Santiago González

CARTA DEL DIRECTOR

Santiago González

Director de El Día de Valladolid


La extraña lejanía entre sindicatos y trabajadores

09/04/2023

Todos los trabajadores tienen derecho a sindicarse libremente para la promoción y defensa de sus intereses económicos y sociales. La propia Constitución recoge este derecho, que sin embargo ejercen muy pocos en España. Apenas uno de cada cinco asalariados se encuentra afiliado a alguna organización sindical en Valladolid, una pequeña cifra (unos 40.000 en la provincia) que demuestra la extraña lejanía entre unos y otros. El análisis de las razones de este evidente desencuentro se puede realizar desde varios prismas, pero no existe solo un motivo, sino una suma de ellos que provocan que el tejido asociativo de los trabajadores sea débil y, en muchas ocasiones, no exista un respaldo detrás de decisiones protagonizadas por los grandes sindicatos.
La falta de confianza es uno de los principales factores para explicar la baja afiliación sindical. En los últimos estudios del Centro de Investigaciones Sociológicas, la nota media que le otorgan los ciudadanos a su confianza en los sindicatos es de 3,6 sobre diez, lo que quiere decir que los intereses de las organizaciones y los de los trabajadores no caminan en la misma dirección. Este desapego se lo han ganado a pulso las centrales sindicales de clase, principalmente UGT y CCOO que son muy mayoritarias en nuestro país, pues una buena parte de la sociedad los ve como a los partidos políticos, defendiendo sus intereses en muchos casos antes que los de los asalariados. Muchos de sus dirigentes, tanto a nivel nacional como autonómico o provincial, son verdaderos profesionales del sindicalismo y han encontrado en ello su modo de vida. Y a esto le sumamos algunos escándalos vergonzosos durante las últimas décadas en los que han estado involucrados quienes debían luchar por la defensa de los derechos de los trabajadores. Ambos casos son un mal ejemplo y erosionan la confianza.
Desde luego, hay que reconocer que los sindicatos juegan un papel esencial en las relaciones laborales al representar a los trabajadores en todas las negociaciones con la patronal o con el Gobierno para mejorar sus condiciones. En sus manos están muchas de las asignaturas pendientes en la negociación colectiva, el salario mínimo, las pensiones y otros aspectos fundamentales en nuestra vida cotidiana, por lo que su fortaleza y capacidad son relevantes para conseguir mejoras económicas y sociales.
Dicho todo esto, también es verdad que en nuestro país aún falta mucha conciencia de lucha, no ha calado en la sociedad la idea de agruparse para defender mejor unos intereses comunes. Hay que seguir ahondando en ello y los grandes sindicatos deberían ser más pedagógicos en sus mensajes hacia la ciudadanía, sin entrar demasiado en el terreno de la política, que en muchos casos solo sirve para dividir. Tienen un ejemplo en las organizaciones profesionales que han surgido en muchos sectores y que tienen una 'especialización' en sus afiliados y una claridad meridiana en sus intereses laborales. Pongo por ejemplo, la sanidad, la educación o la administración, ámbitos donde ciertos sindicatos dominan porque trabajan casi exclusivamente en la defensa de un profesión e incluso de una categoría (médicos, enfermeras, profesores). La sociedad actual tiende a la especialización, a pesar de que hay aspectos generales que necesitan una visión más amplia para su defensa o simplemente que afectan a todos los trabajadores, independientemente del sector al que dediquen su jornada laboral.
En definitiva, creo que las organizaciones sindicales necesitan una regeneración interna para poder lanzar sus campañas a la sociedad con un mensaje distinto, sin ideologías políticas, sin vinculaciones con partidos y con transparencia en la gestión. Quizás de esa forma, los trabajadores entenderían la necesidad de agruparse para defender sus intereses y sus condiciones laborales. La unión hace la fuerza es una frase muy reconocible por todos, pero que aún necesita ser recordada y sobre todo es preciso ponerla en práctica.