Pedir nada. Podemos hablar pero si luego no pasa dentro del campo, no sirve de nada. Si les demostramos dentro del campo vamos a tener el apoyo que necesita el club, el equipo y que ellos saben que es positivo. Es trabajo y darle lo mejor.