Solo el 20% de los trabajadores está afiliado a un sindicato

Ó. F.
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CCOO es el que tiene más delegados entre empresas y Administración, con 1.347, seguido de los 1.224 de UGT, que ha recortado distancias en el último año

Un grupo de sindicalistas en una manifestación. - Foto: Ical

Dice el artículo 28 de la Constitución Española que «la libertad sindical comprende el derecho a fundar sindicatos y a afiliarse al de su elección, así como el derecho de los sindicatos a formar confederaciones y a fundar organizaciones sindicales internacionales o afiliarse a las mismas». Así reconoce la máxima norma del ordenamiento jurídico español el derecho que tienen los trabajadores a organizarse para la luchar por sus derechos. Y a hacerlo en unas asociaciones que quizá en la actualidad no pasen por su mejor momento de prestigio social, pero que históricamente han sido fundamentales para la conquista de derechos en el ámbito laboral.

Los cinco sindicatos con mayor nivel de representatividad en España, UGT, CCOO, USO, CSIF y CGT, tienen más de 40.000 afiliados en la provincia, según los datos facilitados por las propias formaciones. Si se tiene en cuenta que la población activa de Valladolid está formada por 242.400 personas, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el nivel de afiliación se situaría en el 16,5%. Unos datos a los que habría que incorporar el resto de afiliados a sindicatos minoritarios, por lo que este porcentaje se aproxima al 20 por ciento, según fuentes sindicales, quienes añaden que la mayoría de ellos son asalariados, aunque en estas formaciones también están integrados, entre otros, parados y jubilados.

El sindicato con mayor nivel de representatividad en Valladolid es CCOO, que contaba con 1.347 delegados al cierre del año pasado, lo que representa un 36,6% de los 3.681 que hay en la provincia. A muy poca distancia le sigue UGT, que tiene 1.224 representantes en las empresas y la Administración. De hecho, según los datos aportados por esta formación, la distancia se redujo el año pasado, dado que UGT consiguió 360 delegados en los distintos procesos electorales, frente a los 308 de CCOO. 

Por su parte, CGT tiene 240 y CSIF, 225, un 6,1% del total, aunque este sindicato es mayoritario en la Administración. Por ejemplo, en la regional, según los datos que maneja la Dirección de Trabajo de la Junta, tiene 261 (201 de la Administración General y Sacyl más 60 del sector docente). Por su parte, UGT cuenta con 234 (205+29) y CCOO, con 207 (179+28).

Unos datos importantes de representatividad que no esconden que estas formaciones todavía tienen mucho margen de mejora. Los informes periódicos que publica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) revelan que el nivel de afiliación a estas organizaciones no ha dejado de bajar en los últimos años, por aspectos como la precariedad, el auge de las microempresas y el descrédito que sufren. Y, además, está muy por debajo de otros países europeos.

Todo ello pese a que en los últimos años los sindicatos han sido una parte activa de «importantes» acuerdos sociales en España. Es más, el delegado provincial de CCOO, Raúl García Agudo, opina que en el ciclo actual «se han conseguido los mejores avances sociales gracias a la intervención de los sindicatos». Y, según él, estos ciclos están marcados «por la intención política del Gobierno de avanzar socialmente o no». De este modo, pone en valor a los acuerdos que han permitido medidas como los ERTE durante la pandemia, la subida del Salario Mínimo Interprofesional, la reforma laboral y la de las pensiones, frente a una situación, generada por la anterior reforma laboral, mucho más complicada para llegar a acuerdos. «Hace unos años era impensable tener un 40% de contratos indefinidos», añade.

Pese a todo, los sindicatos siguen arrastrando un problema de imagen. Así lo refleja, por ejemplo, la Encuesta de tendencias sociales publicada a finales del año pasado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), donde se preguntó a la población qué nivel de confianza le merecían estas organizaciones, en una escala de uno a diez, donde uno es mínima y diez, máxima. Un tercio de los encuestados se decantó por el uno y solo un 1,3%, por la máxima confianza. Es más, en esa misma encuesta se pregunta por los partidos políticos, el Gobierno, el Parlamento, los medios de comunicación, la Justicia y la Constitución, y los sindicatos son los que obtienen la peor nota media: un 3,66. El propio García reconoce que quizá haga falta una mejor labor de pedagogía. «Nos cuesta comunicar a la sociedad, la organización tiene que dar un cambio en este sentido», señala.

Actualmente CCOO cuenta con unos 16.000 afiliados en Valladolid. Por su parte, UGT tiene unos 15.000, según los últimos datos facilitados, correspondientes al año 2017. Son los dos sindicatos con mayor representatividad, muy por delante de CSIF, que tiene 5.845 y CGT, que cuenta con unos 4.000.

Bien es cierto que hay sectores específicos 'dominados' o con una presencia muy fuerte de otras formaciones que no son UGT ni CCOO. Aparte del ejemplo de CSIF en la Administración, cabe destacar otros casos, como el de Satse en enfermería, ANPE en la enseñanza pública, Gestha en los técnicos de Hacienda y Jupol en la Policía Nacional, entre otros.

Distintas filosofías

Todos con su filosofía y características propias. Por ejemplo, la presidenta provincial de CSIF, María José San Román, destaca que este sindicato considera que «la huelga es un fracaso», y apuesta de una forma más decidida por la negociación frente al conflicto. Una filosofía que, según ella, choca con la de «otros sindicatos». Es más, San Román cree que las dificultades que tiene CSIF para encontrar nuevos afiliados vienen derivadas de que «la gente identifica a todos los sindicatos con el tipo de sindicalismo que hacen los sindicatos de clase», aunque también hace referencia a la «situación económica de las familias». CSIF nació como un sindicato exclusivo para funcionarios, pero su presencia en la empresa privada casa vez es más fuerte, con mil afiliados en Valladolid en este ámbito. De hecho, ya es el sindicato con más delegados en Michelin Valladolid, Queserías Entrepinares, Prosegur y ha entrado a formar parte del comité de Renault.

Por su parte, el secretario general de UGT en Castilla yLeón, Fautino Temprano, señala que la afiliación a este sindicato sigue una línea ascendente. «En las medianas y grandes empresas existe una afiliación importante por la actividad desarrollada por los compañeros, donde tenemos más dificultades es en la microempresas, porque no hay representantes de los trabajadores», finaliza. Además, destaca que el nivel de participación en los procesos electorales suele estar por encima del 90 por ciento. Según él, la última reforma laboral ha servido para «equilibrar las fuerzas» entre empresarios y trabajadores en las negociaciones colectivas, sobre todo en lo que se refiere a la cláusula de ultraactividad de los convenios, que ahora permite mantener la vigencia del acuerdo hasta alcanzar uno nuevo. Con todo, reconoce que los acuerdos firmados en los últimos meses en la provincia de Valladolid incluyen una actualización salarial que está por debajo de la media nacional. Y así lo recogen los datos del Ministerio de Trabajo.La subida media el año pasado en Valladolid fue del  2,03%, frente al 2,78% de España.